“Michael Schumacher sufre graves lesiones cerebrales”

El equipo de doctores que atienden al expiloto alemán consideran que su estado es muy crítico y confirman que sufre “lesiones cerebrales extremadamente graves” ● La Justicia francesa abre una investigación para aclarar las causas del accidente


Oriol Puigdemon
Barcelona, El País
Michael Schumacher, el mito más grande que ha dado nunca el automovilismo, se debate entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Grenoble (CHU), en Francia. A punto de cumplir 45 años, el piloto más exitoso de la F-1 —siete títulos mundiales, 91 victorias, 155 podios, 68 pole position y 77 vueltas rápidas en su hoja de servicios—, sigue en estado muy crítico a raíz del accidente que sufrió el domingo mientras esquiaba en la estación de Méribel, en los Alpes franceses, en el que se golpeó la cabeza contra una roca. Los doctores del centro médico, los mismos que le operaron aquella misma tarde para reducirle una hemorragia cerebral, dieron el punto de vista clínico, aunque en ningún momento quisieron dar un pronóstico. De todos modos, sí quisieron dejar claro que las lesiones internas que padece Schumacher son “extremadamente graves”.


Durante 15 minutos y en una sala de prensa abarrotada, Stephane Chabardes (neurocirujano), Marc Penaud (subdirector), Jean-Francois Payen (jefe de anestesia y reanimación) y Emmanuel Gay (responsable de neurocirugía), desvelaron algunas dudas, aunque la incertidumbre ni mucho menos desapareció, más bien al contrario. Los facultativos señalaron que de no haber llevado el casco, el desenlace hubiera sido mucho peor: “Con toda probabilidad no habría llegado vivo hasta aquí”. Uno de los miembros del equipo de rescate declaró al diario sensacionalista Bild que el casco estaba partido por la mitad y que había mucha sangre.

“El paciente se encuentra en una situación crítica. Su pronóstico vital está comprometido. Su estado es muy grave”, anunció Jean-François Payen, que precisó que Schumacher estaba en coma y en hipotermia —“controlamos su temperatura corporal entre 34 y 37 grados”, dijo—, unas condiciones creadas de forma artificial para tratar de aumentar al máximo las posibilidades de éxito a base de reducir la presión intracraneal y los estímulos cerebrales. Chabardes explicó también que los resultados del escáner que se le realizó nada más llegar descubrieron varios hematomas intracraneales y un edema cerebral difuso, todo ello fruto del traumatismo. Nadie quiso hacer una descripción física de cómo se encontraba el expiloto, aunque insistieron en que el golpe fue muy fuerte y por el lado derecho del cráneo.

“Es demasiado pronto para dar detalles sobre el futuro. Su estado incluye que puede evolucionar, pero llegó con graves lesiones cerebrales. Las próximas 48 horas serán decisivas”, puntualizó Payen, que poco después, en Radio Montecarlo, cifró entre un 40% y un 45% el índice de gente que fallece precozmente después de sufrir un accidente como el del alemán. El hospital no tiene previsto realizar otro parte hasta este mediodía.

Mientras, la fiscalía de Albertville ha abierto una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias del incidente, pero ya dejó claro que descarta la implicación de terceros. De las pesquisas se encarga la Gendarmería de Alta Montaña de Bourg-Saint-Maurice, conjuntamente con la de Méribel. En un primer momento, los servicios de socorro que le atendieron consideraron que el origen fue un “error técnico”. Resulta que este fin de semana murieron cinco esquiadores en las montañas francesas, todos ellos fuera de pista.

El paso de las horas provocó que los alrededores del CHU se fueran llenando de aficionados que se acercaban con la intención de transmitirle a su ídolo todas sus fuerzas. Además de los gestos espontáneos, familiares y amigos de Schumacher también fueron llegando. Corinna, su mujer, y Mick y Gina María, los hijos de ambos, permanecieron con él en todo momento. A ellos se les unió Ralph, hermano de Michael, y Rolf, el padre. Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y Ross Brawn, quien fue su jefe tanto Ferrari como en Mercedes, también quisieron trasladarse hasta Grenoble, y lo mismo hizo Johannes Peil, el doctor personal del corredor, que se desplazó en coche desde Alemania.

En un comunicado emitido por Sabine Kehm, la portavoz que siempre ha acompañado a Schumacher, la familia quiso agradecer el esfuerzo de los médicos y las muestras de cariño al tiempo que también pidió respeto y privacidad. “Nos gustaría dar las gracias al equipo que sabemos que hacen todo lo posible para ayudar a Michael. Y también a la gente de todo el mundo que ha expresado su simpatía y enviado sus mejores deseos para la recuperación de Michael. Nos gustaría pedir a los medios de comunicación que respeten nuestra privacidad y la de nuestros amigos, y darles las gracias por su apoyo”, se leía en la nota. La expectación hizo que las medidas de seguridad y de control de la clínica se multiplicaron y, por ejemplo, al personal de enfermería se le prohibió el uso de los teléfonos móviles.

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