El Tata, a 'contraestilo': terminó el partido sin Xavi e Iniesta
Bilbao, As
La primera derrota liguera del Barcelona del Tata Martino acrecienta aún más el ya debate existente en torno al estilo de juego a desarrollar por el club catalán. Si bien han tenido que transcurrir quince jornadas del torneo doméstico para que el líder ceda los tres puntos, que lo hiciese con Xavi e Iniesta sentados los últimos minutos del partido en el banquillo de San Mamés resulta, cuanto menos, simbólico para los más puristas, muy críticos con el técnico argentino desde que arrancó la temporada.
"Sabíamos que sin Iniesta y Xavi perderíamos control en pos de tener a los interiores con algo más de profundidad y tres delanteros natos", se justificó el de Rosario al ser preguntado en rueda de prensa por las sustituciones con el marcador en contra de los máximos exponentes de la forma de concebir el juego del Barcelona en la última década.
Pese a que el Barcelona sigue controlando la posesión del balón (ante el Athletic fue un 66%), el resultado a la hora de desarrollarla no es el mismo respecto a las últimas temporadas, en las que el equipo fue entrenado por Pep Guardiola y Tito Vilanova. A lo largo de estos últimos meses han sido varios los detalles que han dejado entrever una transición en el estilo de juego para adaptarse al librillo del técnico argentino. En ocasiones han abusado del juego directo a la hora de intentar sacar el balón desde atrás, donde ya no siempre se observa cómo los centrales se abren a las bandas para iniciar la jugada. Otra variable adoptada es la de la reducción del número de toques a la hora de elaborar el ataque y conseguir así crear peligro en el área rival, al hacer gala de una mayor verticalidad para explotar la velocidad de jugadores como Neymar o Alexis en las bandas.
Este otro camino hacia a la excelencia diseñado por Martino pasa por rotar a los puntales del equipo. Si bien es cierto que trata de proteger a Xavi y dosificarle para que llegue en un estado de forma óptima al final de temporada, llama la atención la situación de Andrés Iniesta y cómo un jugador de su calidad no goza sobre el terreno de juego de todos los minutos con los que a priori debería contar. El de Fuentealbilla ha participado en los quince partidos jugados hasta el momento en Liga, si bien únicamente disputó los 90 minutos en cuatro de ellos, saltando al terreno de juego como suplente en otros cinco y siendo sustituido en otros seis choques.
La victoria del Athletic servirá para avivar las llamas de un debate que confronta a dos maneras de diferentes de entender el fútbol a partir del control por el esférico.
La primera derrota liguera del Barcelona del Tata Martino acrecienta aún más el ya debate existente en torno al estilo de juego a desarrollar por el club catalán. Si bien han tenido que transcurrir quince jornadas del torneo doméstico para que el líder ceda los tres puntos, que lo hiciese con Xavi e Iniesta sentados los últimos minutos del partido en el banquillo de San Mamés resulta, cuanto menos, simbólico para los más puristas, muy críticos con el técnico argentino desde que arrancó la temporada.
"Sabíamos que sin Iniesta y Xavi perderíamos control en pos de tener a los interiores con algo más de profundidad y tres delanteros natos", se justificó el de Rosario al ser preguntado en rueda de prensa por las sustituciones con el marcador en contra de los máximos exponentes de la forma de concebir el juego del Barcelona en la última década.
Pese a que el Barcelona sigue controlando la posesión del balón (ante el Athletic fue un 66%), el resultado a la hora de desarrollarla no es el mismo respecto a las últimas temporadas, en las que el equipo fue entrenado por Pep Guardiola y Tito Vilanova. A lo largo de estos últimos meses han sido varios los detalles que han dejado entrever una transición en el estilo de juego para adaptarse al librillo del técnico argentino. En ocasiones han abusado del juego directo a la hora de intentar sacar el balón desde atrás, donde ya no siempre se observa cómo los centrales se abren a las bandas para iniciar la jugada. Otra variable adoptada es la de la reducción del número de toques a la hora de elaborar el ataque y conseguir así crear peligro en el área rival, al hacer gala de una mayor verticalidad para explotar la velocidad de jugadores como Neymar o Alexis en las bandas.
Este otro camino hacia a la excelencia diseñado por Martino pasa por rotar a los puntales del equipo. Si bien es cierto que trata de proteger a Xavi y dosificarle para que llegue en un estado de forma óptima al final de temporada, llama la atención la situación de Andrés Iniesta y cómo un jugador de su calidad no goza sobre el terreno de juego de todos los minutos con los que a priori debería contar. El de Fuentealbilla ha participado en los quince partidos jugados hasta el momento en Liga, si bien únicamente disputó los 90 minutos en cuatro de ellos, saltando al terreno de juego como suplente en otros cinco y siendo sustituido en otros seis choques.
La victoria del Athletic servirá para avivar las llamas de un debate que confronta a dos maneras de diferentes de entender el fútbol a partir del control por el esférico.