Pyongyang pide a Seúl la apertura de un proceso de "reconciliación"
El Gobierno de Corea del Norte ha enviado este viernes una "carta abierta" a las autoridades surcoreanas en la que aboga por la "reconciliación" y el fin de los "actos militares hostiles".
La misiva tiene también como objetivo los diversos partidos políticos surcoreanos, las organizaciones sociales del país y la población surcoreana en su conjunto.
"Es nuestra voluntad crear una atmósfera de reconciliación y unidad, poner fin a los actos militares hostiles, reunir a las familias separadas, reiniciar las visitas al monte Kumgang y relanzar la cooperación Norte-Sur en todas sus facetas", ha indicado la Comisión Nacional de Defensa (CND).
La carta ha sido publicada apenas una semana después de que este mismo organismo ofreciera varios gestos de reconciliación y pidiera, entre otras cosas, la cancelación de las maniobras militares conjuntas que realizarán entre febrero y marzo los gobiernos de Corea del Sur y Estados Unidos.
Sin embargo, Seúl tildó de "engañosas" las afirmaciones de Pyongyang y aseguró que las maniobras militares seguirían adelante. En respuesta, la CND ha pedido al Gobierno surcoreano que no reaccione "de forma precipitada" a su propuesta y ha repetido su demanda de que las maniobras sean canceladas.
"Nuestra importante propuesta no es una apertura engañosa hacia la paz ni propaganda de guerra", indica la misiva, según ha recogido la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA. "Lamentablemente, las autoridades surcoreanas siguen sin cambiar su actitud impropia y su postura negativa" apunta.
Asimismo, destaca que la propuesta "refleja la voluntad del Ejército y del pueblo de mejorar las relaciones bilaterales, sin preguntar por los acontecimientos del pasado. "La oferta refleja también el deseo y la voluntad de todos los coreanos para lograr la reunificación, la paz y la prosperidad", argumenta.
Ambas Coreas permanecen en estado de guerra después de que el conflicto que mantuvieron entre 1950 y 1953 se saldara con un alto el fuego con una zona desmilitarizada alrededor del paralelo 38 y sin la firma de un tratado de paz.
En este sentido, la CND ha resaltado que "la historia de la partición territorial, que dura varias décadas, ha traído una indecible desgracia y dolor a la nación coreana", al tiempo que ha remachado que "las fuerzas extranjeras son culpables de esta historia trágica y vergonzosa, que comenzó después de la liberación del país".
