Ya funciona el mecanismo de vigilancia de fronteras de la UE
Bruselas, EP
El sistema europeo de vigilancia de fronteras EUROSUR, con el que la Unión Europea espera ayudar a evitar tragedias como la de la isla italiana de Lampedusa --que acabó con la vida de más de 300 inmigrantes el pasado 3 de octubre--, comenzará a estar operativo este lunes.
El sistema busca contribuir a salvar vidas de inmigrantes que intentan llegar a las costas europeas a partir del intercambio de información en tiempo real y el refuerzo de la cooperación entre los Estados miembros para identificar, así como localizar de forma más rápida a las embarcaciones en situación de naufragio. También aspira a detectar antes las nuevas rutas de la inmigración irregular y mejorar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado transfronterizo, incluido el narcotráfico, el contrabando y el tráfico humano.
Los Estados miembros deberán informarse entre ellos y a Frontex de incidentes que ocurran en sus fronteras terrestres o marítimas externas como la detección de una embarcación en alta mar, así como la situación de sus patrullas o activos militares desplegados en la zona, a través de los centros de coordinación nacionales a fin de garantizar que todos los países cuentan con la información necesaria para actuar con mayor rapidez y facilitar la coordinación de sus actividades.
Sus datos serán posteriormente centralizados por Frontex, que facilitará una imagen de situación a nivel europeo para facilitar precisamente las tareas de cooperación y coordinación, especialmente entre países vecinos, por ejemplo entre España y Portugal.
La comisaria del Interior, Cecilia Malmström, ha saludado el lanzamiento del sistema porque "es una respuesta verdaderamente europea para salvar vidas de inmigrantes que viajan en embarcaciones saturadas y no aptas y evitar más tragedias en el Mediterráneo, así como para parar lanchas rápidas que transportan drogas" --dado que EUROSUR ofrece "un marco" para el intercambio de información en tiempo real-- y facilitar los esfuerzos coordinados entre los países y las agencias de la UE, como la agencia de control de fronteras externas Frontex.
Su portavoz, Michele Cercone, ha explicado en rueda de prensa que el sistema ayudará a impedir que los Estados miembros se desentiendan de operaciones de rescate y salvamento de los Estados miembros.
"Toda la información estará disponible y ningún Estado miembro podrá decir en el futuro que esto no nos compete o no hemos visto o no estábamos al tanto" de embarcaciones, ha explicado.
"Si las autoridades nacionales identifican una situación donde no son capaces de abordar o piensan que no pueden o para intervenir a tiempo, pueden pedir la cooperación a otros Estados miembros o en el marco de Frontex. Este es el valor del sistema", ha explicado, dejando claro que son los países los responsables de determinar qué medios despliegan y donde.
NO SE USARÁN 'DRONES' PARA LA VIGILANCIA
Cercone ha dejado claro que el sistema no utilizará sistemas aéreos no tripulados o 'drones' para la vigilancia de embarcaciones o puntos de entrada de la inmigración irregular porque no están autorizados en el espacio civil aéreo europeo por lo que "no tiene sentido" su uso por el momento.
Además, para reforzar el control y protección, las fronteras terrestres y marítimas externas de los Estados miembros han sido divididas en secciones, dependiendo de su riesgo y tráfico, alto, medio o elevado. Ello permitirá identificar "los puntos calientes" en las fronteras externas y facilitar la reacción a nivel nacional y, si necesario, europeo también.
La principal novedad de estos centros de coordinación nacionales, que constituyen la espina dorsal del sistema, es que por primera vez los distintos cuerpos en los Estados miembros que tienen responsabilidad en el control de fronteras -guardacostas, agentes de aduanas, Armada y Policía-- trabajarán de forma conjunta desde un mismo punto.
PAÍSES YA CONECTADOS, ENTRE ELLOS ESPAÑA
El sistema comenzará a funcionar en España, Italia, Malta, Francia, Bulgaria, Croacia, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia, además de Noruega, que no forma parte de la UE desde el 2 de diciembre dado que sus centros ya están conectados con Frontex y que han sido identificados como los países sometidos a una mayor presión migratoria.
Por su parte, Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos y Suecia, así como Islandia, Liechtenstein y Suiza, se sumarán al sistema a partir del 1 de diciembre de 2014.
Reino Unido e Irlanda podrán cooperar de forma regional aunque no forman parte de EUROSUR como tal, dado que tampoco forman parte del espacio sin fronteras europeo Schengen.
La Comisión Europea ha cofinanciado hasta el 75% los centros de coordinación nacionales para la puesta en marcha del sistema, cuyo coste final será menor a los 244 millones de euros previstos para su funcionamiento y mantenimiento entre 2014 y 2020, según fuentes comunitarias.
La idea fundamental detrás del nuevo sistema es mejorar la capacidad analítica de la situación y mejorar la capacidad de reacción y respuesta, facilitando el despliegue de medios necesarios de forma más rápida in situ y reforzar la cooperación entre los países, que siguen siendo los responsables en última instancia de desplegar buques, aviones u otros medios.
La normativa que regula EUROSUR deja claro que los Estados miembros y Frontex deberán respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución de los inmigrantes a su país de origen. Además, deberán dar prioridad a los menores no acompañados y las personas en necesidad de asistencia médica urgente.
