EE UU amplía la lista de los estragos vinculados al consumo de tabaco
El Director General de Salud Pública presenta el primer estudio en 10 años sobre las consecuencias de fumar
Carolina García
Washington, El País
El Director General de Salud Pública de Estados Unidos, Boris Lushniak, ha sido tajante: “La epidemia del tabaco debe desaparecer”. Con estas palabras, la mayor autoridad sanitaria del país ha presentado este viernes el primer estudio sobre los estragos de fumar en 10 años, de 980 páginas y que se denomina Las consecuencias de fumar tras 50 años de progreso.
Lushniak ha informado que los estragos del tabaco son ahora más numerosos que hace medio siglo y que "fumar también provoca -además de problemas respiratorios, cardíacos y cáncer de pulmón- cáncer de riñón, colorrectal -incluye cualquier tipo de neoplasias del colon, recto y apéndice-, diabetes, artritis rumatoide y disfunción eréctil". El acto ha tenido lugar en la Casa Blanca
"Ya basta. Necesitamos eliminar el hábito de fumar para conseguir una generación libre de humo", ha asegurado Lushniak en una entrevista telefónica a AP. "Llamo a la sociedad, a los Estados, a los Gobiernos locales a que acaben con el tabaco con campañas, nuevas leyes, programas educativos, aumento de impuestos. Lo que haga falta.", ha añadido.
"No es solo un problema que debe asumir el Gobierno federal, es de todos. Para llegar a conseguir el objetivo tenemos que ir a hablar con la industria, con los proveedores de salud y recordarles que el problema todavía no está resuelto", ha sostenido Lushniak
El informe concluye que el tabaco ha matado a más de 20 millones de estadounidenses en el último medio siglo, el pasado 11 de enero fue el 50 aniversario de la primera vez que las autoridades sanitarias del país informaron a la población que el tabaco mataba, y "avisamos que si no se detiene la epidemia, más de cinco millones de niños están condenados a fallecer prematuramente debido a esta causa", ha añadido el Director General de Salud Pública. Además, el Gobierno podría no alcanzar su objetivo de bajar la tasa de fumadores al 12% para 2020, se advierte en el nuevo informe.
A pesar de que la incidencia de fumadores ha descendido en los últimos 50 años en EE UU, del 43% en 1964 al 18% de la población en la actualidad, y que, según los expertos, se han evitado en estos años unos ocho millones de muertes prematuras; "cada día 3.200 jóvenes menores de 18 años prueban un cigarrillo". El informe también ha demostrado que la exposición al humo provoca un riesgo de un 30% de padecer una embolia a los fumadores pasivos
"En 1964, solo un tipo de cáncer estaba relacionado con fumar -el de pulmón-, ahora son 13 los tumores malignos que son causa directa de este mal hábito", ha enfatizado Lushniak. "Es increíble que 50 años después sigamos encontrando nuevas consecuencias negativas en la salud del tabaco", ha explicado el director del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE UU, Thomas Frieden, a REUTERS.
Los nuevos productos como los cigarrillos electrónicos, han tenido poca cabida en el informe ya que los efectos en la salud de los mismos todavía se desconocen y "complica los mensajes de salud dirigidos al público". Aunque se han hecho muchos estudios al respecto, las conclusiones diversas han dificultado una conclusión unánime en cuanto a su uso.
En EE UU, los cigarrillos electrónicos llevan diez años comercializándose y todavía no existe ni una ley federal ni un protocolo de la Agencia Federal de Control de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) que los regule, aunque se ha incrementado mucho su producción por parte de las grandes compañías de tabaco, consiguiendo cifras millonarias cada año.
A pesar de que el sector está ahora pendiente del informe FDA que será determinante para fijar la regulación que tendrá el producto en el país, ciudades como Nueva York y Chicago ya han prohibido su uso en los mismos sitios -bares, restaurantes y zonas públicas, entre otras- que el tabaco convencional. La publicación de este informe, prevista para finales de octubre, se retrasó debido al cierre parcial de la administración estadounidense ocurrido durante ese mes.
