Argentina: y ahora se va la luz
Cientos de miles de personas carecen de suministro en plena ola de calor
Los cortes aumentan el malestar popular tras las huelgas y saqueos
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
Argentina no atraviesa lo que se define como crisis económica. Su PIB no se contrae, sino que crece, un 3,1% anual, según la consultora Ferreres. Es más que lo que aumenta en Brasil, México o España, pero menos que en los primeros años de la década kirchnerista. Además, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se le han ido acumulando problemas económicos y políticos en este 2013 en el que las elecciones legislativas de octubre bloquearon la posibilidad de otra reelección en 2015. Diciembre comenzó con huelgas de policías provinciales que consiguieron alzas salariales del 50%, frente a una inflación del 25%, saqueos incentivados por los agentes o permitidos por ellos en un contexto social donde la pobreza aún afecta a un cuarto de los argentinos. El mes acaba con cortes de luz que desde hace más de dos semanas afectan a cientos de miles de personas en medio de la ola de calor más duradera desde 1906.
Las huelgas policiales se extendieron también dos semanas y en 20 de las 23 provincias. Dejaron un saldo de miles de comercios saqueados, 14 muertos en enfrentamientos entre propietarios y vándalos y sentaron el mal precedente de que las fuerzas de seguridad podían extorsionar a los gobernadores de provincias al dejar liberadas las calles para el delito si no conseguían el aumento que pretendían. Entre las decenas de detenidos en la investigación judicial de los saqueos varias de ellas son uniformados que los promovieron e incluso participaron en los robos. El incremento salarial concedido a los agentes elevó de 1.100 millones de euros a 2.700 millones el déficit fiscal de las provincias en 2013, según la consultora ACM.
El jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, el ex gobernador de Chaco que asumió el cargo en el Ejecutivo nacional hace poco más de un mes, ha desplazado del centro de la escena gubernamental a Fernández. Ella ha cambiado su estilo de vida desde la cirugía craneal a la que fue sometida en octubre y por la que debe mantenerse lejos del estrés. Así que Capitanich, que asumió la jefatura de Gabinete con aspiraciones presidenciales para 2015, ya ha sufrido cierto desgaste de imagen por la crisis policial y la de los cortes de luz.
Las interrupciones del servicio eléctrico no son masivas ni hay ciudades y barrios enteros sin él. Pero ante la demanda eléctrica histórica provocada por los equipos de aire acondicionado en pleno verano austral, hay manzanas enteras en el centro y norte de Argentina que llevan hasta diez días sin luz y por eso se han multiplicado decenas de piquetes en calles, autopistas y vías de tren montados por vecinos de Buenos Aires que protestan por la falta de respuesta del Gobierno y de las distribuidoras Edenor y Edesur, filial de Endesa.
Al mismo tiempo que Capitanich asumía como jefe de Gabinete, también lo hacía como ministro de Economía Axel Kicillof, mentor de la nacionalización de YPF. Lejos de las críticas que algunos le hacían de supuesto marxista dogmático, este economista autodefinido como keynesiano ha sellado un principio de acuerdo por la indemnización a Repsol por el 51% que tenía en YPF, para alentar más inversiones extranjeras. También ha acelerado la devaluación del peso. Ambas medidas apuntan a frenar la pérdida de reservas del Banco Central, objetivo que ha empezado a conseguir. Lo que está por verse es cómo doma la inflación, que está detrás de una manera u otra de la huelga policial, los saqueos y los cortes de electricidad.
Pero ya antes de este diciembre agitado, los argentinos fueron a las urnas y bloquearon la posibilidad de que se reformara la Constitución para permitir una segunda reelección de Fernández en 2015. Para modificar la Carta Magna, el kirchnerismo necesitaba controlar dos tercios de las dos cámaras del Congreso. No los consiguió.
En las encuestas para las presidenciales aún lejanas figura a la cabeza el diputado peronista opositor Sergio Massa, según publicó el periódico Página/12. Massa, kirchnerista hasta junio pasado, fue el ganador de los comicios legislativos en la provincia de Buenos Aires y este sábado presentó a sus aliados en el resto del país. Segundo aparece el gobernador de Buenos Aires, el kirchnerista Daniel Scioli, que por su perfil moderado atrae a votantes opositores y aleja a los más fieles seguidores de Cristina Fernández.
