Mujer engañada por su esposo le pide que le devuelva el riñón que le donó
Curiosidades
Samantha Lamb es lo que pudiera denominarse como una mujer “herida”. Y es bien sabido que el ser humano cuando es herido es capaz de muchas cosas, incluso si se tratase de un tema de vida o muerte.
La señora Lamb presentó un caso bastante peculiar. Casada con Andy, vivió toda su grave enfermedad. Su marido no podía vivir si no era gracias a diálisis permanentes motivadas a una fuerte insuficiencia renal lo cual lo convirtió en el candidato perfecto a un transplante de riñón.
Samantha hizo lo imposible para salvarle la vida. Perdió 19 kilos para ser quién le diera lo que necesitaba: un nuevo riñón. En octubre de 2009, se sometió a una cirugía de transplante y empezó a formar parte de Andy con uno de sus riñones.
Sin embargo, meses después de la intervención, Lamb descubrió algo impensable: Andy le era infiel con una amiga y no conforme con esto, un día mientras laboraba, se fue de su casa llevándose todo.
Al preguntársele por la situación, Samantha no dudó en responder con un “lo odió. Si pudiera, lo tomaría (riñón) y se lo daría a otra persona”.
Al final, Samantha solicitó el divorcio y quiere rehacer su vida. Y Andy, por su parte, dice que nunca quiso que ella le donara su riñón “porque suponía un gran riesgo, pero ella insistió y yo siempre le deberé mi vida”
¿Hasta que punto el agradecimiento es suficiente para mantener una relación de pareja?. Sea usted el juez.
Samantha Lamb es lo que pudiera denominarse como una mujer “herida”. Y es bien sabido que el ser humano cuando es herido es capaz de muchas cosas, incluso si se tratase de un tema de vida o muerte.
La señora Lamb presentó un caso bastante peculiar. Casada con Andy, vivió toda su grave enfermedad. Su marido no podía vivir si no era gracias a diálisis permanentes motivadas a una fuerte insuficiencia renal lo cual lo convirtió en el candidato perfecto a un transplante de riñón.
Samantha hizo lo imposible para salvarle la vida. Perdió 19 kilos para ser quién le diera lo que necesitaba: un nuevo riñón. En octubre de 2009, se sometió a una cirugía de transplante y empezó a formar parte de Andy con uno de sus riñones.
Sin embargo, meses después de la intervención, Lamb descubrió algo impensable: Andy le era infiel con una amiga y no conforme con esto, un día mientras laboraba, se fue de su casa llevándose todo.
Al preguntársele por la situación, Samantha no dudó en responder con un “lo odió. Si pudiera, lo tomaría (riñón) y se lo daría a otra persona”.
Al final, Samantha solicitó el divorcio y quiere rehacer su vida. Y Andy, por su parte, dice que nunca quiso que ella le donara su riñón “porque suponía un gran riesgo, pero ella insistió y yo siempre le deberé mi vida”
¿Hasta que punto el agradecimiento es suficiente para mantener una relación de pareja?. Sea usted el juez.