Médicos ayudaron a torturar a presos en las cárceles de la CIA

EEUU, El Mundo.es
Médicos y profesionales sanitarios fueron cómplices de las torturas y malos tratos que se practicaron en cárceles de la CIA. Los doctores dejaron así de lado sus obligaciones éticas y su juramento hipocrático, según se desprende de un informe independiente publicado este lunes.
Las reacciones a tan polémicas revelaciones no se han hecho esperar. Por su parte, la CIA ha asegurado que las conclusiones del informe son 'erróneas', mientras que el Pentágono las ha tachado de 'absurdas'.


Este estudio, cuya realización ha durado dos años y que bajo el título 'La ética abandonada: profesionalidad médica y abuso de los detenidos en la guerra contra el terrorismo', reclama una investigación de la Comisión de Información del Senado de Estados Unidos.

"El Ministerio de Defensa y la CIA exigieron de manera abusiva a sus profesionales sanitarios que colaboraran en operaciones de informaciones y seguridad de tal manera que infligieron graves sufrimientos a los reclusos", subraya este informe realizado por 20 expertos jurídicos.

El estudio señala que tanto médicos como militares participaron en la "concepción, participación y aplicación de torturas y tratamientos crueles, inhumanos y degradantes" a hombres detenidos en cárceles estadounidenses en Afganistán, Guantánamo o lugares secretos de la CIA.

"En nombre de la seguridad nacional, los militares desviaron el juramento hipocrático y los médicos fueron transformados en agentes de información", señala el doctor Gerald Thomson, catedrático de la Universidad Columbia.

Leonard Rubenstein, profesor de Derecho de la Salud Pública en la Universidad Johns-Hopkins, citó la alimentación forzosa de los huelguistas de hambre en Guantánamo, los interrogatorios enérgicos y las simulaciones de ahogamiento de sospechosos de terrorismo en las cárceles secretas de la CIA.

Médicos y enfermeras "legitiman esas prácticas con su presencia y diciendo que son médicamente aceptables", declaró Rubenstein a Afp, que añadió que esos abusos con cobertura médica no tienen cabida en EEUU.

Por su parte, la CIA se ha defendido y ha asegurado que el informe "contiene inexactitudes graves y conclusiones erróneas".

"Es importante resaltar que la CIA ya no tiene ningún preso y el presidente Barack Obama decretó el cierre el programa de detención e interrogatorio en 2009", declaró el director de Comunicación de Agencia Central de Inteligencia, Dean Boyd.

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos tuvo la misma reacción. El portavoz del Pentágono, Todd Breasseale, declaró que "ninguno de los críticos tuvo acceso a los detenidos, a sus informes médicos ni a los procedimientos" en la prisión de Guantánamo.

Sin embargo, Breasseale saludó la gran profesionalidad de los médicos que trabajan "en condiciones de gran estrés" y dan "los mejores cuidados que nunca han tenido los detenidos".

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