Neymar ‘acaba’ con Rosell
El presidente del Barcelona dimite de forma “irrevocable” por la “injusta y temeraria” querella por el fichaje del brasileño y asume el cargo Josep Maria Bartomeu, vicepresidente deportivo
Ramon Besa
Barcelona, El País
Neymar se ha cobrado la víctima más insospechada sin necesidad de marcar un gol ni de ganar un título con el Barça. El damnificado es Sandro Rosell, el presidente del propio FC Barcelona, propietario del delantero, quien siempre se desvivió por jugar en el Camp Nou. Un triunfo rotundo como fue en junio la contratación del brasileño, pretendido por diferentes clubes, especialmente por el Madrid, se ha convertido en una cruel derrota para el mandatario azulgrana, al que un socio ha demandado ante la Audiencia Nacional por apropiación indebida en la modalidad de distracción.
Aunque ni siquiera ha sido llamado a declarar —“no quiero que el presidente del Barça sea un imputado”—, Rosell ha convertido el precio de Neymar en una cuestión de honor y, ante la duda y unas “amenazas personales y familiares” hasta ahora desconocidas y ayer denunciadas por el presidente, anoche, a las 20.50 horas, anunció su dimisión “irrevocable” y su directiva intentará agotar el mandato hasta 2016, con el vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu. Así se pretende combatir una crisis institucional generada en una época de bonanza por el propio Rosell.
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El equipo, líder y actual campeón de Liga, vive una etapa de estabilidad y éxitos sin precedentes (una Champions, un Mundial de Clubes, una Copa, dos Ligas, tres Supercopas de España y una de Europa durante el mandato de Rosell: 2010-2014, con Guardiola y después Vilanova en el banquillo del Camp Nou); se ha reducido la deuda de la entidad hasta 230 millones de euros al tiempo que se mejoraban los ingresos; prácticamente no hay oposición al actual consejo; y los estatutos se actualizaron en octubre.
Incluso queda como referente de su mandato de cuatro años un código ético de buen gobierno aprobado por el Senado del Barça y por el consejo en septiembre de 2010. El libro de estilo de Rosell puede que se haya inspirado precisamente en tal declaración y, puesto que la querella presentada es de momento solo contra él, ha cargado con la pena como un mártir, de manera personal, víctima, a su entender, de los poderes fácticos representados por el Madrid. “No quiero que ataques injustos afecten negativamente a la gestión y a la imagen del club y es por eso que mi etapa ha terminado“, subrayó Rosell ante la prensa, rodeado de sus directivos —solo faltaron Jordi Moix y Jordi Mestres— y familiares, así como empleados del Barça: “Esta junta es un equipo”, prosiguió, “y este equipo lidera un proyecto”.
El socio demandante, Jordi Cases, se plantea extender la demanda al hasta ahora vicepresidente deportivo Bartomeu y al económico Xavi Faus. Pero, dado que se plantean su continuidad hasta 2016, no parece que cualquier decisión del juez Ruz vaya a condicionarles. La nueva junta se reunirá hoy en el Camp Nou. Los proyectos del consejo, visualizados sobre todo en el referéndum de abril para la construcción del nuevo Camp Nou, y el momento de la temporada futbolística no admiten parón en el Barça. Bartomeu comparecerá hoy como presidente, después de la reunión de la junta, para atender a la prensa después de que ayer no se aceptaran preguntas en su comparecencia y la de Rosell. La continuidad de la directiva se interpreta, además, como la mejor respuesta para evitar cualquier movimiento electoral y dar estabilidad al equipo.
La dimisión de Rosell fue el final de la controvertida y contradictoria estrategia del Barça desde la entrada en escena de Cases. El consejo no atendió la petición del socio, que aspiraba a que le detallaran el coste de Neymar; después pidió a la Audiencia que no admitiera la demanda; el lunes fue el presidente quien, en rueda de prensa, solicitó al juez que la admitiera y le tomara declaración; y ayer, tres días después, sin que mediara más noticia que el hecho de que la cláusula de confidencialidad no afectaba a todos los contratos de Neymar, dimitió Rosell. Ruz ha reiterado que por ahora no es necesario que declare el presidente y los estatutos del club establecen que no ha lugar a la dimisión ni cuando hay imputación porque prevalece la presunción de inocencia.
