Vuelve la calma en Argentina tras los saqueos que dejaron al menos dos muertos

Argentina, dpa
La provincia de Córdoba, en el centro de la Argentina, comenzó a retomar la calma tras los saqueos e incidentes violentos que dejaron dos muertos y más de 200 heridos durante la madrugada, en medio de una huelga de la Policía que luego fue levantada.
Los disturbios más graves se produjeron cuando jóvenes organizados en grupos o motocicletas arrasaron con mercados, comercios de ropa, electrodomésticos y hasta una joyería. También asaltaron viviendas particulares.


Algunos comerciantes confrontaron los ataques a los tiros, según testigos, y hubo vecinos que armaron barricadas en esquinas céntricas donde exhibieron armas de fuego y palos.

La policía acordó un aumento salarial en Córdoba y levantó la huelga con la promesa de salir “a perseguir a todos los delincuentes y saqueadores” que ante la ausencia de efectivos provocaron desmanes.

Más de 50 supermercados y cientos de comercios y hasta viviendas particulares fueron saqueados
El acuerdo fue anunciado por el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y fue celebrado por los cerca de 8.000 policías del distrito que estaban autoacuartelados desde la mañana del martes.

“Nuestra fuerza policial sale, por pedido del Poder Judicial y de este gobernador, a perseguir a todos los delincuentes y saqueadores”, dijo De la Sota, quien pidió las filmaciones para “instruir causas en contra de cada uno de ellos para que ninguno quede impune”.

Más de 50 supermercados y cientos de comercios y hasta viviendas particulares fueron saqueados desde la tarde del martes en medio de la huelga policial que vació de agentes las calles de la segunda ciudad más importante de la Argentina, con más de 1,3 millones de habitantes y ubicada 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

Los desmanes dejaron al menos dos muertos y más de 250 heridos, 110 de ellos por disparos, informaron los hospitales municipales y el intendente (alcalde) de la ciudad de Córdoba, Ramón Mestre.

“No fue un estallido social, operaron bandas de delincuentes organizados que aprovecharon la ausencia policial“, dijo De la Sota.

“Espero que en las próximas horas reine la tranquilidad que merecemos. Los cordobeses no merecemos que nos discriminen, que nos maltraten, que nos ‘ninguneen’”, declaró el gobernador peronista, crítico del Ejecutivo nacional encabezado por Cristina Fernández de Kirchner. “Hay algunos que no nos consideran parte de la República Argentina”, denunció.

El gobierno nacional no envió fuerzas federales de seguridad a Córdoba pese a que los primeros saqueos a algunos supermercados en la tarde del martes se expandieron en la noche a todo tipo de comercios.

Con la caída de la noche se multiplicaron los robos a comercios de todo tipo
Hace casi un año, cuando hubo saqueos en la patagónica ciudad de San Carlos de Bariloche, el gobierno nacional envió ese mismo día efectivos de Gendarmería para normalizar la situación.

“Intentamos por todos los medios, hemos llamado a todos los miembros del Gabinete para tratar de obtener una respuesta que no hemos tenido”, aseveró el gobernador, quien regresó en la madrugada a la Argentina al interrumpir un viaje al exterior por la crisis.

“Todo esto se hubiera evitado teniendo a la Gendarmería a 50 kilómetros como la tenemos en (la base de la localidad cordobesa de) Jesús María, si nos hubieran atendido anoche. Buena parte de lo que ocurrió se hubiera evitado o minimizado”, afirmó De la Sota en declaraciones a radio Continental de Buenos Aires.

El jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, consideró que la huelga de la policía era un conflicto “excluyente y exclusivo” de Córdoba: “Es muy fácil eludir los compromisos y responsabilidades y transmitírselos a otros”.

El jefe de ministros aseguró no haber recibido en su teléfono “ningún llamado”. Horas más tarde, el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, anunció el envío de 2.000 gendarmes (policía de frontera), que luego suspendió tras el acuerdo con la policía.

En medio de la huelga y la disputa política, los cordobeses vivieron horas de terror. Primero fueron saqueados supermercados en las afueras. Con la caída de la noche se multiplicaron los robos a comercios de todo tipo. Vaciaron supermercados, jugueterías, negocios de motocicletas, sucursales de telefonía celular y comercios de artículos deportivos, entre otros.

Córdoba se paralizó: se suspendieron las clases, se decretó asueto administrativo y no circuló el transporte
También hubo robos en casas particulares, pese a que muchos armaron barricadas detrás de las puertas para evitar los asaltos.

“No tenemos la culpa de los problemas entre los gobiernos, no nos pueden dejar así. Yo no le robo a nadie, me paso trabajando todos los días de mi vida, pago todos mis impuestos”, lamentó entre llantos una mujer cuya vivienda fue saqueada. La familia se tuvo que refugiar dentro del baño para evitar ser lastimados por los delincuentes.

El obispo auxiliar de Córdoba, Pedro Torres, consideró que se tartó “más de saqueo y delito que un movimiento social por hambre”.

Mientras, la ciudad de Córdoba se paralizó: se suspendieron las clases, se decretó asueto administrativo y no circuló el transporte público. En tanto, la mayoría de los comercios que sobrevivieron a los saqueos decidieron no abrir. Las estaciones de servicio y los bancos no atendieron al público.

Los policías comenzaron después del mediodía a regresar a sus funciones. “Les pido disculpas a todos los cordobeses”, expresó un agente ante las cámaras de televisión. “Lamento mucho lo que pasó”, sostuvo el policía, quien calificó de “histórico” el acuerdo salarial firmado con el gobierno provincial.

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