Brasil se pasó de rosca con los precios y se encienden las alarmas


Brasil, AFP
Los especialistas analizan qué pasará después del Mundial con el país vecino, que ya se ganó la fama de "caro". Se quejan hasta los hinchas europeos y ya se prevé que viajará mucha menos gente que la pronosticada en primera instancia.
Los precios exorbitantes del Mundial 2014 podrían matar a la gallina de los huevos de oro de un turismo internacional ya subdesarrollado en relación al inmenso potencial de Brasil.
"Por sus precios, Brasil quedará fuera de la carrera" si cobra demasiado a los hinchas, dijo a la agencia AFP el profesor de Economía Wolfgang Maennig, de la Universidad de Hamburgo (Alemania), que ha estudiado el impacto de grandes eventos deportivos en países anfitriones.
Decenas de hoteles piden precios cuatro veces superiores que sus tarifas normales para la Copa del Mundo del año próximo, mientras hay alzas de pasajes aéreos de hasta 1.000 por ciento.


HINCHAS EUROPEOS INQUIETOS

"Brasil es un destino caro y viajar por el país es muy caro a raíz de una situación de monopolio con solo dos grandes compañías aéreas, TAM y Gol. Es un obstáculo al turismo", explica Daniel Pla, profesor de la Fundación Getulio Vargas y experto en marketing.
Varios medios brasileños señalan que algunos pasajes entre ciudades sede podrían costar más que un billete a Nueva York, París o el Caribe. Desde 2001, la ley autoriza a los operadores a fijar libremente sus precios.
Los hinchas de Inglaterra, Alemania y Bélgica se quejan de que los paquetes de avión, hotel y partido para la Copa superan los 10.000 dólares.
Brasil registró un alza de 168 por ciento de sus ingresos por turismo en una década, en gran parte gracias a la demanda interna.
Pero un reciente estudio de Embratur indicó que Rio de Janeiro es actualmente la tercera ciudad con hoteles más caros del mundo, con precios promedio de 246 dólares, contra 245 en Nueva York y 196 en París.
A pesar de sus playas de ensueño y alegría de vivir, este país del tamaño de un continente solo recibe unos seis millones de turistas por año, muy lejos de los 80 millones de turistas que recibe Francia, primer destino turístico mundial.
"El problema es el post-2016. Brasil no debe ser visto como un destino caro, de lo contrario mataremos a la gallina de los huevos de oro para las próximas décadas", dijo a la AFP el presidente de Embratur, Flavio Dino.
La agencia MATCH, que posee los derechos exclusivos del alojamiento para la FIFA, ha comprado ya grandes paquetes de noches de hotel.
Pero un portavoz dijo a la AFP que "una proporción significativa de nuestros esfuerzos en Brasil han sido destinados a tratar de conseguir precios justos y términos razonables con nuestros hoteles asociados".
Alertada de la situación, la presidenta Dilma Rousseff creó una comisión que vigila los precios.
Pero Maennig teme que vuelva a suceder lo mismo que en Sudáfrica-2010, cuando "expectativas irrealistas sobre la demanda hicieron subir los precios" pese a la actuación de una comisión "que reaccionó demasiado tarde".

IMPACTO LIMITADO

Según este experto, no hay que esperar ingresos masivos por turismo cuando por ejemplo los hinchas argentinos o uruguayos pueden viajar a Brasil y regresar a sus países en el mismo día, evitando así precios abusivos de hoteles.
Turistas que no están interesados en el Mundial evitarán Brasil en junio y julio de 2014, por lo cual Maennig cree que habrá menos que los 600.000 turistas pronosticados.
El enorme tamaño del país que complica las conexiones entre las ciudades sede, los aeropuertos saturados, una red de transporte público insuficiente y ferrovaria inexistente, podrían desalentar a más de uno.
"Incluso en Alemania 2006 (...) hubo solo unos 100.000 visitantes extra que pasaron la noche en el país", dijo Maennig, que alertó sobre considerar el fútbol como una manera de promover el crecimiento económico.

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