Rosell tomó la decisión de abandonar el club el miércoles, durante su viaje a Valencia, y ayer, ya en su despacho de Barcelona, convocó a sus consejeros de confianza por la mañana y a la directiva por la tarde en el Camp Nou. Reitera el presidente que Neymar costó 57,1 millones y que los demás contratos no son simulados sino posteriores a la ficha del jugador y corresponden a operaciones diferentes y paralelas, fórmulas de uso común en la mayoría de los clubes de la Liga.
Rosell no quiere que se le califique de mentiroso después de que ya tuviera que admitir su error cuando negó que había dialogado con los boixos nois para crear una grada de animación y fuera cuestionado también por el despliegue del contrato con Catar y su voto en blanco el día que se decidió la acción de responsabilidad contra la junta de Laporta.
Rosell triunfó con Laporta en 2003 por el fichaje de Ronaldinho, la alternativa de Beckham, que fue utilizado como señuelo de la candidatura, y al final ha perdido por el fichaje de Neymar. Poderoso como vicepresidente, opositor y candidato, no ha sabido ejercer de presidente institucional y, víctima de la tensión, no ha podido acabar su mandato como acostumbra a pasar con la mayoría de presidentes del Barça.
Las frases de Rosell
-“Desde hace tiempo mi familia y yo mismo hemos sufrido en silencio amenazas y ataques que me han hecho pensar si ser presidente significa tener que ponerles en riesgo y causarles angustia”.
-“Una injusta y temeraria acusación de apropiación indebida ha desembocado en una querella contra mí. Siempre he dicho que el fichaje de Neymar es correcto y que la contratación ha provocado la desesperación y la envidia de los adversarios”.
-“La confidencialidad es esencial en el mundo del fútbol porque en caso contrario puede conllevar perjuicios para el club”.
-“No quiero que ataques injustos afecten negativamente la gestión y la imagen del club. Y es por eso por lo que pienso que mi etapa ha terminado aquí”.
-“He presentado mi dimisión como presidente con carácter irrevocable. A partir de estos momentos, el vicepresidente primero del club, Josep Maria Bartomeu, se hará cargo de la presidencia hasta finales del mandato, en el año 2016”.
Ramon Besa
Barcelona, El País
Neymar se ha cobrado la víctima más insospechada sin necesidad de marcar un gol ni de ganar un título con el Barça. El damnificado es Sandro Rosell, el presidente del propio FC Barcelona, propietario del delantero, quien siempre se desvivió por jugar en el Camp Nou. Un triunfo rotundo como fue en junio la contratación del brasileño, pretendido por diferentes clubes, especialmente por el Madrid, se ha convertido en una cruel derrota para el mandatario azulgrana, al que un socio ha demandado ante la Audiencia Nacional por apropiación indebida en la modalidad de distracción.
Aunque ni siquiera ha sido llamado a declarar —“no quiero que el presidente del Barça sea un imputado”—, Rosell ha convertido el precio de Neymar en una cuestión de honor y, ante la duda y unas “amenazas personales y familiares” hasta ahora desconocidas y ayer denunciadas por el presidente, anoche, a las 20.50 horas, anunció su dimisión “irrevocable” y su directiva intentará agotar el mandato hasta 2016, con el vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu. Así se pretende combatir una crisis institucional generada en una época de bonanza por el propio Rosell.
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El equipo, líder y actual campeón de Liga, vive una etapa de estabilidad y éxitos sin precedentes (una Champions, un Mundial de Clubes, una Copa, dos Ligas, tres Supercopas de España y una de Europa durante el mandato de Rosell: 2010-2014, con Guardiola y después Vilanova en el banquillo del Camp Nou); se ha reducido la deuda de la entidad hasta 230 millones de euros al tiempo que se mejoraban los ingresos; prácticamente no hay oposición al actual consejo; y los estatutos se actualizaron en octubre.
