Neymar, salvavidas del Barça
Aseguraba el Tata Martino que mientras se espera el advenimiento de la excelencia futbolística, lo que toca es ganar partidos e ir llenado el zurrón de puntos. Eso es lo que hizo el Barça ante un Espanyol que le complicó la vida muchísimo. Tuvo el Barça que apelar a un genialidad de Neymar ya bien entrada la segunda parte para sacar el partido adelante mediante un gol de Alexis, que se está convirtiendo en el santo y seña del momento por el que pasa el equipo blaugrana. Del Barça de Messi, de nuevo desaparecido, se ha pasado al Barça de Alexis.
Al Espanyol nada se le puede reprochar. Aguirre se plantó en el Camp Nou con una alineación experimental y el invento sólo se le vino abajo cuando Neymar salió de la lámpara del genio en la que habita. El planteamiento de los pericos fue excelente en lo que se refiere a la seriedad, el sacrificio el orden y la disciplina. Más que un equipo de fútbol, parecían una orden de monjes guerreros.
Durante la primera parte desarmaron al Barcelona, que únicamente creó ocasiones de gol (Iniesta y Alves) en el tiempo de descuento, mientras que Víctor Sánchez en el minuto 35 ya había exigido a Valdés su milagro diario. Fueron 45 minutos soporíferos, pero rentables para los de Aguirre.
En el segundo tiempo el Barça puso una marcha más, pero el Espanyol, encomendándose a un excelente Casilla y a su disciplina en defensa capeaba el temporal mientras que el Barça no encontraba a Messi, que ayer volvió a estar desaparecido.
Fue Neymar el encargado de salvar su primer derbi. No marcó, pero su asistencia a Alexis fue de antología e incluyó dos caños a los defensores españolistas. El tocopillano, todo empuje, se tiró al suelo para empujarla a la red. El Barça de Alexis sigue sumando puntos y despertando recelos.