Martino se queda sin récord y el Barça no puede ni contra diez
Al Barça, como al emperador del cuento, se le empiezan a ver los calzones y la gente ya no tiene miedo de comentarlo por la calle. Ayer en Amsterdam recibió una soberana lección de juego por parte de un Ajax jugó toda la segunda parte en inferioridad. La lección es más sangrante aún para los barcelonistas por el rival, el estilo y el escenario donde se produjo.
El Ajax, equipo en el que el Barça se inspiró para llegar a la excelencia desnudó al emperador con una master class de 45 minutos sobre el juego de posición en la que los pupilos de Frank de Boer recordaron cruelmente a las estrellas de Martino lo que hacían ellos no hace tanto. De nuevo en Europa, como pasó en marzo pasado en Múnich, el Barça recibió el trato que antes ellos dispensaban a los rivales. La diferencia está en que los pipiolos del Ajax no son los cracks del Bayern y que encima jugaron la mitad del partido en inferioridad. La certificación de la primera plaza del grupo, deberá decidirse en la última jornada.
El Barça salió a jugar con el equipo de gala, teniendo en cuenta las bajas, con el único cambio de Song por Busquets. La importancia de Busquets en este equipo es capital, pero eso no basta para justificar el naufragio de la primera mitad del partido en el que los holandeses bailaron al Barça. Les superaron en todo. En intensidad, en posesión, en posicionamiento y en acierto.
Fruto de esta superioridad, Serero marcó al aprovechar una gran subida por la banda de Van Rhijn en el minuto nueve . Parecía que con el gol el Barça despertaría, pero fue todo lo contrario. El baño fue en aumento. Con el Barça perdiendo los papeles y sin que nadie pegara un grito, la tragedia se consumó en una jugada de cine cómico en la que Puyol y Piqué permitieron el segundo gol obra de Hoesen.
La segunda parte no pudo empezar mejor para el Barça, Veltman derribó a Neymar fuera del área y el colegiado señaló penalti y expulsión. Marcó Xavi y el Barça tenía por delante 41 minutos para maquillar el desastre. Pero si en la primera parte el Ajax dio una lección de juego, en la segunda la dieron de coraje al aguantar con 10 ante un Barça impotente, previsible, lento y desquiciado.