El Nápoles rozó el milagro con los goles de Higuaín y Callejón
Nápoles, As
Por su partido de esta noche, el Nápoles mereció seguir en la Champions. Por el torneo que ha hecho, también. Pero ni haciendo 12 puntos pudo alcanzar los octavos. Sólo al PSG en 1997 le pasó algo igual. El triple empate con el Dortmund y el Arsenal le condena a jugar la Europa League.
El Arsenal, al que bastaba un empate para ser primero, se quedó a un gol de ser eliminado y ahora será uno de los segundos peligrosos del sorteo. En la primera parte apenas sufrió, pero en la segunda fue arrollado, dejando una imagen de vulnerabilidad que ya se pudo ver frente al Everton en la Premier.
El punto de inflexión del partido fue la entrada de Insigne en el campo por un intrascendente Pandev. El extremo elevó el ritmo de su equipo hasta el punto de desdibujar por completo a los de Wenger. Primero Armero, luego Callejón y más tarde el propio Insigne probaron los reflejos de Szczesny.
En pleno acoso, Higuaín, que lo había intentado antes con la derecha, se sacó un remate con la izquierda, tras una combinación con Callejón, digno del nueve titular de la selección argentina. El 1-0 permitió que los napolitanos, que no llenaron de forma sorprendente San Paolo, soñaran con la clasificación durante 14 minutos, los que fueron del 73’ hasta el 87’, en el que marcó el Dortmund en Marsella.
El Nápoles ya se conformaba con ese 1-0 cuando tuvo que ir a por dos más. Le llegó para hacer uno. Eso sí, fue precioso. Callejón marcó de vaselina a falta de 30 segundos. El final fue cruel. No fue extraño ver llorar a Higuaín.
Por su partido de esta noche, el Nápoles mereció seguir en la Champions. Por el torneo que ha hecho, también. Pero ni haciendo 12 puntos pudo alcanzar los octavos. Sólo al PSG en 1997 le pasó algo igual. El triple empate con el Dortmund y el Arsenal le condena a jugar la Europa League.
El Arsenal, al que bastaba un empate para ser primero, se quedó a un gol de ser eliminado y ahora será uno de los segundos peligrosos del sorteo. En la primera parte apenas sufrió, pero en la segunda fue arrollado, dejando una imagen de vulnerabilidad que ya se pudo ver frente al Everton en la Premier.
El punto de inflexión del partido fue la entrada de Insigne en el campo por un intrascendente Pandev. El extremo elevó el ritmo de su equipo hasta el punto de desdibujar por completo a los de Wenger. Primero Armero, luego Callejón y más tarde el propio Insigne probaron los reflejos de Szczesny.
En pleno acoso, Higuaín, que lo había intentado antes con la derecha, se sacó un remate con la izquierda, tras una combinación con Callejón, digno del nueve titular de la selección argentina. El 1-0 permitió que los napolitanos, que no llenaron de forma sorprendente San Paolo, soñaran con la clasificación durante 14 minutos, los que fueron del 73’ hasta el 87’, en el que marcó el Dortmund en Marsella.
El Nápoles ya se conformaba con ese 1-0 cuando tuvo que ir a por dos más. Le llegó para hacer uno. Eso sí, fue precioso. Callejón marcó de vaselina a falta de 30 segundos. El final fue cruel. No fue extraño ver llorar a Higuaín.