Ancelotti tiene previsto acabar la Liga con Casillas como titular
Madrid, ABC
Carlo Ancelotti desea que Íker Casillas gane la Liga. Pero de verdad. Desea que juegue partidos del campeonato regular para que, si el Real Madrid es campeón, haya sido partícipe en el césped. Para el entrenador también es fundamental que el guardameta no esté un mes sin jugar. Hecho que podría suceder si el equipo cae en las semifinales europeas y coperas. Entonces, el portero estaría todo el mes de abril en el dique seco. Jugará encuentros de Liga. Los últimos. Cuatro o cinco jornadas. Para llegar al Mundial en forma, con ritmo.
Tiene 32 años y la misma ilusión que albergaba cuando fichó por el Real Madrid en 1990, con nueve añitos y un padre convencido de su valía que le llevó a hacerse una prueba como guardameta. Miguel Malbo controlaba la cantera. Y el chaval gustó. Como dice Casillas, «desde los cuatro años siempre quise jugar de portero y cuando mis amigos hacían el reparto de los equipos en el barrio, eligiendo a uno y otro chico, a mí siempre me cogían el primero porque nadie quería ser portero y el que me elegía ya tenía al suyo». Así se forjó el cancerbero más laureado de la historia. El mejor del planeta durante cinco temporadas consecutivas, desde 2008 a 2012. Y ahora, suplente, todavía ha sido designado entre los cinco más grandes.
Mourinho le destinó a ese ostracismo antes y después de una lesión. Ancelotti sustituyó al portugués en el banquillo y mantuvo la titularidad de Diego López. El italiano manifiesta que «los dos porteros tienen el mismo nivel». Por eso no quiso quitar el puesto al gallego. Y concedió la Champions y la Copa al madrileño.
La elección de Íker para la Copa de Europa significa el respeto que el técnico posee por Casillas. Desea que levante la Décima. La que sería su tercera Liga de Campeones. Que festeje también otra Copa del Rey en sus manos. Y pretende ayudarle ante el Mundial. No quiere que el campeón del mundo se quede un mes sin competir. Sabe que necesita ritmo de partidos para mantener la titularidad con España en la Copa del Mundo de Brasil. Y no le gustaría que en el palmarés de Íker conste que no disputó ni un solo encuentro de esta Liga. El preparador es un profesional del fútbol al más alto nivel y su objetivo es que, si el Real Madrid se proclama campeón, Casillas haya sido partícipe del título en el campo. Por ello, Ancelotti tiene previsto que Íker sea titular en las cuatro o cinco últimas jornadas ligueras.
Un mes sin jugar, no. Hay un dato real. Si el Real Madrid alcanza las finales de la Champions y de la Copa, que se dirimirán el 24 de mayo y el 19 de abril, habrá disputado un máximo de veintidós encuentros, trece de Liga de Campeones y nueve del torneo copero nacional. Y no es fácil llegar al total de partidos en los dos ámbitos.
Para Vicente del Bosque puede ser suficiente que su guardameta titular acumule veinte. Ese hecho le mantendría en el puesto ante el Mundial. Pero hay otro aspecto importante: el madrileño no debe estar un mes sin jugar. En la hipótesis de que su club cayera eliminado en semifinales de la Liga de Campeones( 22 y 29 de abril) y de la Copa (5 y 12 de febrero), el portero estaría todo el mes de mayo sin fútbol. Y la lista de la Copa del Mundo se hará oficial entre el 17 y el 25 de mayo, a expensas de que un equipo español sea protagonista en la final de la Champions el 24 de mayo, en Lisboa.
Los argumentos de hacer partícipe a Íker del hipotético título de Liga y la necesidad del madrileño de no perder ritmo de competición para defender en Brasil su título mundial significan que Ancelotti sería consecuente con el capitán («los dos porteros tienen el mismo nivel») si le hiciera titular en las cinco últimas jornadas ligueras, dos en abril y tres en mayo, que son decisivas: ante el Valencia el día 3, en Vigo el día 10 y cerrando el campeonato en el Bernabéu frente al Español, el 17. Unos días después, Del Bosque dará su lista.
Íker se sacrifica al máximo. Mourinho aplicó con Albiol una política similar ante la Eurocopa 2012. El central fue titular en las dos últimas jornadas y Del Bosque le seleccionó. Ahora, Casillas se juega mucho. En el Real Madrid y en el equipo nacional. No se resigna con esta situación. Se entrena a tope para recuperar la titularidad. Durante meses ha realizado dobles sesiones. Está más fibrado. Más enjuto. Ha reverdecido su velocidad de reacción y de reflejos. Se siente más rápido. Ahora va a disputar dos partidos consecutivos por vez primera desde enero, en Játiva, el sábado (Copa), y en Copenhague el martes (Champions). Es un nuevo punto de partida.
Contrato hasta 2017 con una cláusula de 150 millones. Casillas
tiene contrato por tres años y medio más. Su cláusula es la tercera más alta de la plantilla, 150 millones, tras los 1.000 millones que consta en los contratos de liberación de Cristiano y de Bale. Hace unos meses meditó marcharse en el mercado de invierno, con vistas a mantener su puesto en la selección ante el Mundial. Su titularidad en la Copa de Europa anuló ese pensamiento, pues esta temporada no podría jugar la Copa de Europa en otro club. El madrileño ha manifestado que su deseo sería quedarse en el Real Madrid: «Mi sueño es retirarme en el club que llevo desde los nueve años». Pero quiere tener mayor protagonismo en el césped: «Para mí no es suficiente lo que juego ahora».Florentino Pérez ha subrayado que Íker no se marchará en julio: «Casillas continuará en el Real Madrid, es su casa».
