Al menos 65.000 personas huyen de Faluya y Ramadi por la violencia
Al menos 65.000 personas han huido de las ciudades de Faluya y Ramadi, al oeste de Bagdad, huyendo de la violencia, según ha indicado este viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ha precisado que desde principios de año hay más de 140.000 desplazados en la provincia de Anbar (centro).
Según el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, que ha citado datos del Ministerio de Desplazados y Migración iraquí, "este es el mayor desplazamiento en Irak desde la ola de violencia sectaria de 2006-2008". Además, viene a sumarse a los "1,13 millones de desplazados" que ya hay en el país, la mayoría de los cuales viven en las provincias de Bagdad, Diyala y Nínive.
De acuerdo con la información aportada tanto por residentes en Anbar como por personal de ACNUR, muchos civiles no pueden abandonar las zonas afectadas por el conflicto, en las que hay escasez de alimentos y combustible, ha relatado Edwards en un comunicado.
El Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), un grupo vinculado a Al Qaeda y que también está activo en el conflicto sirio, se hizo con el control de Faluya con apoyo de otros grupos suníes el pasado 1 de enero. Asimismo, también se hizo con el control de Ramadi, pero las fuerzas gubernamentales consiguieron recuperar la ciudad.
La mayoría de los nuevos desplazados "permanecen a las afueras de Faluya, acogidos por familiares o en escuelas, mezquitas y hospitales, donde se están agotando los recursos", ha explicado el portavoz, que ha subrayado que las familias de acogida también tienen problemas para atender a los desplazados.
Aunque ACNUR y otras agencias de la ONU, así como el Gobierno iraquí, han conseguido hacer llevar ayuda a la zona, "todavía muchos de los desplazados necesitan desesperadamente alimentos, atención médica y otra ayuda". Además, "dado que la inseguridad se ha extendido, muchas familias que huyeron hace semanas han vuelto a desplazarse", ha resaltado.
Así las cosas, la ONU ha pedido al Gobierno iraquí que "facilite la apertura de un corredor humanitario para llegar a los desplazados y a las familias atrapadas en Anbar". Por otra parte, aunque "establecer campamentos para los nuevos desplazados no es nuestra opción preferida y podría prolongar el desplazamiento", ACNUR está dispuesto a suministrar tiendas de campaña y otras ayudas al Gobierno iraquí si opta por ello.