Reino Unido se moviliza por un niño de tres años desaparecido en Edimburgo
La madre del pequeño Mikaeel Kular encontró su cama vacía el jueves por la mañana
Walter Oppenheimer
Londres, El País
Cada tres minutos desaparece un menor de edad en Reino Unido. En muchísimos casos son fugas temporales de adolescentes. La inmensa mayoría pasan desapercibidos. En ocasiones, sin embargo, la desaparición de un niño se convierte en noticia y a veces en obsesión nacional. Ocurrió en 2007 cuando desapareció en Portugal la pequeña Madeleine McCann. Ha vuelto a ocurrir ahora con la desaparición en Edimburgo de Mikaeel Kular, de tres años. Su madre le puso a dormir en su casa el miércoles a las nueve de la noche. Pero, en la mañana del jueves, no había rastro de él.
En unas horas, el paradero de Mikaeel se convirtió en la noticia del día en las televisiones 24 horas. Llevan desde entonces arrancando con el caso casi todos sus informativos. La conmoción crece y cientos de personas se presentaron el viernes por la mañana en Edimburgo voluntarios para ayudar a la policía a buscar al chaval.
La policía ha dado ya varias conferencias de prensa en las que ha indicado que cuantas más horas pasan más aumenta su preocupación por el pequeño. No hay una explicación sobre lo ocurrido. La policía parecía tender a pensar primero que Mikaeel se fue de su casa por su cuenta. Esa noche dormía solo en su habitación, sin su hermana, y la familia asegura que es lo bastante espabilado como para vestirse solo y abrir la puerta. Pero anoche, los portavoces policiales empezaron a referirse a su temor de que el niño haya podido ser víctima de un acto criminal.
La única pista hasta ahora es que alguna gente cree haberle visto relativamente cerca de su casa a primera hora del jueves. Pero los testigos dicen que ese niño llevaba un sombrero. Y a Mikaeel no le gusta vestir sombrero. La búsqueda continúa.
Walter Oppenheimer
Londres, El País
Cada tres minutos desaparece un menor de edad en Reino Unido. En muchísimos casos son fugas temporales de adolescentes. La inmensa mayoría pasan desapercibidos. En ocasiones, sin embargo, la desaparición de un niño se convierte en noticia y a veces en obsesión nacional. Ocurrió en 2007 cuando desapareció en Portugal la pequeña Madeleine McCann. Ha vuelto a ocurrir ahora con la desaparición en Edimburgo de Mikaeel Kular, de tres años. Su madre le puso a dormir en su casa el miércoles a las nueve de la noche. Pero, en la mañana del jueves, no había rastro de él.
En unas horas, el paradero de Mikaeel se convirtió en la noticia del día en las televisiones 24 horas. Llevan desde entonces arrancando con el caso casi todos sus informativos. La conmoción crece y cientos de personas se presentaron el viernes por la mañana en Edimburgo voluntarios para ayudar a la policía a buscar al chaval.
La policía ha dado ya varias conferencias de prensa en las que ha indicado que cuantas más horas pasan más aumenta su preocupación por el pequeño. No hay una explicación sobre lo ocurrido. La policía parecía tender a pensar primero que Mikaeel se fue de su casa por su cuenta. Esa noche dormía solo en su habitación, sin su hermana, y la familia asegura que es lo bastante espabilado como para vestirse solo y abrir la puerta. Pero anoche, los portavoces policiales empezaron a referirse a su temor de que el niño haya podido ser víctima de un acto criminal.
La única pista hasta ahora es que alguna gente cree haberle visto relativamente cerca de su casa a primera hora del jueves. Pero los testigos dicen que ese niño llevaba un sombrero. Y a Mikaeel no le gusta vestir sombrero. La búsqueda continúa.