Al menos 35 personas mueren por lluvias en Brasil
Brasil, AFP
El número de muertos por las mayores lluvias de la historia del sureste del país, en los Estados de Minas Gerais y Espíritu Santo, asciende a 35, según los últimos datos oficiales. Protección Civil del Estado ha informado de que más de 50.000 personas han tenido que abandonar sus casas y más de 20.000 kilómetros de carreteras han sido destruidas o afectadas por las precipitaciones, dificultando el tráfico de vehículos, incluyendo a los que forman parte del operativo de atención a los afectados, informa El País.
En Espíritu Santo el número de muertes subió a 18 después de que en la madrugada del día de Navidad los bomberos consiguieran rescatar tres cuerpos que estaban enterrados por un deslizamiento de tierras. La búsquesa fue posible porque las lluvias, que azotan la región de manera casi ininterrumpida, dieron una tregua. Pero el agua volvió por la tarde del miércoles y se espera que las tormentas se prolonguen hasta el domingo.
En Minas Gerais, Estado que ya suma 17 muertes, fue hallado este miércoles el cuerpo de Leandro de Souza Batista, de siete años. Estaba desaparecido desde que su casa, en un área rural, quedó totalmente enterrada bajo la tierra.
El martes por la mañana, la presidenta Dilma Rousseff sobrevoló la zona afectada acompañada por el gobernador Renato Casagrande. Rousseff calificó la situación de “grave” y declaró que la prioridad de las autoridades y de los equipos de rescate es salvar vidas. "El factor más importante ahora es la vida humana, y el Ejército tiene una gran capacidad de rescate", aseguró. A través de su cuenta de Twitter, dijo incluso que el Gobierno federal va “a destinar todos los recursos necesarios para rescatar a las personas, salvar vidas y albergar a las familias afectadas”. El gobernador del Estado ya decretó la situación de emergencia para que los recursos lleguen de lo antes posible.
Las lluvias que tienen lugar desde comienzos de mes - pero que se volvieron más intensas durante la última semana - han causado daños en 47 de los 78 municipios del Estado. Hay distritos completamente aislados. según ha informado el coronel Edmilton Aguiar, comandante general de Bomberos. En el municipio de Linhares (a 133 km de Victoria, la capital del Estado), cerca de mil personas no pueden abandonar sus casas por las inundaciones y están recibiendo ayuda de la Policía Militar por barco y helicóptero. El domingo, sin embargo, las fuertes lluvias imposibilitaron que una aeronave levantara el vuelo, lo que dificultó los trabajos. En algunas zonas, el agua llegó a alcanzar el segundo piso de las casas y cubrió los tejados. Los damnificados están siendo realojados en institutos o escuelas públicas.
La mayor parte de las muertes (ocho, entre ellas una niña) han tenido lugar en el municipio de Itaguaçu (a 120 km de la capital) debido a un deslizamiento de tierras que tuvo lugar durante la madrugada del martes. También falleció una persona en Nova Venécia, una en Domingos Martins, dos en Baixo Gandu y otras dos en Colatina. El volumen de lluvias registrado durante este mes es casi el triple del acostumbrado para un mes de diciembre.
En Jacaraípe, una presa clandestina amenaza con romperse y se han registrado deslizamientos de tierra que han provocado el cierre de carreteras. Los conductores han tenido que esperar hasta siete horas en las vías debido a los atascos y a la enorme afluencia debida a las fiestas de Navidad.
“Ayer fui buscar mi hijo a una ciudad cercana y tardé cuatro horas, en un recorrido que hago habitualmente en 40 minutos”, cuenta Tatiana de Santos Fonseca, una profesora de 29 años, habitante de Vila Velha, municipio próximo a la capital. “El agua en la puerta de casa ya pasa de la altura de la rodilla. La ciudad llena de agua, nadie consigue salir de casa y, cuando la lluvia da una tregua”, describe.
