Buenos Aires decreta la emergencia energética tras los cortes de luz

Las oficinas públicas permanecerán cerradas el lunes y se apagarán algunos carteles publicitarios

Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
Los cortes de luz han cumplido ya dos semanas en Argentina. Ante la mayor demanda eléctrica por la ola de calor más extensa desde 1906, las interrupciones del servicio aparecen aquí y se solucionan allá en el centro y norte del país, no son masivas, no hay apagones generalizados, pero hay manzanas de Buenos Aires y otras ciudades que llevan hasta diez días sin conexión. Cientos de miles de usuarios han sido afectados y muchos de ellos en la capital y su periferia han optado por manifestar su bronca montando más de 40 piquetes en calles, autopistas y vías de tren en la capital. El tránsito se complica porque en algunas esquinas aparecen fogatas de neumáticos y madera que bloquean la circulación. En Dock Sud, suburbio del sur de Buenos Aires, una madre de 18 años y sus dos hijos murieron este domingo a la madrugada al incendiarse su precaria vivienda con las velas que la iluminaban.


Ante esta situación, la ciudad autónoma de Buenos Aires decretó este sábado la emergencia energética. El alcalde porteño, el conservador Mauricio Macri, enfrentado al Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner, explicó en una rueda de prensa que la medida implica que la administración pública de la capital no trabajará el próximo lunes, de modo de ahorrar energía. De este modo, las oficinas de la ciudad autónoma permanecerán cerradas desde el pasado viernes hasta el próximo jueves, dado que el 31 de diciembre y el 1 de enero no son laborables. El Gobierno de Fernández anunció este domingo que la administración pública nacional solo abrirá medio día este lunes.

Macri, que aspira a la presidencia argentina en 2015, no ha explicado qué otras disposiciones ha ordenado a partir de la emergencia energética. Se ha limitado a decir que "se han comprometido también las empresas de publicidad en vía pública a apagar la mayor cantidad de carteles posibles para ahorrar energía".

El alcalde y líder de Propuesta Republicana (PRO) aprovechó para criticar al Gobierno de Fernández: "La gente se siente abandonada, no sabe si el corte es preventivo ni cuánto va a durar. Tenemos un Gobierno que en vez de construir soluciones, siempre busca responsables". El Ejecutivo nacional ha culpado de la crisis energética a las dos distribuidoras de Buenos Aires, Edenor, de capital argentino, y Edesur, filial de la española Endesa (controlada, a su vez, por la italiana ENEL). "Tenemos empresas y un Gobierno (nacional) sin capacidad de respuesta", atacó Macri también a las distribuidoras. La filial de Endesa ha responsabilizado de la calidad del servicio a las reducidas tarifas, que llevan 11 años sin aumentar para los hogares de clases medias y bajas. En otras ciudades de Argentina, donde las tarifas son cuatro veces mayores que en Buenos Aires, también se ha cortado la electricidad en determinados barrios.

El cuestionado ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido dijo que las distribuidoras de Buenos Aires "no estuvieron a la altura del crecimiento" de la economía argentina en los diez años de gobiernos kirchneristas. El Gobierno nacional ha anunciado este sábado que las fuerzas de seguridad llevarán agua a los vecinos de la capital y su periferia que hayan perdido también ese servicio por la ausencia de electricidad, en medio de temperatura que rozan los 40 grados. También atenderán a personas mayores en situaciones de riesgo.

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