La Eurocámara quiere oír a Snowden

El Parlamento Europeo aprueba por amplia mayoría invitar al exanalista a explicarse en directo
El filtrador prefiere grabar sus respuestas para no ser localizado

Lucía Abellán
Bruselas, El País
Edward Snowden, el hombre que ha puesto en aprietos a Estados Unidos al destapar su potente red de espionaje, tendrá pronto la oportunidad de explicarse ante el mundo. El Parlamento Europeo ha extendido al exanalista estadounidense la primera invitación que realiza una institución pública para escuchar sus motivaciones, así como los detalles que pueda aportar sobre los programas de vigilancia masiva aplicados por la NSA (la agencia de seguridad nacional, por sus siglas en inglés), para la que trabajaba. Lo más probable es que Snowden acepte el ofrecimiento, aunque queda por concretar el formato, explican fuentes parlamentarias.


Los eurodiputados han aprobado este jueves por abrumadora mayoría en la Comisión de Libertades pedir a Snowden que se dirija a la Eurocámara. Pero una de las claves para ese apoyo reside en el tipo de comparecencia. El Partido Popular Europeo, inicialmente reticente a ofrecer a Snowden una ventana para trasladar su mensaje, accedió a darle voz en forma de “videoconferencia interactiva”. Es decir, si el exanalista habla en directo y los eurodiputados tienen la oportunidad de repreguntar.

Se trata de una cuestión delicada. Los abogados de Snowden ya habían mostrado la predisposición de su cliente a someterse a las preguntas de la Eurocámara, pero no en directo. El exanalista, escondido en algún lugar de Rusia desde que este país le concedió asilo temporal tras su huida de Estados Unidos, teme ser localizado si se conecta en directo por videoconferencia y prefiere no correr ese riesgo.

En caso de que el filtrador del gran espionaje estadounidense rechace esta fórmula, el Partido Popular Europeo podría votar en contra de la comparecencia cuando finalmente se someta al voto final del pleno de la Eurocámara (la iniciativa se aprobó este jueves en la Comisión de Libertades, con 36 votos a favor, dos en contra y una abstención). Pero todos los demás grupos, salvo algunos eurodiputados euroescépticos, la respaldarían, lo que convierte en muy probables —aunque sean grabadas— esas explicaciones de Snowden ante la Unión Europea.

Los diputados comunitarios son conscientes del malestar que esta decisión provoca en Estados Unidos y de los perjuicios que puede acarrear en las relaciones bilaterales. A finales de diciembre, cuando esa solicitud de comparecencia aún no estaba respaldada por los votos, un miembro de la Cámara de Representantes estadounidense de visita en Bruselas ya lo advirtió. “No creo que la dignidad de esta Cámara permita proteger a alguien buscado en Estados Unidos por un delito. Ha puesto en peligro la vida de soldados estadounidenses y de otros ciudadanos”, espetó el congresista Mike Rogers a sus colegas europeos en una comparecencia pública. Fuentes parlamentarias aseguran que los eurodiputados han calibrado esos riesgos y de ahí las condiciones que el Partido Popular Europeo ha querido fijar para la comparecencia.

Pese a todo, buena parte de la Eurocámara siente simpatía hacia Snowden y su estrategia de filtrar unas prácticas que indignan a los europeos (aunque los propios británicos han participado en muchas de ellas). “Deberíamos reconocerle a Snowden que haya revelado esas graves infracciones de la legislación europea [en materia de privacidad]. Debería poder vivir seguro en algún lugar de Europa”, pidió Jan Philipp Albrecht, eurodiputado alemán de Los Verdes, en el debate sobre qué debe hacer la UE tras el escándalo del espionaje.

En ese diálogo, posterior a la votación sobre Snowden, la Comisión de Libertades se pronunció sobre cómo debe reaccionar Europa ante una vigilancia que ha afectado a miles de ciudadanos y empresas, así como a mandatarios de máximo nivel (la canciller Angela Merkel y el vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia entre ellos). “Estoy orgullosa de ser miembro del Parlamento Europeo, la única institución que parece hacer su trabajo en este asunto”, enfatizó Sophia in't Veld, eurodiputada liberal holandesa.

El informe debatido este jueves, que deberá votarse en el mes de marzo, exige iniciativas más drásticas de las que hasta ahora han adoptado los Estados miembros. Entre ellas, la negativa a aprobar el gran acuerdo comercial que negocian Bruselas y Washington si se pretende incluir los datos personales como una mercancía más. O la suspensión de los acuerdos de transferencia de información en el marco de la lucha antiterrorista. La diputada del PP Teresa Jiménez-Becerril alertó sobre esa medida: “El espionaje es intolerable, pero esto no puede traer como consecuencia inmediata la cancelación de programas de lucha contra el terrorismo”. Para el socialdemócrata Claude Moraes, autor del informe, sus recomendaciones deberían permitir a Europa decidir “qué futuro quiere en materia de privacidad”.

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