Dakar 2014: Se puso en marcha una nueva ilusión en Rosario

Se realizó la largada simbólica junto al Monumento a la Bandera, por donde pasaron unas 300.000 personas. Este domingo arranca la competencia que unirá a la Argentina, Chile y Bolivia.


Adrián Michelena
Rosario, Clarín
La sexta edición del Rally Dakar en Sudamérica se puso en marcha en Rosario ante una multitud de público que se acercó al Monumento a la Bandera para observar a las máquinas que a partir de este domingo competirán para quedarse con la corona de campeón. Unos 300.000 rosarinos deambularon por la ciudad eufóricos y felices de poder ver de cerca el cuatriciclo de Marcos Patronelli, o las motos de Javier Pizzolito y del francés Cyril Despres; o los autos del francés Stephane Peterhansel, el qatarí Nasser Al-Attiyah o el mendocino Orly Terranova.


No hay que confundir la largada simbólica de Rosario con lo que se vivirá este domingo a partir de las 4 de la mañana, cuando los competidores se empicen a preparar para la carrera real, que tendrá 14 etapas entre Argentina, Bolivia y Chile en las que habrá que recorrer casi 5.000 kilómetros hasta la meta, en Valparaíso, el 18 de enero. La primera etapa será entre Rosario y San Luis y serán unos 629 kilómetros de enlace y 180 de especial (tramo cronometrado que se tiene en cuenta para la competencia).

Una de las grandes atracciones del Dakar para los rosarinos fue la presencia de Marcos Patronelli. El piloto de Las Flores campeón en cuatriciclos en 2010 y 2013 volverá a participar de la competencia a pesar de haber declarado que se retiraba tras haber conseguido su segundo título en la edición pasada. "Hubo mucha gente, pero esto no lo puedo disfrutar porque tengo la cabeza en la competencia de mañana. Me la pasé firmando autógrafos, pero estoy pensando en levantarme a las 4 de la mañana para empezar a correr", le dijo Patronelli a Clarín.

Sabe Patronelli lo que es el Dakar: la exigencia y el desgaste. Tanto es así que en el asfalto de Rosario ya hubo un piloto que debió ser remolcado. El húngaro Janos Desi no pudo arrancar su moto y tuvo que ser arrastrado por un vehículo de seguridad del Dakar.

En tanto, la gente le puso color a la largada del Dakar con su fanatismo y a pesar del calor que azotó a la ciudad de la bandera. Se vendía cualquier cosa a cualquier precio. Una botella de agua pequeña costaba unos 20 pesos y las banderas 50, sobre todo en las peatonales. En el Village Dakar, el parque cerrado, la entrada costaba unos 15 pesos y se estima que cerca de 30 mil personas estuvieron recorriendo el recinto. Allí se realizaba la verificación técnica de los vehículos que luego partían rumbo al Monumental a la Bandera, se presentaban, saludaban al público y salían por Nicasio Oroño rumbo a la Avenida Pellegrini, pasaban por el Planetario y regresaban al parque cerrado.

La fiesta de apertura fue un éxito para todos, pero la fiebre por el Dakar recién comienza. Este domingo comenzará la competencia: enciendan sus motores.

Entradas populares