Madiba y su talento para la escritura
Johanesburgo, DPA
El ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela quien fuera un acérrimo defensor de la inclusión social, lo que lo llevó a cobrar trascendencia tras la creación del Partido Nacional Sudafricano en 1948, con su política de segregación racial, (el apartheid), en la denominada Campaña de desobediencia civil de 1952, fue además un hombre con un inmenso talento para la escritura.
A través de sus pensamientos, reflejó una filosofía de vida muy clara y definida. En ese marco, a continuación plasmamos algunas de las frases que profirió a lo largo de su vida, muchas de ellas basadas en sus años de cautiverio.
Nelson Mandela fue encarcelado en la prisión de Robben Island, donde permaneció dieciocho de sus veintisiete años de presidio. Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica. En prisión, él y otros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de reclusión eran muy rigurosas. Mandela, como prisionero del grupo más bajo de la clasificación, sólo tenía permitido recibir una visita y una carta cada seis meses. Las cartas, si llegaban, eran a menudo retrasadas durante largos períodos y leídas por los censores de la prisión.
La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad.
Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre.
Si tengo que morir, declaro para todos los que quieran saberlo que iré al encuentro de mi destino como un hombre.
Tenía cáncer de próstata y lo comenté con mis amigos en la cárcel. Mirad – dije – creo que mejor lo anunciaré públicamente yo mismo, porque si voy al médico la gente empezará a murmurar: ¿Sabías que Mandela tiene cáncer?
Estoy seguro de que si voy al cielo me dirán, ¿quién eres? Yo diré: Bueno, soy Madiba. ¿De Qunu? Yo diré: Sí. Entonces ellos me dirán: ¿Cómo pretendes entrar aquí con todos tus pecados? Me dirán: Márchate, por favor, llama a las puertas del infierno, puede que allí te acepten.
Me dolió muchísimo no poder presentar mis respetos, mis últimos respetos ni a mi madre ni a mi hijo mayor. Una experiencia demoledora fue la muerte de mi hijo mayor en un accidente de coche. Además de mi hijo era mi amigo.
No quiero ser presentado de forma que se omitan los puntos negros de mi vida.
La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia.
Necesitamos situar la erradicación de la pobreza en el primer lugar de las prioridades mundiales. Hemos de tener claro que todos compartimos una humanidad común y que nuestra diversidad en todo el mundo es la mayor fortaleza de nuestro futuro conjunto.
La acción de las masas tiene la capacidad de derrocar gobiernos.
El sostén de todos mis sueños es la sabiduría colectiva de toda la humanidad en su conjunto.
El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales.
La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en médico, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación.
No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños
Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades.
Nunca me he preocupado demasiado por los premios individuales. Un hombre no se convierte en un luchador por la libertad con la esperanza de ganar premios.
Tanto si cambias las sábanas como si suturas heridas, preparas la comida o dispensas medicamentos, está en tus manos ayudar a construir un servicio público digno de todos aquellos que dan sus vidas por el sueño de la democracia (1998).
Una familia feliz es un pilar importante para cualquier hombre público. Pocas personas son tan esenciales o tan peligrosas para el éxito o el fracaso de un político como una buena esposa o una amiguita.
Seré uno más entre los ancianos de nuestra sociedad, seré uno más de los habitantes de la población rural, uno preocupado por los niños y los jóvenes de nuestro país; y seré un ciudadano del mundo comprometido, mientras tenga fuerzas, con la tarea de conseguir una vida mejor para las personas en todas partes.
Es el deber de los periodistas examinar la conducta de las figuras públicas y exponerla a la luz.
En este mundo moderno globalizado cada uno de nosotros somos el guardián de nuestro hermano y de nuestra hermana. Hemos fallado demasiado a menudo en esta obligación moral.
Cuando decidimos tomar las armas fue porque la única opción restante era rendirse y someterse a la esclavitud.
En mi modesta medida, he cumplido con mi deber con mi país y con mi pueblo.
Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí.
La gente acabará matándome de amor porque todos quieren tocarme y abrazarme, por lo que debo protegerme de los que me siguen, de los que me admiran. Esto es para mí una fuente de gran pesar.
Tenemos sentido del humor porque creemos que es nuestro deber hacer que la gente se olvide de sus problemas.
Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz.
Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo.
Durante mi vida me he dedicado a esta lucha del pueblo africano. He batallado contra la dominación blanca y también contra la dominación negra. He albergado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas convivan en armonía y en igualdad de oportunidades. Es un ideal que tengo la esperanza de alcanzar en vida. Pero, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto morir.
Si yo soy tu líder tienes que escucharme. Y si no quieres escucharme lo que tienes que hacer es abandonarme como líder.
Siempre parece imposible hasta que se hace.
La mayor gloria en la vida no consiste en no caer, sino en levantarnos cada vez que caemos.
No hay nada como volver a un lugar que parece no haber cambiado para descubrir en qué cosas has cambiado tú mismo.
Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos.
El arma más potente no es la violencia sino hablar con la gente.
La honradez, la sinceridad, la sencillez, la humildad, la generosidad sin esperar nada a cambio, la falta de vanidad, la buena disposición para ayudar al prójimo (cualidades muy al alcance de todo ser) son la basa de la vida espiritual de una persona.
El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa.
Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con él, entonces se vuelve tu compañero.
Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino quien conquista ese miedo.
Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Lo que yo hago es desarrollar un programa que ya está ahí, que está trazado para mí.
Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra.
No olvides nunca que un santo es un pecador que persevera.
Una buena cabeza y un buen corazón son siempre una combinación formidable.
Si esperas las condiciones ideales, nunca se darán.
Una de las cosas más difíciles no es cambiar la sociedad sino cambiarse a uno mismo.
No dejemos nunca que las futuras generaciones nos digan que la indiferencia, el cinismo o el egoísmo nos hicieron fracasar en cumplir los ideales humanistas que condensa el Premio Nobel de la Paz.
Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión.
Si hay que decepcionar a alguien, cuanto antes mejor.
La maldad es algo que las circunstancias, el entorno o la educación inculcan o enseñan a los hombres; no es innata.
Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada.
La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario.
En la historia de la Humanidad permanecerá para siempre una mancha imborrable que recordará que el crimen del apartheid realmente tuvo lugar.
Debemos hacer fracasar los intentos por dividir a nuestro pueblo en bandos étnicos, por convertir su rica variedad en un peligro con el que perforar nuestros corazones.
Nunca he considerado a un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel.
Todos sabemos cuan tenazmente puede el racismo aferrarse a la mente y hasta qué punto puede infectar el alma humana. Allá donde se sostiene en disposiciones raciales en el orden social y material, esa terquedad puede multiplicarse por cien.
Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra.
¿Por qué en esta sala me enfrento a un magistrado blanco, soy acusado por un fiscal blanco y escoltado hasta el banquillo por un ordenanza blanco? ¿Puede alguien sugerir honesta y seriamente que en este tipo de ambiente la balanza de la justicia está equitativamente equilibrada?
Que todos nuestros esfuerzos demuestren que Martin Luther King tenía razón cuando dijo que la humanidad no puede continuar trágicamente atada en la noche sin estrellas del racismo y de la guerra.
No hay camino fácil para la libertad en ningún lugar y muchos de nosotros tendremos que pasar por el valle de las sombras una y otra vez antes de llegar a la cima de la montaña de nuestros sueños.
Dejad que la libertad reine. El sol nunca ha iluminado un logro humano más glorioso.
Un hombre que le arrebata la libertad a otro es un prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes del prejuicio y de la estrechez mental.
Ser libre no es sólo liberarse de las propias cadenas, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás.
La libertad es inútil si la gente no puede llenar de comida sus estómagos, si no puede tener refugio, si el analfabetismo y las enfermedades siguen persiguiéndoles.
Yo no nací con hambre de ser libre, yo nací libre, libre en cualquier sentido que yo pueda entender.
El dinero no va a crear éxito, la libertad lo hará.
Cuando fui a la cárcel, me resigné al hecho de que no tendría ninguna oportunidad para la expresión sexual y que tendría que lidiar con eso.
No acostumbro a usar las palabras a la ligera. Si 27 años en prisión nos han enseñado algo, ha sido llegar a entender, desde el silencio de la soledad, hasta qué punto las palabras son preciosas y hasta qué punto el lenguaje verdadero tiene su impacto en la forma en que la gente vive y muere.
El ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela quien fuera un acérrimo defensor de la inclusión social, lo que lo llevó a cobrar trascendencia tras la creación del Partido Nacional Sudafricano en 1948, con su política de segregación racial, (el apartheid), en la denominada Campaña de desobediencia civil de 1952, fue además un hombre con un inmenso talento para la escritura.
A través de sus pensamientos, reflejó una filosofía de vida muy clara y definida. En ese marco, a continuación plasmamos algunas de las frases que profirió a lo largo de su vida, muchas de ellas basadas en sus años de cautiverio.
Nelson Mandela fue encarcelado en la prisión de Robben Island, donde permaneció dieciocho de sus veintisiete años de presidio. Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica. En prisión, él y otros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de reclusión eran muy rigurosas. Mandela, como prisionero del grupo más bajo de la clasificación, sólo tenía permitido recibir una visita y una carta cada seis meses. Las cartas, si llegaban, eran a menudo retrasadas durante largos períodos y leídas por los censores de la prisión.
La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad.
Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre.
Si tengo que morir, declaro para todos los que quieran saberlo que iré al encuentro de mi destino como un hombre.
Tenía cáncer de próstata y lo comenté con mis amigos en la cárcel. Mirad – dije – creo que mejor lo anunciaré públicamente yo mismo, porque si voy al médico la gente empezará a murmurar: ¿Sabías que Mandela tiene cáncer?
Estoy seguro de que si voy al cielo me dirán, ¿quién eres? Yo diré: Bueno, soy Madiba. ¿De Qunu? Yo diré: Sí. Entonces ellos me dirán: ¿Cómo pretendes entrar aquí con todos tus pecados? Me dirán: Márchate, por favor, llama a las puertas del infierno, puede que allí te acepten.
Me dolió muchísimo no poder presentar mis respetos, mis últimos respetos ni a mi madre ni a mi hijo mayor. Una experiencia demoledora fue la muerte de mi hijo mayor en un accidente de coche. Además de mi hijo era mi amigo.
No quiero ser presentado de forma que se omitan los puntos negros de mi vida.
La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia.
Necesitamos situar la erradicación de la pobreza en el primer lugar de las prioridades mundiales. Hemos de tener claro que todos compartimos una humanidad común y que nuestra diversidad en todo el mundo es la mayor fortaleza de nuestro futuro conjunto.
La acción de las masas tiene la capacidad de derrocar gobiernos.
El sostén de todos mis sueños es la sabiduría colectiva de toda la humanidad en su conjunto.
El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales.
La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en médico, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación.
No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños
Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades.
Nunca me he preocupado demasiado por los premios individuales. Un hombre no se convierte en un luchador por la libertad con la esperanza de ganar premios.
Tanto si cambias las sábanas como si suturas heridas, preparas la comida o dispensas medicamentos, está en tus manos ayudar a construir un servicio público digno de todos aquellos que dan sus vidas por el sueño de la democracia (1998).
Una familia feliz es un pilar importante para cualquier hombre público. Pocas personas son tan esenciales o tan peligrosas para el éxito o el fracaso de un político como una buena esposa o una amiguita.
Seré uno más entre los ancianos de nuestra sociedad, seré uno más de los habitantes de la población rural, uno preocupado por los niños y los jóvenes de nuestro país; y seré un ciudadano del mundo comprometido, mientras tenga fuerzas, con la tarea de conseguir una vida mejor para las personas en todas partes.
Es el deber de los periodistas examinar la conducta de las figuras públicas y exponerla a la luz.
En este mundo moderno globalizado cada uno de nosotros somos el guardián de nuestro hermano y de nuestra hermana. Hemos fallado demasiado a menudo en esta obligación moral.
Cuando decidimos tomar las armas fue porque la única opción restante era rendirse y someterse a la esclavitud.
En mi modesta medida, he cumplido con mi deber con mi país y con mi pueblo.
Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí.
La gente acabará matándome de amor porque todos quieren tocarme y abrazarme, por lo que debo protegerme de los que me siguen, de los que me admiran. Esto es para mí una fuente de gran pesar.
Tenemos sentido del humor porque creemos que es nuestro deber hacer que la gente se olvide de sus problemas.
Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz.
Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo.
Durante mi vida me he dedicado a esta lucha del pueblo africano. He batallado contra la dominación blanca y también contra la dominación negra. He albergado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas convivan en armonía y en igualdad de oportunidades. Es un ideal que tengo la esperanza de alcanzar en vida. Pero, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto morir.
Si yo soy tu líder tienes que escucharme. Y si no quieres escucharme lo que tienes que hacer es abandonarme como líder.
Siempre parece imposible hasta que se hace.
La mayor gloria en la vida no consiste en no caer, sino en levantarnos cada vez que caemos.
No hay nada como volver a un lugar que parece no haber cambiado para descubrir en qué cosas has cambiado tú mismo.
Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos.
El arma más potente no es la violencia sino hablar con la gente.
La honradez, la sinceridad, la sencillez, la humildad, la generosidad sin esperar nada a cambio, la falta de vanidad, la buena disposición para ayudar al prójimo (cualidades muy al alcance de todo ser) son la basa de la vida espiritual de una persona.
El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa.
Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con él, entonces se vuelve tu compañero.
Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino quien conquista ese miedo.
Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Lo que yo hago es desarrollar un programa que ya está ahí, que está trazado para mí.
Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra.
No olvides nunca que un santo es un pecador que persevera.
Una buena cabeza y un buen corazón son siempre una combinación formidable.
Si esperas las condiciones ideales, nunca se darán.
Una de las cosas más difíciles no es cambiar la sociedad sino cambiarse a uno mismo.
No dejemos nunca que las futuras generaciones nos digan que la indiferencia, el cinismo o el egoísmo nos hicieron fracasar en cumplir los ideales humanistas que condensa el Premio Nobel de la Paz.
Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión.
Si hay que decepcionar a alguien, cuanto antes mejor.
La maldad es algo que las circunstancias, el entorno o la educación inculcan o enseñan a los hombres; no es innata.
Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada.
La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario.
En la historia de la Humanidad permanecerá para siempre una mancha imborrable que recordará que el crimen del apartheid realmente tuvo lugar.
Debemos hacer fracasar los intentos por dividir a nuestro pueblo en bandos étnicos, por convertir su rica variedad en un peligro con el que perforar nuestros corazones.
Nunca he considerado a un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel.
Todos sabemos cuan tenazmente puede el racismo aferrarse a la mente y hasta qué punto puede infectar el alma humana. Allá donde se sostiene en disposiciones raciales en el orden social y material, esa terquedad puede multiplicarse por cien.
Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra.
¿Por qué en esta sala me enfrento a un magistrado blanco, soy acusado por un fiscal blanco y escoltado hasta el banquillo por un ordenanza blanco? ¿Puede alguien sugerir honesta y seriamente que en este tipo de ambiente la balanza de la justicia está equitativamente equilibrada?
Que todos nuestros esfuerzos demuestren que Martin Luther King tenía razón cuando dijo que la humanidad no puede continuar trágicamente atada en la noche sin estrellas del racismo y de la guerra.
No hay camino fácil para la libertad en ningún lugar y muchos de nosotros tendremos que pasar por el valle de las sombras una y otra vez antes de llegar a la cima de la montaña de nuestros sueños.
Dejad que la libertad reine. El sol nunca ha iluminado un logro humano más glorioso.
Un hombre que le arrebata la libertad a otro es un prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes del prejuicio y de la estrechez mental.
Ser libre no es sólo liberarse de las propias cadenas, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás.
La libertad es inútil si la gente no puede llenar de comida sus estómagos, si no puede tener refugio, si el analfabetismo y las enfermedades siguen persiguiéndoles.
Yo no nací con hambre de ser libre, yo nací libre, libre en cualquier sentido que yo pueda entender.
El dinero no va a crear éxito, la libertad lo hará.
Cuando fui a la cárcel, me resigné al hecho de que no tendría ninguna oportunidad para la expresión sexual y que tendría que lidiar con eso.
No acostumbro a usar las palabras a la ligera. Si 27 años en prisión nos han enseñado algo, ha sido llegar a entender, desde el silencio de la soledad, hasta qué punto las palabras son preciosas y hasta qué punto el lenguaje verdadero tiene su impacto en la forma en que la gente vive y muere.