Los cortes aumentan el malestar popular tras las huelgas y saqueos
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
Argentina no atraviesa lo que se define como crisis económica. Su PIB no se contrae, sino que crece, un 3,1% anual, según la consultora Ferreres. Es más que lo que aumenta en Brasil, México o España, pero menos que en los primeros años de la década kirchnerista. Además, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se le han ido acumulando problemas económicos y políticos en este 2013 en el que las elecciones legislativas de octubre bloquearon la posibilidad de otra reelección en 2015. Diciembre comenzó con huelgas de policías provinciales que consiguieron alzas salariales del 50%, frente a una inflación del 25%, saqueos incentivados por los agentes o permitidos por ellos en un contexto social donde la pobreza aún afecta a un cuarto de los argentinos. El mes acaba con cortes de luz que desde hace más de dos semanas afectan a cientos de miles de personas en medio de la ola de calor más duradera desde 1906.
Las huelgas policiales se extendieron también dos semanas y en 20 de las 23 provincias. Dejaron un saldo de miles de comercios saqueados, 14 muertos en enfrentamientos entre propietarios y vándalos y sentaron el mal precedente de que las fuerzas de seguridad podían extorsionar a los gobernadores de provincias al dejar liberadas las calles para el delito si no conseguían el aumento que pretendían. Entre las decenas de detenidos en la investigación judicial de los saqueos varias de ellas son uniformados que los promovieron e incluso participaron en los robos. El incremento salarial concedido a los agentes elevó de 1.100 millones de euros a 2.700 millones el déficit fiscal de las provincias en 2013, según la consultora ACM.
El jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, el ex gobernador de Chaco que asumió el cargo en el Ejecutivo nacional hace poco más de un mes, ha desplazado del centro de la escena gubernamental a Fernández. Ella ha cambiado su estilo de vida desde la cirugía craneal a la que fue sometida en octubre y por la que debe mantenerse lejos del estrés. Así que Capitanich, que asumió la jefatura de Gabinete con aspiraciones presidenciales para 2015, ya ha sufrido cierto desgaste de imagen por la crisis policial y la de los cortes de luz.
Las interrupciones del servicio eléctrico no son masivas ni hay ciudades y barrios enteros sin él. Pero ante la demanda eléctrica histórica provocada por los equipos de aire acondicionado en pleno verano austral, hay manzanas enteras en el centro y norte de Argentina que llevan hasta diez días sin luz y por eso se han multiplicado decenas de piquetes en calles, autopistas y vías de tren montados por vecinos de Buenos Aires que protestan por la falta de respuesta del Gobierno y de las distribuidoras Edenor y Edesur, filial de Endesa.
Al mismo tiempo que Capitanich asumía como jefe de Gabinete, también lo hacía como ministro de Economía Axel Kicillof, mentor de la nacionalización de YPF. Lejos de las críticas que algunos le hacían de supuesto marxista dogmático, este economista autodefinido como keynesiano ha sellado un principio de acuerdo por la indemnización a Repsol por el 51% que tenía en YPF, para alentar más inversiones extranjeras. También ha acelerado la devaluación del peso. Ambas medidas apuntan a frenar la pérdida de reservas del Banco Central, objetivo que ha empezado a conseguir. Lo que está por verse es cómo doma la inflación, que está detrás de una manera u otra de la huelga policial, los saqueos y los cortes de electricidad.
Pero ya antes de este diciembre agitado, los argentinos fueron a las urnas y bloquearon la posibilidad de que se reformara la Constitución para permitir una segunda reelección de Fernández en 2015. Para modificar la Carta Magna, el kirchnerismo necesitaba controlar dos tercios de las dos cámaras del Congreso. No los consiguió.
En las encuestas para las presidenciales aún lejanas figura a la cabeza el diputado peronista opositor Sergio Massa, según publicó el periódico Página/12. Massa, kirchnerista hasta junio pasado, fue el ganador de los comicios legislativos en la provincia de Buenos Aires y este sábado presentó a sus aliados en el resto del país. Segundo aparece el gobernador de Buenos Aires, el kirchnerista Daniel Scioli, que por su perfil moderado atrae a votantes opositores y aleja a los más fieles seguidores de Cristina Fernández.