El papa Francisco pide educar bien a seminaristas
Ciudad del Vaticano, AP
El papa Francisco advirtió que los sacerdotes se pueden convertir en "pequeños monstruos" si no son entrenados adecuadamente cuando están en el seminario, tiempo de estudio que debe ser empleado para moldear su corazón y su mente.
Francisco también advirtió que no hay que aceptar hombres para el sacerdocio que pudieran haber estado implicados en abusos sexuales u otro tipo de problemas, ya que la protección de los fieles católicos es más importante.
El pontífice hizo estas declaraciones el 29 de noviembre durante una reunión a puerta cerrada con 120 superiores de órdenes religiosas que se reunieron en el Vaticano para su asamblea regular. La publicación jesuita La Civilta Cattolica presentó el viernes un reportaje de la sesión informal de preguntas y respuestas que se extendió tres horas. El Vaticano nunca divulgó una transcripción de la reunión.
El primer papa jesuita dijo a los superiores que quiere que "despierten al mundo" con sus obras, especialmente con los pobres, según lo citó la revista.
"Para entender verdaderamente la realidad necesitamos alejarnos de la posición central de calma y paz y dirigirnos hacia las zonas periféricas", dijo.
Francisco, quien dirigió el programa de entrenamiento para novicios de los jesuitas en su natal Argentina en la década de 1970, también advirtió a los superiores de algunos errores en el seminario, como cuando los futuros sacerdotes sólo "tratan de no cometer errores, siguen las reglas sonriendo mucho, simplemente esperando el día que les digan 'muy bien, terminaron su formación'''.
"Esta es hipocresía resultado del clericalismo, que es uno de los peores males", dijo Francisco, según lo citaron, retomando el tema del clericalismo —cierto tipo de nepotismo y arribismo entre los religiosos— que ha criticado frecuentemente.
El entrenamiento de los sacerdotes, dijo, debe ser "una obra de arte, no una acción policiaca".
"Debemos formar sus corazones. De otra forma estamos creando pequeños monstruos. Y después esos pequeños monstruos moldean al pueblo de Dios. Eso realmente me eriza la piel", afirmó, según lo citaron.
En declaraciones a los superiores, Francisco dijo que es un riesgo el "gran problema" de aceptar en el seminario a alguien a quien ya se le ha retirado de otra institución religiosa, y mencionó la actitud firme del papa Benedicto XVI contra los sacerdotes que han cometido abusos sexuales.
"No hablo de la gente que reconoce que es pecadora: todos somos pecadores, pero no todos somos corruptos", dijo Francisco. "Los pecadores son aceptados, pero no la gente que es corrupta".
El reportaje fue publicado el mismo día que Francisco celebró misa con cerca de 350 de sus colegas jesuitas en la principal iglesia de la orden de Roma para festejar el reciente decreto por el cual se canonizó al primer recluta de la Compañía de Jesús, Pedro Fabro. Durante su homilía, Francisco dijo a los jesuitas que recurran a la misericordia y no a la moralidad cuando prediquen.
"La tentación, que posiblemente muchos de nosotros experimentamos, y que muchas otras personas tienen, me viene a la mente: esa de vincular la proclamación del Evangelio con golpes inquisitivos de condena. No, la palabra de Dios se predica con gentileza, fraternalmente, con amor", afirmó.
El papa Francisco advirtió que los sacerdotes se pueden convertir en "pequeños monstruos" si no son entrenados adecuadamente cuando están en el seminario, tiempo de estudio que debe ser empleado para moldear su corazón y su mente.
Francisco también advirtió que no hay que aceptar hombres para el sacerdocio que pudieran haber estado implicados en abusos sexuales u otro tipo de problemas, ya que la protección de los fieles católicos es más importante.
El pontífice hizo estas declaraciones el 29 de noviembre durante una reunión a puerta cerrada con 120 superiores de órdenes religiosas que se reunieron en el Vaticano para su asamblea regular. La publicación jesuita La Civilta Cattolica presentó el viernes un reportaje de la sesión informal de preguntas y respuestas que se extendió tres horas. El Vaticano nunca divulgó una transcripción de la reunión.
El primer papa jesuita dijo a los superiores que quiere que "despierten al mundo" con sus obras, especialmente con los pobres, según lo citó la revista.
"Para entender verdaderamente la realidad necesitamos alejarnos de la posición central de calma y paz y dirigirnos hacia las zonas periféricas", dijo.
Francisco, quien dirigió el programa de entrenamiento para novicios de los jesuitas en su natal Argentina en la década de 1970, también advirtió a los superiores de algunos errores en el seminario, como cuando los futuros sacerdotes sólo "tratan de no cometer errores, siguen las reglas sonriendo mucho, simplemente esperando el día que les digan 'muy bien, terminaron su formación'''.
"Esta es hipocresía resultado del clericalismo, que es uno de los peores males", dijo Francisco, según lo citaron, retomando el tema del clericalismo —cierto tipo de nepotismo y arribismo entre los religiosos— que ha criticado frecuentemente.
El entrenamiento de los sacerdotes, dijo, debe ser "una obra de arte, no una acción policiaca".
"Debemos formar sus corazones. De otra forma estamos creando pequeños monstruos. Y después esos pequeños monstruos moldean al pueblo de Dios. Eso realmente me eriza la piel", afirmó, según lo citaron.
En declaraciones a los superiores, Francisco dijo que es un riesgo el "gran problema" de aceptar en el seminario a alguien a quien ya se le ha retirado de otra institución religiosa, y mencionó la actitud firme del papa Benedicto XVI contra los sacerdotes que han cometido abusos sexuales.
"No hablo de la gente que reconoce que es pecadora: todos somos pecadores, pero no todos somos corruptos", dijo Francisco. "Los pecadores son aceptados, pero no la gente que es corrupta".
El reportaje fue publicado el mismo día que Francisco celebró misa con cerca de 350 de sus colegas jesuitas en la principal iglesia de la orden de Roma para festejar el reciente decreto por el cual se canonizó al primer recluta de la Compañía de Jesús, Pedro Fabro. Durante su homilía, Francisco dijo a los jesuitas que recurran a la misericordia y no a la moralidad cuando prediquen.
"La tentación, que posiblemente muchos de nosotros experimentamos, y que muchas otras personas tienen, me viene a la mente: esa de vincular la proclamación del Evangelio con golpes inquisitivos de condena. No, la palabra de Dios se predica con gentileza, fraternalmente, con amor", afirmó.