"Está lloviendo desde hace una semana sin parar. Ahora, nuestra preocupación es evacuar a las personas que se encuentran en las zonas donde hay deslizamientos de tierra y llevar medicamentos, colchones y mantas a los que se han quedado sin casa o se encuentran aislados. Ahora estamos haciendo el recuento de los daños para comenzar los trabajos de reconstrucción”, ha dicho el gobernador Renato Casagrande. “El problema es que las ciudades han crecido de forma desordenada y muchas casas y comercios se construyeron en los cauces de los ríos”, afirma él. “Las crecidas tuvieron lugar muy rápido”.
El volumen de lluvias registrado este mes en la principal estación meteorológica del Estado, localizada en la Universidad Federal de Espírito Santo, ya ha registrado casi el triple del volumen de lluvias que habituales para el mes de diciembre, según la media de los últimos 90 años. Fueron 669 milímetros de precipitación, 420 de ellos en un intervalo de menos de 48 horas. Eso significa que, en este periodo, 420 litros de agua cayeron en tan solo un metro cuadrado. Antes del inicio de las lluvias, la NASA contactó con el INCAPER, el instituto de mteteorología de Espírito Santo, que monitorea las lluvias, para avisar que se produciría un fenómeno anormal.
“Activamos la alerta de tres a cinco días antes del inicio de las lluvias. La tempestad fue monitoreada y abrimos las presas para dar salida al agua. Teníamos conocimiento de lo que iba a suceder y se salvaron muchas vidas. La tragedia podría ser mayor”, afirma Evair Vieira, presidente del instituto. Vieira explica que el fenómeno se produjo por el choque entre la humedad venida del Amazonas y una corriente marítima que se desplazó entre el continente. Este fenómeno suele provocar temporales intensos.
Según él, las nubes ahora están perdiendo fuerza en el Estado, pero las precipitaciones continuarán con intensidad moderada hasta por lo menos el viernes. El temporal sin embargo, está desplazándose hacia el Norte del Estado de Rio.
El número de muertos por las mayores lluvias de la historia del sureste del país, en los Estados de Minas Gerais y Espíritu Santo, asciende a 35, según los últimos datos oficiales. Protección Civil del Estado ha informado de que más de 50.000 personas han tenido que abandonar sus casas y más de 20.000 kilómetros de carreteras han sido destruidas o afectadas por las precipitaciones, dificultando el tráfico de vehículos, incluyendo a los que forman parte del operativo de atención a los afectados, informa El País.
En Espíritu Santo el número de muertes subió a 18 después de que en la madrugada del día de Navidad los bomberos consiguieran rescatar tres cuerpos que estaban enterrados por un deslizamiento de tierras. La búsquesa fue posible porque las lluvias, que azotan la región de manera casi ininterrumpida, dieron una tregua. Pero el agua volvió por la tarde del miércoles y se espera que las tormentas se prolonguen hasta el domingo.
En Minas Gerais, Estado que ya suma 17 muertes, fue hallado este miércoles el cuerpo de Leandro de Souza Batista, de siete años. Estaba desaparecido desde que su casa, en un área rural, quedó totalmente enterrada bajo la tierra.
El martes por la mañana, la presidenta Dilma Rousseff sobrevoló la zona afectada acompañada por el gobernador Renato Casagrande. Rousseff calificó la situación de “grave” y declaró que la prioridad de las autoridades y de los equipos de rescate es salvar vidas. "El factor más importante ahora es la vida humana, y el Ejército tiene una gran capacidad de rescate", aseguró. A través de su cuenta de Twitter, dijo incluso que el Gobierno federal va “a destinar todos los recursos necesarios para rescatar a las personas, salvar vidas y albergar a las familias afectadas”. El gobernador del Estado ya decretó la situación de emergencia para que los recursos lleguen de lo antes posible.
