Alteran el año de un contrato y causan pérdida de $us20 millones a Bolivia

La Paz, Erbol
Un sospechoso cambio de años en el contrato firmado entre la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y la empresa Illapa (SinchiWayra) causó la pérdida de al menos 20 millones de dólares al Estado, según consta en documentos revisados por Erbol Digital. El primer contrato, firmado en 2012 después de la nacionalización de Colquiri, contempla como “fecha efectiva” de inicio del acuerdo el 1 de octubre de 2011, el mismo contrato, pero aprobado por la Asamblea Legislativa en abril de 2013, registra como año de inicio el 2012 en lugar de 2011.


Algo de esta irregularidad intuyó el vicepresidente Álvaro García Linera y lo alertó el 2 de julio de 2013.

Según los documentos revisados, el objeto del contrato es desarrollar e implementar una operación minera para el tratamiento de las reservas y recursos mineralógicos existentes en las minas Bolívar (provincia Antequera, Oruro) y Porco (provincia Antonio Quijarro, Potosí), bajo la modalidad de Asociación para la exploración, preparación, explotación, beneficio y comercialización de concentrados de minerales, descritos en esta cláusula.

El primer contrato, firmado por el entonces presidente de Comibol, Héctor Córdova, establece que “en virtud al acuerdo de las partes y sin perjuicio de la “Fecha Efectiva”, este Contrato contiene efectos retroactivos en relación a: i) Pagos que Comibol debe recibir de SinchiWayra S.A. conforme a este contrato; ii) previsiones del programa de inversiones; y iii) La distribución del Flujo de Caja Neto en el porcentaje establecido en el presente contrato desde el 1 de octubre de 2011, y los ajustes contables que sean necesarios”.

En el segundo contrato la cláusula cuarta, referida a definiciones, sufre cambios, entre ellos todo el párrafo anterior y es redactado en los siguientes términos: “Programa de inversión: es el documento reflejado en el Anexo 3 que presenta las nuevas inversiones comprometidas por Illapa S.A. por un monto total de Bs723.840 para las minas Bolívar y Porco, programadas para un periodo de 15 años contados a partir del 1 de Octubre de 2012 (gestión minera 2012 – 2013)”.

Fecha efectiva

Según cinco fuentes consultadas por Erbol Digital, la empresa SinchiWayra dilató desde el 2006 la firma del contrato usando diferentes excusas. “No mostraban interés en suscribir un contrato hasta que el Directorio y el Presidente de Comibol advirtieron a los ejecutivos de esa empresa que con retrasos o sin ellos la fecha efectiva de inicio del contrato iba a comenzar el 1 de octubre de 2011”, reveló una fuente.

“Esa decisión estatal fue aceptada por SinchiWayra, subsidiaria de la transnacional suiza Glencore; es decir, la empresa aceptó que el contrato corra (se aplique) desde el 1 de octubre de 2011”, subrayó otra fuente.

Después estas negociaciones, el Directorio autorizó al Presidente de Comibol, Héctor Córdova, firmar el contrato y fue remitido, de inmediato, el documento al Ministerio de Minería, desde donde lo enviaron a la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape).

¿Por qué pierde Bolivia 20 millones de dólares?

De acuerdo con las informaciones obtenidas, el antiguo contrato con el que explotaba SinchiWayra los yacimientos de Porco, Colquiri y Bolívar permitía a la transnacional Glencore una ganancia del 50 por ciento de las utilidades, además facilitaba que la misma empresa se pague el 20 por ciento, como costo de administración, por cada venta de mineral.

Después de la nacionalización de Colquiri ese yacimiento es excluido del contrato y quedaron Porco y Bolívar.

El nuevo contrato contempla estos dos yacimientos y logra mayores ventajas para el Estado boliviano: 1) la obligación de dejar el 55 por ciento de las utilidades para el país y 45 por ciento para la transnacional Glencore; 2) la anulación del pago del 20 por ciento por costo de administración; y 3) la facultad de Comibol para elegir al comprador del mineral y verificar el contenido del mineral.

Si se hubiera respetado la fecha y año del primer contrato (1 de Octubre de 2011), que había sido aceptado por la transnacional minera, el Estado boliviano hubiera obtenido 20 millones de dólares más por concepto de utilidades de un año entero (2011-2012)

El cambio de año (1 de Octubre de 2012) en el contrato aprobado en la Asamblea Legislativa favoreció a la transnacional que sumó la gestión 2011 -2012 a sus ganancias, vale decir que se quedó con al menos 20 millones de dólares que correspondían a Bolivia.

Según cálculos de otras instancias estatales, la pérdida alcanza a 14 millones de dólares.

¿Quién cambió o autorizó el cambio de año?

El ministro de Minería, Mario Virreira, declaró ayer que “no se modificó nada y no existe ninguna modificación del contrato”.

Sin embargo, los documentos señalan que sí hubo cambio. El primer contrato aprobado por el Directorio de Comibol y firmado por el Presidente de ese entonces, Héctor Córdova, señala como fecha efectiva el 1 de octubre de 2011.

Tres fuentes consultadas por Erbol Digital coincidieron en indicar que el cambio de año fue realizado por un “funcionario de Comibol”. Posteriormente, el documento modificado fue remitido por el Ministro de Minería, Mario Virreira, al Legislativo para su aprobación, subrayó una de las fuentes vinculadas al gobierno.

Lo que se desconoce hasta la fecha es ¿quién ordenó ese cambio? ¿Fue una decisión personal de ese funcionario o éste actuó por orden de una autoridad superior?

¿Conocía el caso el Vicepresidente?

En un discurso del 2 de Julio de 2013, durante el acto de firma precisamente de este contrato entre la empresa Minera Illapa S.A. – SinchiWayra y Comibol, el Vicepresidente Álvaro García Linera insinuó esta irregularidad.

“Tengo una preocupación que quiero comentar con nuestro compañero empresario: si este contrato lo hubiéramos firmado el año pasado el Estado hubiera ganado mucho más, por lo menos unos 5 u 8 millones de dólares. Entiendo que ustedes no han dilatado el contrato. Ha sido culpa de ambos, de los dos, del Estado y de ustedes”, manifestó.

“Entiendo también que en el contrato inicial había una cláusula retroactiva, pero por Constitución eso no puede funcionar, pero hay la voluntad. Hay la voluntad se puede ver un mecanismo de que algo más regrese al Estado para que construyamos más escuelas y hospitales”, complementó.

Las cinco fuentes consultadas por Erbol Digital aseguraron que la transnacional suiza es la que dilató desde el 2006 la firma del contrato para seguir obteniendo ganancias y evitar pagar lo que corresponde al Estado Plurinacional de Bolivia.

Estas mismas fuentes indicaron que la Glencore aceptó la retroactividad del contrato, pero alguien o algunos “funcionarios apátridas” se aliaron con esta transnacional para cambiar el año y causar una pérdida de 20 millones de dólares al Estado.

Recientemente, otra fuente vinculada al Poder Ejecutivo reveló que el caso ya fue tratado en niveles del gobierno.

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