Carolina García
Washington, El País
El Director General de Salud Pública de Estados Unidos, Boris Lushniak, ha sido tajante: “La epidemia del tabaco debe desaparecer”. Con estas palabras, la mayor autoridad sanitaria del país ha presentado este viernes el primer estudio sobre los estragos de fumar en 10 años, de 980 páginas y que se denomina Las consecuencias de fumar tras 50 años de progreso.
Lushniak ha informado que los estragos del tabaco son ahora más numerosos que hace medio siglo y que "fumar también provoca -además de problemas respiratorios, cardíacos y cáncer de pulmón- cáncer de riñón, colorrectal -incluye cualquier tipo de neoplasias del colon, recto y apéndice-, diabetes, artritis rumatoide y disfunción eréctil". El acto ha tenido lugar en la Casa Blanca
"Ya basta. Necesitamos eliminar el hábito de fumar para conseguir una generación libre de humo", ha asegurado Lushniak en una entrevista telefónica a AP. "Llamo a la sociedad, a los Estados, a los Gobiernos locales a que acaben con el tabaco con campañas, nuevas leyes, programas educativos, aumento de impuestos. Lo que haga falta.", ha añadido.
"No es solo un problema que debe asumir el Gobierno federal, es de todos. Para llegar a conseguir el objetivo tenemos que ir a hablar con la industria, con los proveedores de salud y recordarles que el problema todavía no está resuelto", ha sostenido Lushniak
El informe concluye que el tabaco ha matado a más de 20 millones de estadounidenses en el último medio siglo, el pasado 11 de enero fue el 50 aniversario de la primera vez que las autoridades sanitarias del país informaron a la población que el tabaco mataba, y "avisamos que si no se detiene la epidemia, más de cinco millones de niños están condenados a fallecer prematuramente debido a esta causa", ha añadido el Director General de Salud Pública. Además, el Gobierno podría no alcanzar su objetivo de bajar la tasa de fumadores al 12% para 2020, se advierte en el nuevo informe.
A pesar de que la incidencia de fumadores ha descendido en los últimos 50 años en EE UU, del 43% en 1964 al 18% de la población en la actualidad, y que, según los expertos, se han evitado en estos años unos ocho millones de muertes prematuras; "cada día 3.200 jóvenes menores de 18 años prueban un cigarrillo". El informe también ha demostrado que la exposición al humo provoca un riesgo de un 30% de padecer una embolia a los fumadores pasivos
"En 1964, solo un tipo de cáncer estaba relacionado con fumar -el de pulmón-, ahora son 13 los tumores malignos que son causa directa de este mal hábito", ha enfatizado Lushniak. "Es increíble que 50 años después sigamos encontrando nuevas consecuencias negativas en la salud del tabaco", ha explicado el director del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE UU, Thomas Frieden, a REUTERS.
Los nuevos productos como los cigarrillos electrónicos, han tenido poca cabida en el informe ya que los efectos en la salud de los mismos todavía se desconocen y "complica los mensajes de salud dirigidos al público". Aunque se han hecho muchos estudios al respecto, las conclusiones diversas han dificultado una conclusión unánime en cuanto a su uso.
En EE UU, los cigarrillos electrónicos llevan diez años comercializándose y todavía no existe ni una ley federal ni un protocolo de la Agencia Federal de Control de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) que los regule, aunque se ha incrementado mucho su producción por parte de las grandes compañías de tabaco, consiguiendo cifras millonarias cada año.
A pesar de que el sector está ahora pendiente del informe FDA que será determinante para fijar la regulación que tendrá el producto en el país, ciudades como Nueva York y Chicago ya han prohibido su uso en los mismos sitios -bares, restaurantes y zonas públicas, entre otras- que el tabaco convencional. La publicación de este informe, prevista para finales de octubre, se retrasó debido al cierre parcial de la administración estadounidense ocurrido durante ese mes.