Pinchazo del Barcelona, el Real Madrid ya está sólo a un punto


Valencia, As
O Martino no se explica, o en el vestuario no le escuchan. Todo lo contrario que pasa con Caparrós y los suyos. Puso énfasis el técnico argentino en la previa del partido ante el Levante en afirmar que en la segunda vuelta cada encuentro iba a ser decisivo porque “con 100 puntos, igual no llega para ganar la Liga”. Y a las primeras de cambio, sus jugadores se dejaron dos puntos en el campo del Levante en un partido en el que los culés decidieron empezar a jugar en serio sobre el minuto 60 más o menos.


En cambio, el empate a uno en el Ciutat de Valencia reivindican a técnicos como Joaquín Caparrós, que mejoran a los equipos que entrenan. Hace cinco meses, el Barça se paseó en el Camp Nou ante un Levante al que vapuleó por 7-0 y Caparrós dijo que jugar ante el Barça era como ir al dentista. Esta tarde, el técnico andaluz montó una clínica dental para sufrimiento del Barça. En la previa dijo el técnico local: “Tenemos que aprovechar la primera ocasión que tengamos y hacer incómodo el partido”. Dicho y hecho. El guión del encuentro fue el del Levante. Por táctica y, especialmente, por físico, campo en el que los granota se comieron al Barcelona.

El Barça empezó encajando un gol por costumbre y empatando de milagro. Así podrían resumirse los saques de esquina en un partido en el que juegue el Barça. De un tiempo a esta parte, los culés se han empeñado en hacer bueno el aforismo de que un córner en contra es medio gol. A los 10 minutos de partido, Vyntra ponía a su equipo en ventaja al superar en el salto a Cesc y a Piqué.

Le tocaba al Barça remar contracorriente, pero no encontró río en el que embarcar su canoa. El centro del campo del Levante era un campo de minas para los jugadores culés. Messi vivía encerrado en una cárcel muy lejos de su zona de influencia. En la primera parte apenas intervino el argentino, al que le sigue faltando continuidad en los partidos. Una cosa es estar recuperado y ser capaz de hacer grandes jugadas y la otra, jugar 90 minutos enteros a alto nivel. Messi aún no está para eso.

A la costumbre de encajar uno de cada dos goles de córner, quiso el Barça añadir el milagro de marcar un gol de saque de esquina en el área rival. Fue Piqué el que remató en el minuto 19 de partido un saque de esquina botado por Xavi empatando el partido y tranquilizando a su equipo. Seguramente, le tranquilizó demasiado. Tanto, que lo narcotizó.

Tras igualar el partido, el Barça se dejó ir por la inercia, dio tiempo al Levante a reorganizarse y cuando quiso ir a por los tres puntos ya era demasiado tarde. Le regaló el Barça al Levante los 25 últimos minutos de la primera parte en la que los de Martino se dedicaron a hacer trabajo de desgaste, convencidos de que, por calidad en la segunda mitad sentenciarían. Se equivocaron

Cierto es que pudieron ganar el partido los culés. Ocasiones tuvieron, pero donde no llegaba un Keylor Navas gigantesco, llegaba un Juanfran más inmenso aún contra el que rebotaron dos balones que se colaban. Las prisas se apoderaron del Barça, que empezó a ver como el Levante contragolpeaba con peligro mientras que cada cambio que introducía Martino empeoraba el equipo. No hubo respuesta desde el banquillo. Esta vez, el dentista fue Caparrós y le extrajo dos puntos al Barça.

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