Las lluvias que tienen lugar desde comienzos de mes - pero que se volvieron más intensas durante la última semana - han causado daños en 47 de los 78 municipios del Estado. Hay distritos completamente aislados. según ha informado el coronel Edmilton Aguiar, comandante general de Bomberos. En el municipio de Linhares (a 133 km de Victoria, la capital del Estado), cerca de mil personas no pueden abandonar sus casas por las inundaciones y están recibiendo ayuda de la Policía Militar por barco y helicóptero. El domingo, sin embargo, las fuertes lluvias imposibilitaron que una aeronave levantara el vuelo, lo que dificultó los trabajos. En algunas zonas, el agua llegó a alcanzar el segundo piso de las casas y cubrió los tejados. Los damnificados están siendo realojados en institutos o escuelas públicas.
La mayor parte de las muertes (ocho, entre ellas una niña) han tenido lugar en el municipio de Itaguaçu (a 120 km de la capital) debido a un deslizamiento de tierras que tuvo lugar durante la madrugada del martes. También falleció una persona en Nova Venécia, una en Domingos Martins, dos en Baixo Gandu y otras dos en Colatina. El volumen de lluvias registrado durante este mes es casi el triple del acostumbrado para un mes de diciembre.
En Jacaraípe, una presa clandestina amenaza con romperse y se han registrado deslizamientos de tierra que han provocado el cierre de carreteras. Los conductores han tenido que esperar hasta siete horas en las vías debido a los atascos y a la enorme afluencia debida a las fiestas de Navidad.
“Ayer fui buscar mi hijo a una ciudad cercana y tardé cuatro horas, en un recorrido que hago habitualmente en 40 minutos”, cuenta Tatiana de Santos Fonseca, una profesora de 29 años, habitante de Vila Velha, municipio próximo a la capital. “El agua en la puerta de casa ya pasa de la altura de la rodilla. La ciudad llena de agua, nadie consigue salir de casa y, cuando la lluvia da una tregua”, describe.
"Está lloviendo desde hace una semana sin parar. Ahora, nuestra preocupación es evacuar a las personas que se encuentran en las zonas donde hay deslizamientos de tierra y llevar medicamentos, colchones y mantas a los que se han quedado sin casa o se encuentran aislados. Ahora estamos haciendo el recuento de los daños para comenzar los trabajos de reconstrucción”, ha dicho el gobernador Renato Casagrande. “El problema es que las ciudades han crecido de forma desordenada y muchas casas y comercios se construyeron en los cauces de los ríos”, afirma él. “Las crecidas tuvieron lugar muy rápido”.
El volumen de lluvias registrado este mes en la principal estación meteorológica del Estado, localizada en la Universidad Federal de Espírito Santo, ya ha registrado casi el triple del volumen de lluvias que habituales para el mes de diciembre, según la media de los últimos 90 años. Fueron 669 milímetros de precipitación, 420 de ellos en un intervalo de menos de 48 horas. Eso significa que, en este periodo, 420 litros de agua cayeron en tan solo un metro cuadrado. Antes del inicio de las lluvias, la NASA contactó con el INCAPER, el instituto de mteteorología de Espírito Santo, que monitorea las lluvias, para avisar que se produciría un fenómeno anormal.
“Activamos la alerta de tres a cinco días antes del inicio de las lluvias. La tempestad fue monitoreada y abrimos las presas para dar salida al agua. Teníamos conocimiento de lo que iba a suceder y se salvaron muchas vidas. La tragedia podría ser mayor”, afirma Evair Vieira, presidente del instituto. Vieira explica que el fenómeno se produjo por el choque entre la humedad venida del Amazonas y una corriente marítima que se desplazó entre el continente. Este fenómeno suele provocar temporales intensos.
Según él, las nubes ahora están perdiendo fuerza en el Estado, pero las precipitaciones continuarán con intensidad moderada hasta por lo menos el viernes. El temporal sin embargo, está desplazándose hacia el Norte del Estado de Rio.