Gabriela Isler confiesa que ser Miss Universo no es un trabajo fácil: “No todo es color de rosa”
Curiosidades
La venezolana Gabriela Isler, Miss Universo 2013, afirmó hoy que llevar la corona es un “cuento de hadas que no es color de rosa”, sino un trabajo que “requiere responsabilidad”, “corazón” y “tiempo”.
Cuando se piensa en la corona, todos creen que “vas a ser una princesa y que vas a vivir un cuento de hadas, que vas a tener un año para escribir tu propia historia”, apuntó.
Sin embargo, añadió, “es un trabajo que requiere responsabilidad, que requiere puntualidad, que requiere trasnochos”, declaró a los medios en la Riviera Maya, donde asiste a una sesión de fotografías para un catálogo de trajes de baño.
Isler confesó que dos meses después de haber sido elegida como la mujer más bella del mundo, aún sigue asimilando sus nuevas actividades.
“Viajar y tener 12 horas de diferencia y al día siguiente viajar y tener 8 horas de diferencia, es un trabajo que al principio no lo ves, todas lo quieren, pero no se están dando cuenta de que exige alma, corazón, tiempo, dedicación y una vida”, afirmó.
“Es un año en el que vas a estar entregada para la organización. Creo que ese fue el panorama que no había visto, pero ya lo vi y lo estoy asimilando todavía”, admitió Isler, quien comentó que lo que más le ha costado trabajo es estar lejos de la familia.
La joven de 25 años, la séptima venezolana en convertirse en Miss Universo, también habló sobre el acoso que sufrió durante la infancia por ser demasiado delgada y demasiado alta para su edad, y de sus planes para concienciar sobre la expansión del VIH.
La venezolana Gabriela Isler, Miss Universo 2013, afirmó hoy que llevar la corona es un “cuento de hadas que no es color de rosa”, sino un trabajo que “requiere responsabilidad”, “corazón” y “tiempo”.
Cuando se piensa en la corona, todos creen que “vas a ser una princesa y que vas a vivir un cuento de hadas, que vas a tener un año para escribir tu propia historia”, apuntó.
Sin embargo, añadió, “es un trabajo que requiere responsabilidad, que requiere puntualidad, que requiere trasnochos”, declaró a los medios en la Riviera Maya, donde asiste a una sesión de fotografías para un catálogo de trajes de baño.
Isler confesó que dos meses después de haber sido elegida como la mujer más bella del mundo, aún sigue asimilando sus nuevas actividades.
“Viajar y tener 12 horas de diferencia y al día siguiente viajar y tener 8 horas de diferencia, es un trabajo que al principio no lo ves, todas lo quieren, pero no se están dando cuenta de que exige alma, corazón, tiempo, dedicación y una vida”, afirmó.
“Es un año en el que vas a estar entregada para la organización. Creo que ese fue el panorama que no había visto, pero ya lo vi y lo estoy asimilando todavía”, admitió Isler, quien comentó que lo que más le ha costado trabajo es estar lejos de la familia.
La joven de 25 años, la séptima venezolana en convertirse en Miss Universo, también habló sobre el acoso que sufrió durante la infancia por ser demasiado delgada y demasiado alta para su edad, y de sus planes para concienciar sobre la expansión del VIH.