El sistema europeo de vigilancia de fronteras EUROSUR, con el que la Unión Europea espera ayudar a evitar tragedias como la de la isla italiana de Lampedusa --que acabó con la vida de más de 300 inmigrantes el pasado 3 de octubre--, comenzará a estar operativo este lunes.
El sistema busca contribuir a salvar vidas de inmigrantes que intentan llegar a las costas europeas a partir del intercambio de información en tiempo real y el refuerzo de la cooperación entre los Estados miembros para identificar, así como localizar de forma más rápida a las embarcaciones en situación de naufragio. También aspira a detectar antes las nuevas rutas de la inmigración irregular y mejorar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado transfronterizo, incluido el narcotráfico, el contrabando y el tráfico humano.
Los Estados miembros deberán informarse entre ellos y a Frontex de incidentes que ocurran en sus fronteras terrestres o marítimas externas como la detección de una embarcación en alta mar, así como la situación de sus patrullas o activos militares desplegados en la zona, a través de los centros de coordinación nacionales a fin de garantizar que todos los países cuentan con la información necesaria para actuar con mayor rapidez y facilitar la coordinación de sus actividades.
Sus datos serán posteriormente centralizados por Frontex, que facilitará una imagen de situación a nivel europeo para facilitar precisamente las tareas de cooperación y coordinación, especialmente entre países vecinos, por ejemplo entre España y Portugal.
La comisaria del Interior, Cecilia Malmström, ha saludado el lanzamiento del sistema porque "es una respuesta verdaderamente europea para salvar vidas de inmigrantes que viajan en embarcaciones saturadas y no aptas y evitar más tragedias en el Mediterráneo, así como para parar lanchas rápidas que transportan drogas" --dado que EUROSUR ofrece "un marco" para el intercambio de información en tiempo real-- y facilitar los esfuerzos coordinados entre los países y las agencias de la UE, como la agencia de control de fronteras externas Frontex.
Su portavoz, Michele Cercone, ha explicado en rueda de prensa que el sistema ayudará a impedir que los Estados miembros se desentiendan de operaciones de rescate y salvamento de los Estados miembros.
"Toda la información estará disponible y ningún Estado miembro podrá decir en el futuro que esto no nos compete o no hemos visto o no estábamos al tanto" de embarcaciones, ha explicado.
"Si las autoridades nacionales identifican una situación donde no son capaces de abordar o piensan que no pueden o para intervenir a tiempo, pueden pedir la cooperación a otros Estados miembros o en el marco de Frontex. Este es el valor del sistema", ha explicado, dejando claro que son los países los responsables de determinar qué medios despliegan y donde.
NO SE USARÁN 'DRONES' PARA LA VIGILANCIA
Cercone ha dejado claro que el sistema no utilizará sistemas aéreos no tripulados o 'drones' para la vigilancia de embarcaciones o puntos de entrada de la inmigración irregular porque no están autorizados en el espacio civil aéreo europeo por lo que "no tiene sentido" su uso por el momento.
Además, para reforzar el control y protección, las fronteras terrestres y marítimas externas de los Estados miembros han sido divididas en secciones, dependiendo de su riesgo y tráfico, alto, medio o elevado. Ello permitirá identificar "los puntos calientes" en las fronteras externas y facilitar la reacción a nivel nacional y, si necesario, europeo también.
La principal novedad de estos centros de coordinación nacionales, que constituyen la espina dorsal del sistema, es que por primera vez los distintos cuerpos en los Estados miembros que tienen responsabilidad en el control de fronteras -guardacostas, agentes de aduanas, Armada y Policía-- trabajarán de forma conjunta desde un mismo punto.
PAÍSES YA CONECTADOS, ENTRE ELLOS ESPAÑA
El sistema comenzará a funcionar en España, Italia, Malta, Francia, Bulgaria, Croacia, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia, además de Noruega, que no forma parte de la UE desde el 2 de diciembre dado que sus centros ya están conectados con Frontex y que han sido identificados como los países sometidos a una mayor presión migratoria.
Por su parte, Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos y Suecia, así como Islandia, Liechtenstein y Suiza, se sumarán al sistema a partir del 1 de diciembre de 2014.
Reino Unido e Irlanda podrán cooperar de forma regional aunque no forman parte de EUROSUR como tal, dado que tampoco forman parte del espacio sin fronteras europeo Schengen.
La Comisión Europea ha cofinanciado hasta el 75% los centros de coordinación nacionales para la puesta en marcha del sistema, cuyo coste final será menor a los 244 millones de euros previstos para su funcionamiento y mantenimiento entre 2014 y 2020, según fuentes comunitarias.
La idea fundamental detrás del nuevo sistema es mejorar la capacidad analítica de la situación y mejorar la capacidad de reacción y respuesta, facilitando el despliegue de medios necesarios de forma más rápida in situ y reforzar la cooperación entre los países, que siguen siendo los responsables en última instancia de desplegar buques, aviones u otros medios.
La normativa que regula EUROSUR deja claro que los Estados miembros y Frontex deberán respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución de los inmigrantes a su país de origen. Además, deberán dar prioridad a los menores no acompañados y las personas en necesidad de asistencia médica urgente.