Negredo vuelve a marcar y el Manchester City duerme líder
Londres, As
En los primeros minutos el Newcastle avisó, pero solo eso. Y tras la llamada de atención los de Pellegrini comenzaron a crear fútbol. A veces con tranquilidad y otras con velocidad. La recompensa llegó pronto. A los siete minutos Silva imaginó el gol y se hizo realidad. El canario invitó a Anita a un baile y este se lo concedió. Silva le recortó y se olvidó de su pareja de baile. Abrió a Kolarov que vio a Dzeko en el área con la caña puesta y el ansia de un matador. Directo a gol.
El City siguió creando ocasiones, con Silva y Negredo enredando en cada jugada. Pero cada vez los de Pellegrini daban un pasito más atrás y se iban olvidando del balón. Hasta que llegó el gol, o el fuera de juego. Cabaye sacó el córner, la defensa azul celeste sacó la pelota y Tioté la enganchó a la escuadra.
El árbitro, Michael Jones, dio gol, pero su oreja le dijo lo contrario. El asistente había señalado fuera de juego de hasta tres hombres blanquinegros, dos de ellos impedían ver a Hart la trayectoria del balón. El enfado del Newcastle fue mayúsculo y Tioté, que aún seguía corriendo celebrando el gol de su vida, paró. Y claro todo esta tensión en la banda es mayor. Allí Pellegrini y Pardew discutían aún sobre la jugada.
La rabia del gol anulado espoleó a los de Pardew que parecieron revivir. Le robaron el balón al City y pudieron marcar antes de irse al vestuario.
El descanso no sirvió al City para retomar el mando en el partido, que perdió incluso antes del gol anulado. Pellegrini lo vio claro. Navas, que venía acusando unas molestias en la rodilla, era el primer cambio. Dzeko había caído mucho en la banda derecha, pero no tiene la velocidad del sevillano. Aún así y con el posterior cambio de Touré por Javi García el City nunca más controló el partido.
Los de Pellegrini parecían convencidos de que el partido lo iban a ganar defendiendo y aprovechando los espacios. Y así también se ganan Ligas. Tuvieron ocasiones. Negredo, autor de muchas de ellas y finalizador de muchas otras.
En cambio la más clara iba a ser en el área de Hart. Una y otra vez el Newcastle metía balones al área citizen. No importaba la distancia ni el lugar, la cuestión era poner el balón en el área. Y en una de esas le cayó el balón a Rémy, pero Hart estaba ahí. Paradón que vale algo más que tres puntos. Vale ganarse el puesto y eliminar las dudas del técnico chileno. Y no iba a ser solo esa. Hart tuvo varias buenas intervenciones.
El City supo sufrir y mucho. Se defendía como gato panza arriba ante los ataques de las urracas. Y entre tantas ocasiones, partido muy típico en las Islas, se coló una fea entrada de Yanga Mbiwa a Nasri. El francés estuvo tumbado en el césped cuatro minutos y al final salió en camilla. Solo amarilla.
En los últimos minutos el Newcastle bajó los brazos y se entrego al City. Y allí estaba Negredo. Es su año. El madrileño rebosa confianza. Aprovechó una contra y pusó la guinda del pastel. Ya van 9 en la Premier y 19 goles en todas la competiciones. Bestial. Hasta mañana, o tal vez, hasta la semana que viene, el City tendrá sueños de líder.
En los primeros minutos el Newcastle avisó, pero solo eso. Y tras la llamada de atención los de Pellegrini comenzaron a crear fútbol. A veces con tranquilidad y otras con velocidad. La recompensa llegó pronto. A los siete minutos Silva imaginó el gol y se hizo realidad. El canario invitó a Anita a un baile y este se lo concedió. Silva le recortó y se olvidó de su pareja de baile. Abrió a Kolarov que vio a Dzeko en el área con la caña puesta y el ansia de un matador. Directo a gol.
El City siguió creando ocasiones, con Silva y Negredo enredando en cada jugada. Pero cada vez los de Pellegrini daban un pasito más atrás y se iban olvidando del balón. Hasta que llegó el gol, o el fuera de juego. Cabaye sacó el córner, la defensa azul celeste sacó la pelota y Tioté la enganchó a la escuadra.
El árbitro, Michael Jones, dio gol, pero su oreja le dijo lo contrario. El asistente había señalado fuera de juego de hasta tres hombres blanquinegros, dos de ellos impedían ver a Hart la trayectoria del balón. El enfado del Newcastle fue mayúsculo y Tioté, que aún seguía corriendo celebrando el gol de su vida, paró. Y claro todo esta tensión en la banda es mayor. Allí Pellegrini y Pardew discutían aún sobre la jugada.
La rabia del gol anulado espoleó a los de Pardew que parecieron revivir. Le robaron el balón al City y pudieron marcar antes de irse al vestuario.
El descanso no sirvió al City para retomar el mando en el partido, que perdió incluso antes del gol anulado. Pellegrini lo vio claro. Navas, que venía acusando unas molestias en la rodilla, era el primer cambio. Dzeko había caído mucho en la banda derecha, pero no tiene la velocidad del sevillano. Aún así y con el posterior cambio de Touré por Javi García el City nunca más controló el partido.
Los de Pellegrini parecían convencidos de que el partido lo iban a ganar defendiendo y aprovechando los espacios. Y así también se ganan Ligas. Tuvieron ocasiones. Negredo, autor de muchas de ellas y finalizador de muchas otras.
En cambio la más clara iba a ser en el área de Hart. Una y otra vez el Newcastle metía balones al área citizen. No importaba la distancia ni el lugar, la cuestión era poner el balón en el área. Y en una de esas le cayó el balón a Rémy, pero Hart estaba ahí. Paradón que vale algo más que tres puntos. Vale ganarse el puesto y eliminar las dudas del técnico chileno. Y no iba a ser solo esa. Hart tuvo varias buenas intervenciones.
El City supo sufrir y mucho. Se defendía como gato panza arriba ante los ataques de las urracas. Y entre tantas ocasiones, partido muy típico en las Islas, se coló una fea entrada de Yanga Mbiwa a Nasri. El francés estuvo tumbado en el césped cuatro minutos y al final salió en camilla. Solo amarilla.
En los últimos minutos el Newcastle bajó los brazos y se entrego al City. Y allí estaba Negredo. Es su año. El madrileño rebosa confianza. Aprovechó una contra y pusó la guinda del pastel. Ya van 9 en la Premier y 19 goles en todas la competiciones. Bestial. Hasta mañana, o tal vez, hasta la semana que viene, el City tendrá sueños de líder.