Carlo Ancelotti desea que Íker Casillas gane la Liga. Pero de verdad. Desea que juegue partidos del campeonato regular para que, si el Real Madrid es campeón, haya sido partícipe en el césped. Para el entrenador también es fundamental que el guardameta no esté un mes sin jugar. Hecho que podría suceder si el equipo cae en las semifinales europeas y coperas. Entonces, el portero estaría todo el mes de abril en el dique seco. Jugará encuentros de Liga. Los últimos. Cuatro o cinco jornadas. Para llegar al Mundial en forma, con ritmo.
Tiene 32 años y la misma ilusión que albergaba cuando fichó por el Real Madrid en 1990, con nueve añitos y un padre convencido de su valía que le llevó a hacerse una prueba como guardameta. Miguel Malbo controlaba la cantera. Y el chaval gustó. Como dice Casillas, «desde los cuatro años siempre quise jugar de portero y cuando mis amigos hacían el reparto de los equipos en el barrio, eligiendo a uno y otro chico, a mí siempre me cogían el primero porque nadie quería ser portero y el que me elegía ya tenía al suyo». Así se forjó el cancerbero más laureado de la historia. El mejor del planeta durante cinco temporadas consecutivas, desde 2008 a 2012. Y ahora, suplente, todavía ha sido designado entre los cinco más grandes.
Mourinho le destinó a ese ostracismo antes y después de una lesión. Ancelotti sustituyó al portugués en el banquillo y mantuvo la titularidad de Diego López. El italiano manifiesta que «los dos porteros tienen el mismo nivel». Por eso no quiso quitar el puesto al gallego. Y concedió la Champions y la Copa al madrileño.
La elección de Íker para la Copa de Europa significa el respeto que el técnico posee por Casillas. Desea que levante la Décima. La que sería su tercera Liga de Campeones. Que festeje también otra Copa del Rey en sus manos. Y pretende ayudarle ante el Mundial. No quiere que el campeón del mundo se quede un mes sin competir. Sabe que necesita ritmo de partidos para mantener la titularidad con España en la Copa del Mundo de Brasil. Y no le gustaría que en el palmarés de Íker conste que no disputó ni un solo encuentro de esta Liga. El preparador es un profesional del fútbol al más alto nivel y su objetivo es que, si el Real Madrid se proclama campeón, Casillas haya sido partícipe del título en el campo. Por ello, Ancelotti tiene previsto que Íker sea titular en las cuatro o cinco últimas jornadas ligueras.
Un mes sin jugar, no. Hay un dato real. Si el Real Madrid alcanza las finales de la Champions y de la Copa, que se dirimirán el 24 de mayo y el 19 de abril, habrá disputado un máximo de veintidós encuentros, trece de Liga de Campeones y nueve del torneo copero nacional. Y no es fácil llegar al total de partidos en los dos ámbitos.
Para Vicente del Bosque puede ser suficiente que su guardameta titular acumule veinte. Ese hecho le mantendría en el puesto ante el Mundial. Pero hay otro aspecto importante: el madrileño no debe estar un mes sin jugar. En la hipótesis de que su club cayera eliminado en semifinales de la Liga de Campeones( 22 y 29 de abril) y de la Copa (5 y 12 de febrero), el portero estaría todo el mes de mayo sin fútbol. Y la lista de la Copa del Mundo se hará oficial entre el 17 y el 25 de mayo, a expensas de que un equipo español sea protagonista en la final de la Champions el 24 de mayo, en Lisboa.
Los argumentos de hacer partícipe a Íker del hipotético título de Liga y la necesidad del madrileño de no perder ritmo de competición para defender en Brasil su título mundial significan que Ancelotti sería consecuente con el capitán («los dos porteros tienen el mismo nivel») si le hiciera titular en las cinco últimas jornadas ligueras, dos en abril y tres en mayo, que son decisivas: ante el Valencia el día 3, en Vigo el día 10 y cerrando el campeonato en el Bernabéu frente al Español, el 17. Unos días después, Del Bosque dará su lista.
Íker se sacrifica al máximo. Mourinho aplicó con Albiol una política similar ante la Eurocopa 2012. El central fue titular en las dos últimas jornadas y Del Bosque le seleccionó. Ahora, Casillas se juega mucho. En el Real Madrid y en el equipo nacional. No se resigna con esta situación. Se entrena a tope para recuperar la titularidad. Durante meses ha realizado dobles sesiones. Está más fibrado. Más enjuto. Ha reverdecido su velocidad de reacción y de reflejos. Se siente más rápido. Ahora va a disputar dos partidos consecutivos por vez primera desde enero, en Játiva, el sábado (Copa), y en Copenhague el martes (Champions). Es un nuevo punto de partida.
Contrato hasta 2017 con una cláusula de 150 millones. Casillas
tiene contrato por tres años y medio más. Su cláusula es la tercera más alta de la plantilla, 150 millones, tras los 1.000 millones que consta en los contratos de liberación de Cristiano y de Bale. Hace unos meses meditó marcharse en el mercado de invierno, con vistas a mantener su puesto en la selección ante el Mundial. Su titularidad en la Copa de Europa anuló ese pensamiento, pues esta temporada no podría jugar la Copa de Europa en otro club. El madrileño ha manifestado que su deseo sería quedarse en el Real Madrid: «Mi sueño es retirarme en el club que llevo desde los nueve años». Pero quiere tener mayor protagonismo en el césped: «Para mí no es suficiente lo que juego ahora».Florentino Pérez ha subrayado que Íker no se marchará en julio: «Casillas continuará en el Real Madrid, es su casa».