Un forense suizo cuestiona el informe francés sobre la muerte de Arafat
Ginebra, EP
Uno de los forenses suizos que analizó los restos del exlíder palestino Yasir Arafat ha cuestionado el informe difundido esta semana por un grupo de expertos franceses y que concluye, de forma categórica, que el dirigente no murió envenenado con polonio 210.
Un grupo de expertos suizos indicó el mes pasado que los exámenes realizados a los restos del desaparecido dirigente palestino encajaban con un posible envenenamiento con polonio, aunque no confirmaron que ésta fuese la causa de la muerte.
El martes, los forenses franceses a los que también se había encargado un análisis de los restos descartaron por completo el envenenamiento. Este nuevo informe explica que los niveles de polonio 210 y de "otras sustancias radiactivas" como el plomo encajan con un "origen ambiental natural".
El director del instituto de radiofísica de la Hospital Universitario de Lausana, François Bochud, ha explicado que los niveles de toxicidad detectados --una veintena de veces superiores a los normales-- coinciden en ambos estudios.
"Cuando nosotros intentamos explicar el origen de lo observado, llegamos a diferentes conclusiones porque fuimos más allá", ha explicado Bochud en declaraciones a Reuters. En este sentido, el científico suizo ha considerado un "argumento débil" que el polonio y el plomo detectados se deba a una contaminación ambiental.
Las posibles causas naturales que se barajan es el consumo de tabaco de Arafat, su contacto con armas y equipos con pintura reflectante que contuviese radio o la presencia de gas radón en su tumba.
Bochud ha descartado estas teorías asegurando que el tabaquismo no habría causado una toxicidad tan alta, no se han encontrado trazas de radio y el radón que pudiese estar presente en la zona donde Arafat está enterrado sería similar a la de cualquier otra tumba.
"Llegamos a la conclusión de que podríamos explicar los elevados niveles de polonio 210 y plomo 210 por la presencia de radón", pero "lo descartamos por el nivel de los valores medidos", ha dicho Bochud. Además, el forense suizo ha explicado que limpiaron los huesos para "excluir la contaminación" de la tumba.
"Si todo se puede explicar por la presencia de radón, ¿por qué detectamos una actividad (tóxica) mucho mayor en el cuero cabelludo que en el sudario?", ha preguntado Bochud.
Queda por conocer un tercer informe, elaborado por expertos rusos que también participaron en la exhumación de los restos de Arafat. Sin embargo, un investigador palestino ya ha adelantado que este tercer grupo no habría encontrado suficientes pruebas para apoyar la teoría del envenenamiento.
Arafat falleció en un hospital francés en noviembre de 2004, cuatro semanas después de caer enfermo con vómitos y dolor de estómago. Al menos hasta ahora, la causa oficial de la muerte es fallo multiorgánico, si bien los médicos que atendieron a Arafat fueron incapaces de determinar el origen de su enfermedad y no se realizó ninguna autopsia al cuerpo.
Uno de los forenses suizos que analizó los restos del exlíder palestino Yasir Arafat ha cuestionado el informe difundido esta semana por un grupo de expertos franceses y que concluye, de forma categórica, que el dirigente no murió envenenado con polonio 210.
Un grupo de expertos suizos indicó el mes pasado que los exámenes realizados a los restos del desaparecido dirigente palestino encajaban con un posible envenenamiento con polonio, aunque no confirmaron que ésta fuese la causa de la muerte.
El martes, los forenses franceses a los que también se había encargado un análisis de los restos descartaron por completo el envenenamiento. Este nuevo informe explica que los niveles de polonio 210 y de "otras sustancias radiactivas" como el plomo encajan con un "origen ambiental natural".
El director del instituto de radiofísica de la Hospital Universitario de Lausana, François Bochud, ha explicado que los niveles de toxicidad detectados --una veintena de veces superiores a los normales-- coinciden en ambos estudios.
"Cuando nosotros intentamos explicar el origen de lo observado, llegamos a diferentes conclusiones porque fuimos más allá", ha explicado Bochud en declaraciones a Reuters. En este sentido, el científico suizo ha considerado un "argumento débil" que el polonio y el plomo detectados se deba a una contaminación ambiental.
Las posibles causas naturales que se barajan es el consumo de tabaco de Arafat, su contacto con armas y equipos con pintura reflectante que contuviese radio o la presencia de gas radón en su tumba.
Bochud ha descartado estas teorías asegurando que el tabaquismo no habría causado una toxicidad tan alta, no se han encontrado trazas de radio y el radón que pudiese estar presente en la zona donde Arafat está enterrado sería similar a la de cualquier otra tumba.
"Llegamos a la conclusión de que podríamos explicar los elevados niveles de polonio 210 y plomo 210 por la presencia de radón", pero "lo descartamos por el nivel de los valores medidos", ha dicho Bochud. Además, el forense suizo ha explicado que limpiaron los huesos para "excluir la contaminación" de la tumba.
"Si todo se puede explicar por la presencia de radón, ¿por qué detectamos una actividad (tóxica) mucho mayor en el cuero cabelludo que en el sudario?", ha preguntado Bochud.
Queda por conocer un tercer informe, elaborado por expertos rusos que también participaron en la exhumación de los restos de Arafat. Sin embargo, un investigador palestino ya ha adelantado que este tercer grupo no habría encontrado suficientes pruebas para apoyar la teoría del envenenamiento.
Arafat falleció en un hospital francés en noviembre de 2004, cuatro semanas después de caer enfermo con vómitos y dolor de estómago. Al menos hasta ahora, la causa oficial de la muerte es fallo multiorgánico, si bien los médicos que atendieron a Arafat fueron incapaces de determinar el origen de su enfermedad y no se realizó ninguna autopsia al cuerpo.