Muerte del Che fue definida en 1960 desde Washington

Cuba, Agencia de noticias Cubana
Varias décadas de ardua labor investigativa avalan la obra que Adys Cupull y Froilán González han dedicado a la acción y el pensamiento del comandante Ernesto Che Guevara.
Textos que, desde diversas miradas, develan remembranzas, memorias y anécdotas relacionadas con el legado de un hombre que, por su lucha a favor de la justicia del mundo, es todo un símbolo de la humanidad.


Las circunstancias en torno a la muerte del Che y los combatientes de la guerrilla en tierras bolivianas, en octubre de 1967, es de los temas que han preocupado, y ocupado, a estos acuciosos investigadores, quienes han publicado títulos como La CIA contra el Che (1992) y Sin olvido. Crímenes en La Higuera (2007), en los cuales abordan tan sensible y lamentable suceso.

Tema retomado por los escritores en el libro titulado El asesinato del Che en Bolivia. Revelaciones (Editora Política, 2012, 164 pp), donde, con actualizadas informaciones, nuevas evidencias y precisos testimonios, se encarga de esclarecer los hechos ocurridos en territorio boliviano.

Las últimas horas de la vida del Che y sus guerrilleros, los responsables del asesinato cometido en la escuelita de La Higuera, el motivo de ocultar el lugar del enterramiento de los cadáveres, el trágico final de algunos de los implicados en el crimen y la huella del Comandante guerrillero en la memoria de los bolivianos, son algunos de los pasajes abordados en estas páginas.

En El asesinato del Che en Bolivia. Revelaciones, los autores, a partir de las fuentes documentales y testimoniales, arriban a conclusiones de gran trascendencia. He aquí una de esas esclarecedoras afirmaciones:

"La decisión de asesinar al Che estaba tomada en Washington desde 1960. Después del fracaso de la invasión por Playa Girón, asumió la jefatura de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, siglas en inglés), Richard Helms, quien continúo el Proyecto Cuba, que contemplaba el asesinato de Fidel, Raúl y el Che.

"También la imposición, mediante la fuerza militar, de un gobierno en La Habana afín con los intereses de Estados Unidos. Ellos aseguraban, sistemáticamente, que la Revolución Cubana sería derrotada en cuestión de meses. Dentro de sus planes se propusieron eliminar a sus principales líderes.

Por ello, cuando se recibió en la capital norteamericana la información de que el comandante Ernesto Che Guevara se encontraba prisionero y herido en la escuelita de La Higuera, no fue necesario discutirlo. La CIA, el Departamento de Estado, el Pentágono y el presidente norteamericano, tenían tomada la decisión desde mucho antes.

En la extensa bibliografía de Adys Cupull (Santiago de Cuba, 1937) y Froilán González (La Tunas, 1943), quienes, por décadas, han estudiado la vida y la obra de relevantes figuras de la historia de Cuba y del mundo, aparecen títulos dedicados a Mariana Grajales, José Martí, Leonor Pérez, Mariano Martí, Julio Antonio Mella y Tina Modotti.

Más de una decena de libros reproducen sus documentadas investigaciones, realizadas dentro y fuera de Cuba, relacionadas con la huella del Guerrillero Heroico, entre ellos: Che entre nosotros, Recuerdos de familia, Estrellas Insurrectas, Un hombre bravo, Ciudadano del mundo, José Martí en el Che, Amor revolucionario, Recuerdos profundos y Con la mirada al Sur.

Con El asesinato del Che en Bolivia. Revelaciones, Adys y Froilán entregan el libro que viene a salvar la deuda con la memoria histórica del mundo. Obra que contribuye a esclarecer, develar y aclarar la verdad sobre un hecho que, casi medio siglo después, no ha dejado de estremecer y conmover a la humanidad.

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