La NSA posee la ‘huella dactilar electrónica’ de Merkel
El diario 'Bild' revela que la agencia dispone de un programa con el que controla las comunicaciones la líder alemana
Enrique Müller
Berlín, El País
El viernes y el sábado pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió sendos mensajes destinados a tranquilizar a los jefes de Estado y de Gobierno aliados que fueron sometidos a un sofisticado espionaje electrónico por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA). El viernes, el mandatario estadounidense aseguró en Washington que la NSA no vigilará más a los líderes políticos amigos y el sábado prometió, en el programa de noticias alemán Heute Journal, que la NSA no volvería a escuchar el móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, mientras él fuera presidente.
Este lunes, el periódico alemán Bild sugirió que el presidente de Estados Unidos podría no haber dicho la verdad el viernes en Washington y habría engañado a la canciller con su promesa de no espiarla. Según el rotativo, la NSA habría dejado de escuchar el móvil de la canciller, pero la Agencia dispone de un sofisticado programa de vigilancia con el que controla todas las comunicaciones electrónicas que Merkel realiza con sus asesores más directos.
El programa obedece al nombre de "Huella dactilar de comunicaciones" y es capaz de valorar y analizar todas las comunicaciones electrónicas realizadas por la canciller, incluidas las llamadas telefónicas y el correo electrónico. La información que recoge la NSA es enviada directamente al despacho oval, según el Bild, que dice haber obtenido la información de varios agentes anónimos de la NSA.
"Para elaborar esta huella dactilar electrónica se coleccionan números de teléfonos y direcciones electrónicas con las cuales un jefe de gobierno se comunica", señala un agente de la NSA al Bild. "Luego se observa con quien ese número o dirección se comunica. De esta forma se producen ‘muestras de comunicación’ a las que podemos recurrir en cualquier momento".
El resultado aporta una nueva e inquietante luz en el oscuro túnel del espionaje electrónico protagonizado por la NSA y que provocó una justificada protesta de varios líderes de países amigos de Estados Unidos, entre ellos, la canciller Angela Merkel. Según los agentes consultados por el Bild, la NSA es capaz de controlar todo el tráfico de información que se produce en la cancillería cuando Merkel debe tomar una decisión de política exterior importante, sin necesidad de espiar directamente a la canciller.
"Cuando la recopilación de datos se ha llevado a cabo durante años, las huellas dactilares electrónicas son tan precisas que sabemos, cada vez que el gobierno toma una decisión importante, que asesores estuvieron involucrados en ella", señala un agente. "En vísperas de una cumbre del G-8 podemos vigilar, por ejemplo, todas las comunicaciones que realizan los miembros importantes de una delegación".
Las revelaciones del Bild ponen en entredicho las afirmaciones del propio Obama y pueden desatar una nueva protesta de parte del gobierno federal alemán, que ha celebrado la decisión de Obama, de imponer restricciones en el espionaje de sus servicios de inteligencia. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, recordó que "en territorio alemán debe aplicarse la ley alemana" y admitió que Berlín necesitaba "más tiempo" para analizar con detalle las palabras del presidente estadounidense.
El sábado pasado Obama concedió una inusual entrevista al programa de noticias Heute Journal con el propósito de reparar las relaciones con Berlín, que quedaron dañadas cuando se conocieron las actividades de espionaje llevadas a cabo por Washington a ciudadanos y líderes de la Unión Europea, entre ellas el espionaje al teléfono móvil de la canciller Merkel.
"No puedo dañar esta relación con medidas de vigilancia que obstruyan nuestra comunicación de confianza", dijo Obama, según una versión oficial de la cadena. "Mientras yo sea el presidente de Estados Unidos, la canciller alemana no tendrá que preocuparse de este problema. El hecho de que no tengamos siempre una misma opinión sobre política exterior, no es una razón para realizar escuchas telefónicas".
Pero Obama destacó que los servicios secretos de su país seguirán recopilando datos y recordó que las capacidades de Estados Unidos en materia de espionaje son superiores al resto de los países. "Por definición, estos servicios tienen la tarea de averiguar lo que la gente está planificando, lo que pasa en sus mentes, sus objetivos. Eso apoya nuestras metas diplomáticas y políticas", dijo Obama, al justificar el trabajo de la polémica NSA.