Incluso queda como referente de su mandato de cuatro años un código ético de buen gobierno aprobado por el Senado del Barça y por el consejo en septiembre de 2010. El libro de estilo de Rosell puede que se haya inspirado precisamente en tal declaración y, puesto que la querella presentada es de momento solo contra él, ha cargado con la pena como un mártir, de manera personal, víctima, a su entender, de los poderes fácticos representados por el Madrid. “No quiero que ataques injustos afecten negativamente a la gestión y a la imagen del club y es por eso que mi etapa ha terminado“, subrayó Rosell ante la prensa, rodeado de sus directivos —solo faltaron Jordi Moix y Jordi Mestres— y familiares, así como empleados del Barça: “Esta junta es un equipo”, prosiguió, “y este equipo lidera un proyecto”.
El socio demandante, Jordi Cases, se plantea extender la demanda al hasta ahora vicepresidente deportivo Bartomeu y al económico Xavi Faus. Pero, dado que se plantean su continuidad hasta 2016, no parece que cualquier decisión del juez Ruz vaya a condicionarles. La nueva junta se reunirá hoy en el Camp Nou. Los proyectos del consejo, visualizados sobre todo en el referéndum de abril para la construcción del nuevo Camp Nou, y el momento de la temporada futbolística no admiten parón en el Barça. Bartomeu comparecerá hoy como presidente, después de la reunión de la junta, para atender a la prensa después de que ayer no se aceptaran preguntas en su comparecencia y la de Rosell. La continuidad de la directiva se interpreta, además, como la mejor respuesta para evitar cualquier movimiento electoral y dar estabilidad al equipo.
La dimisión de Rosell fue el final de la controvertida y contradictoria estrategia del Barça desde la entrada en escena de Cases. El consejo no atendió la petición del socio, que aspiraba a que le detallaran el coste de Neymar; después pidió a la Audiencia que no admitiera la demanda; el lunes fue el presidente quien, en rueda de prensa, solicitó al juez que la admitiera y le tomara declaración; y ayer, tres días después, sin que mediara más noticia que el hecho de que la cláusula de confidencialidad no afectaba a todos los contratos de Neymar, dimitió Rosell. Ruz ha reiterado que por ahora no es necesario que declare el presidente y los estatutos del club establecen que no ha lugar a la dimisión ni cuando hay imputación porque prevalece la presunción de inocencia.
Rosell tomó la decisión de abandonar el club el miércoles, durante su viaje a Valencia, y ayer, ya en su despacho de Barcelona, convocó a sus consejeros de confianza por la mañana y a la directiva por la tarde en el Camp Nou. Reitera el presidente que Neymar costó 57,1 millones y que los demás contratos no son simulados sino posteriores a la ficha del jugador y corresponden a operaciones diferentes y paralelas, fórmulas de uso común en la mayoría de los clubes de la Liga.
Rosell no quiere que se le califique de mentiroso después de que ya tuviera que admitir su error cuando negó que había dialogado con los boixos nois para crear una grada de animación y fuera cuestionado también por el despliegue del contrato con Catar y su voto en blanco el día que se decidió la acción de responsabilidad contra la junta de Laporta.
Rosell triunfó con Laporta en 2003 por el fichaje de Ronaldinho, la alternativa de Beckham, que fue utilizado como señuelo de la candidatura, y al final ha perdido por el fichaje de Neymar. Poderoso como vicepresidente, opositor y candidato, no ha sabido ejercer de presidente institucional y, víctima de la tensión, no ha podido acabar su mandato como acostumbra a pasar con la mayoría de presidentes del Barça.
Las frases de Rosell
-“Desde hace tiempo mi familia y yo mismo hemos sufrido en silencio amenazas y ataques que me han hecho pensar si ser presidente significa tener que ponerles en riesgo y causarles angustia”.
-“Una injusta y temeraria acusación de apropiación indebida ha desembocado en una querella contra mí. Siempre he dicho que el fichaje de Neymar es correcto y que la contratación ha provocado la desesperación y la envidia de los adversarios”.
-“La confidencialidad es esencial en el mundo del fútbol porque en caso contrario puede conllevar perjuicios para el club”.
-“No quiero que ataques injustos afecten negativamente la gestión y la imagen del club. Y es por eso por lo que pienso que mi etapa ha terminado aquí”.
-“He presentado mi dimisión como presidente con carácter irrevocable. A partir de estos momentos, el vicepresidente primero del club, Josep Maria Bartomeu, se hará cargo de la presidencia hasta finales del mandato, en el año 2016”.