¿A quiénes y cómo beneficiará el primer satélite boliviano, el Túpac Katari?

La Paz, Oxígeno
El nombre de Túpac Katari se menciona con cada vez frecuencia. El líder aymara que se alzó contra los españoles en 1873 es evocado por el gobierno boliviano, los movimientos sociales y las nuevas generaciones de bolivianos. Así, una de las figuras fundamentales de la historia boliviana dará su nombre al primer satélite del Estado Plurinacional, que será lanzado este viernes 20 de diciembre. Es un viernes histórico.


Será lanzado al espacio desde el Centro Espacial ‹Jiuquan›, ubicado al noroeste de China, en el desierto de Gobi, por la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial del gigante asiático. Hasta ese punto se ha trasladado el presidente Evo Morales, el canciller David Choquehuanca y una comitiva de periodistas de diferentes medios bolivianos.

Según el director ejecutivo de la ABE, Iván Zambrana, con la puesta en marcha del satélite se le hará una actualización al país, ya que es una “herramienta que permitirá que los bolivianos de todos los lugares lleguen al siglo XXI, lo que marcará un antes y un después en los bolivianos”.

El Túpac Katari
El satélite es una “nave espacial que transporta antenas y repetidoras de microondas”, se desplaza en una órbita terrestre. Las órbitas son las trayectorias que describen los satélites alrededor de nuestro planeta. Hay artificiales y naturales y el Túpac Katari, es artificial.

Los satélites se clasifican de acuerdo con la altura de la órbita respecto de la superficie terrestre. Así, se ubican en órbitas bajas, medias o en órbita geoestacionarias.

En otras palabras, su posición relativa se mantiene fija con respecto de algún punto de la tierra. Desde donde se encuentra, el satélite sincroniza con la tierra y repite las transmisiones, permitiendo establecer comunicaciones en cualquier punto del área de cobertura, “en este caso en cualquier punto de nuestro país”, explica Zambrana.

Para el área rural
Actualmente, una parte de la población boliviana todavía permanece al margen del sistema moderno que permite la transmisión de señales de telefonía celular, internet e incluso de radio y televisión.

Por ello, según Zambrana, los beneficiarios directos del satélite, principalmente serán “los pobladores de las áreas rurales, ya que gozarán de servicios de telecomunicaciones que en la actualidad no tienen, principalmente Internet y telefonía, que se utilizan diariamente”.

Los últimos años, la tecnología satelital cobró gran importancia en el terreno de las comunicaciones. El desarrollo de la fibra óptica parecía que iba a contener la evolución de los satélites artificiales de comunicación, como consecuencia de sus características de transmisión entre ellos: velocidad, capacidad, durabilidad, entre otros, pero no fue así, porque la fibra óptica chocó con algunas limitantes como los problemas geográficos, climáticos y, sobre todo, financieros, lo que ha reafirmado la importancia de los satélites para las comunicaciones y otros beneficios.

El principal beneficio será el de la cobertura. Actualmente, el servicio de telefonía y el de internet no llega al 100 por ciento de la población, por lo que las personas que viven en áreas alejadas de las grandes ciudades se ven privadas de estos servicios.

La teleeducación
Además, la plataforma de conectividad que permite el Túpac Katari será usada por el Estado Plurinacional de Bolivia para impulsar las políticas estatales, principalmente la de educación y de salud. Asimismo, coadyuvará a “mejorar la seguridad ciudadana, impuestos, servicios de aduanas, entre otros”, explica Zambrana.

El director de la ABE indica que habrá canales educativos que difundirán programas del Ministerio de Educación orientados a los diferentes segmentos de la población escolar. “Estos programas van a subir sus señales al satélite y desde ahí alcanzarán a todo el territorio nacional”.

Se refiere a la teleeducación, con el que también se difundirán programas sobre los buenos hábitos alimenticios para mejorar la calidad de salud en los bolivianos o las investigaciones y tradiciones de la cultura nacional; o los cursos virtuales para los pobladores que no puedan asistir a las ciudades; y los de formación de maestros escolares: todo aquello será posible extender por todo el país gracias al Túpac Katari.

Profesionales bolivianos
Un total de 78 profesionales bolivianos fueron capacitados en China. La Agencia Boliviana Espacial informa que se necesitarán “alrededor de 300 personas” para operar el satélite, lo que “dinamizará la industria de telecomunicaciones en el país por varios años” y provocará una demanda de profesionales para la implementación de redes terrestres complementarias al satélite y las aplicaciones tecnológicas en informática. “En definitiva, se modernizarán los métodos de administración y producción en el país”.

Asimismo, los profesionales bolivianos se capacitan en tres áreas. La primera lo hace para el segmento terrestre, donde los ingenieros son entrenados para operar el satélite desde las estaciones terrenas y también para mantener las mismas en Bolivia, las cuales son dos: una principal y una de reserva.

El segundo está entrenado para el diseño y construcción de satélites; y el tercero se entrena en ingeniería y operación de telepuertos.

Las primeras semanas
Después del lanzamiento del satélite, y mientras éste llega a su posición definitiva, el Túpac Katari será operado desde varias estaciones en el mundo, ya que demandará un “periodo para que sea visible desde Bolivia”.

Sin embargo, una vez que llegue a su posición definitiva, se podrá ver el satélite desde nuestras estaciones el 100 por ciento del tiempo. Para eso, el Estado boliviano ha construdo dos estaciones terrenas, una ubicada en la localidad de Amachuma (El Alto) y otra en el municipio La Guardia (Santa Cruz).

“La industria espacial es de alto riesgo”, enfatiza Ivan Zambrana, quien explica que cada año en el lanzamiento de satélites se tiene un fallo aproximado del 10 por ciento, lo que implica ciertos riesgos para el país.

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