Lanús dio vuelta el resultado en cancha de All Boys y sueña
¡Lanús está vivo! De la mano del Mellizo dio vuelta un partido increíble en Floresta y se metió de lleno en la pelea por el título. Silva, en dos ocasiones, y Acosta marcaron los goles con los que el Grana pasó del 0-2 al 3-2 que le permite seguir soñando con la doble corona.
Si había un partido importante para Lanús en lo que respecta al campeonato era este. Visitar Floresta no suele ser una tarea sencilla, y menos para un equipo que pretende meterse en la pelea por el título. Seamos claros: All Boys no es el cuco de nadie, pero de vez en cuando le mete un susto a algún desprevenido.
Así llegó Lanús al Islas Malvinas. Desprevenido. Confiado. Tanto, que estuvo a punto de besar la lona: Matos le pegó dos veces -la segunda directo al mentón- y lo dejó groogy, tambaleando, al borde de caerse de la pelea. Y si no lo hizo fue porque Guillermo Barros Schelotto fue mucho más pillo que Julio César Falcioni...
Sería imposible entener el resultado para alguien que haya visto sólo los primeros 45 minutos. En la parte inicial All Boys fue superior a Lanús. Y mucho. Torassa, ese delantero que le había salvado la ropa a JC en la fecha pasada, había dejado en ridículo a Balbi una y otra vez, convirtiendo cada ataque del Albo en una estocada. De hecho, fue el propio Balbi quien bajó al chiquitín del Albo en las dos jugadas que terminaron en gol. E irónicamente es ahí donde Guillermo hizo la diferencia: para el complemento sacó a Balbi, mandó a la cancha al Marciano Ortiz y ¡voilà! Lanús fue otro.
Falcioni siempre fue un técnico conservador. Y, claro, no iba a cambiar hoy: en cuanto el uruguayo Silva marcó el descuento, JC metió a un volante de contención (Fernando Sánchez) en lugar de Cámpora. La jugada le salió pésima, porque el ingreso de Sánchez no sólo no contuvo las constantes arremetidas de Lanús, sino que además al resignar un delantero también se le vinieron los defensores del Grana.
La entrada de Acosta fue la frutilla del postre. Porque, a decir verdad, si bien el empate era un buen resultado teniendo en cuenta el 0-2 inicial, un punto significaba demasiado poco para seguir prendido en la lucha. Pero con el Laucha en cancha, Lanús encontró ese gol que le faltaba para darle sabor de hazaña a la victoria y permitir que la ilusión de la doble corona siga vigente.