Enrique Müller
Berlín, El País
El viernes y el sábado pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió sendos mensajes destinados a tranquilizar a los jefes de Estado y de Gobierno aliados que fueron sometidos a un sofisticado espionaje electrónico por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA). El viernes, el mandatario estadounidense aseguró en Washington que la NSA no vigilará más a los líderes políticos amigos y el sábado prometió, en el programa de noticias alemán Heute Journal, que la NSA no volvería a escuchar el móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, mientras él fuera presidente.
Este lunes, el periódico alemán Bild sugirió que el presidente de Estados Unidos podría no haber dicho la verdad el viernes en Washington y habría engañado a la canciller con su promesa de no espiarla. Según el rotativo, la NSA habría dejado de escuchar el móvil de la canciller, pero la Agencia dispone de un sofisticado programa de vigilancia con el que controla todas las comunicaciones electrónicas que Merkel realiza con sus asesores más directos.
El programa obedece al nombre de "Huella dactilar de comunicaciones" y es capaz de valorar y analizar todas las comunicaciones electrónicas realizadas por la canciller, incluidas las llamadas telefónicas y el correo electrónico. La información que recoge la NSA es enviada directamente al despacho oval, según el Bild, que dice haber obtenido la información de varios agentes anónimos de la NSA.
"Para elaborar esta huella dactilar electrónica se coleccionan números de teléfonos y direcciones electrónicas con las cuales un jefe de gobierno se comunica", señala un agente de la NSA al Bild. "Luego se observa con quien ese número o dirección se comunica. De esta forma se producen ‘muestras de comunicación’ a las que podemos recurrir en cualquier momento".
El resultado aporta una nueva e inquietante luz en el oscuro túnel del espionaje electrónico protagonizado por la NSA y que provocó una justificada protesta de varios líderes de países amigos de Estados Unidos, entre ellos, la canciller Angela Merkel. Según los agentes consultados por el Bild, la NSA es capaz de controlar todo el tráfico de información que se produce en la cancillería cuando Merkel debe tomar una decisión de política exterior importante, sin necesidad de espiar directamente a la canciller.
"Cuando la recopilación de datos se ha llevado a cabo durante años, las huellas dactilares electrónicas son tan precisas que sabemos, cada vez que el gobierno toma una decisión importante, que asesores estuvieron involucrados en ella", señala un agente. "En vísperas de una cumbre del G-8 podemos vigilar, por ejemplo, todas las comunicaciones que realizan los miembros importantes de una delegación".
Las revelaciones del Bild ponen en entredicho las afirmaciones del propio Obama y pueden desatar una nueva protesta de parte del gobierno federal alemán, que ha celebrado la decisión de Obama, de imponer restricciones en el espionaje de sus servicios de inteligencia. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, recordó que "en territorio alemán debe aplicarse la ley alemana" y admitió que Berlín necesitaba "más tiempo" para analizar con detalle las palabras del presidente estadounidense.
El sábado pasado Obama concedió una inusual entrevista al programa de noticias Heute Journal con el propósito de reparar las relaciones con Berlín, que quedaron dañadas cuando se conocieron las actividades de espionaje llevadas a cabo por Washington a ciudadanos y líderes de la Unión Europea, entre ellas el espionaje al teléfono móvil de la canciller Merkel.
"No puedo dañar esta relación con medidas de vigilancia que obstruyan nuestra comunicación de confianza", dijo Obama, según una versión oficial de la cadena. "Mientras yo sea el presidente de Estados Unidos, la canciller alemana no tendrá que preocuparse de este problema. El hecho de que no tengamos siempre una misma opinión sobre política exterior, no es una razón para realizar escuchas telefónicas".
Pero Obama destacó que los servicios secretos de su país seguirán recopilando datos y recordó que las capacidades de Estados Unidos en materia de espionaje son superiores al resto de los países. "Por definición, estos servicios tienen la tarea de averiguar lo que la gente está planificando, lo que pasa en sus mentes, sus objetivos. Eso apoya nuestras metas diplomáticas y políticas", dijo Obama, al justificar el trabajo de la polémica NSA.