Un doblete de Wilshere acercan los octavos y el liderato del Arsenal
El Arsenal suma y sigue. Ganó 2-0 al Marsella y salvo milagro napolitano estará en los octavos de la Champions. (Asumiendo que el Borussia ganará al Marsella, los italianos tendría que vencer al Arsenal por 3 goles o más para apear a los ingleses de la competición).
El equipo de Wenger ya gana como los grandes: sin forzar la maquinaría. Wilshere marcó a los 30 segundos de partido y después su equipo se dio el lujo de fallar un penalti y dormitar. Con Cazorla en el banquillo, se defendió de un Marsella indolente a base de posesiones largas, casi infinitas, y esperó hasta la segunda mitad para establecer la sentencia, otra vez obra de Wilshere.
El centrocampista inglés adelantó a los gunners con una obra maestra. Desde el lateral del área, recortó a su defensor y enchufó el balón en la escuadra por el palo largo. Minutos después Ramsey perdonó un mano a mano ante Mandana y pasada la media hora Özil marró un penalti que se había inventado el Mateu Lahoz. El colegiado español se obnubiló tras un sombrero delicatesen de Ramsey y señaló la pena máxima en lo que debió ser una falta fuera del área. Para hacer justicia, Mandana, el mejor de los suyos, adivinó la intención de Özil y el 1-0 continúo hasta el descanso.
En la segunda parte el Arsenal siguió a lo suyo. Poco ritmo, pero el suficiente para doblegar al Marsella y crear no muchas ocasiones pero sí muy claras. Mandana, otra vez él, sacó despejó un disparo Özil pero no pudo hacer nada en la siguiente jugada, cuando Wilshere, asistido por el alemán, mandó el balón a las redes.
Solo entonces, el Marsella reaccionó y pudo acortar distancias en dos disparos venenosos del prometedor Thauvin, que en media hora creó más peligro que el resto de su equipo. No obstante, se topó con Szcesny, que como Mandana, quiso reivindicar el papel de los porteros.