La resaca de la derrota: "Francia se abona a la desilusión"
Francia ya ha aterrizado en París. Los futbolistas han llegado cabizbajos tras la dura derrota que sufrieron ayer ante Ucrania (2-0) y que les obliga a desvivirse el próximo martes en el Stade de France para no verse fuera del Mundial de Brasil. Estarán arropados (o condenados, depende de cómo se dé el encuentro) por un estadio a rebosar: ya no quedan entradas.
Las críticas le han llovido a la selección gala (y a su entrenador, Didier Deschamps) tras el varapalo de anoche en el Olímpico de Kiev.
El periódico deportivo L'Équipe ha amanecido con el titular de portada "Alerta roja". La crónica no es más halagüeña: "Brasil se aleja para Francia". "Se permite la esperanza porque todavía queda el partido de vuelta. pero tras lo visto el viernes, dar marcha atrás sería casi milagroso (...) A Deschamps le quedan algo menos de cuatro días para encontrar la fórmula que permita a Francia volver al camino de Brasil. Aunque parecía dudar si volver o no al sistema 4-3-3, el 4-3-2-1 alineado no permitió a les Bleus rendir como en sus últimas salidas. Más inquietante todavía: no solo la influencia de Ribéry se redujo a nada, sino que sus compañeros no aprovecharon el estrecho marcaje al que se enfrentó todo el partido. (...) Una verdadera noche para olvidar, pero que se quedará grabada en la memoria en caso de que Francia no se clasifique para el Mundial".
El generalista Le Monde elige el mimso titular que L'Équipe: "Brasil se aleja para les Bleus". Además, recuerda la última "catástrofe" de la selección gala: "(...) La tarea se anuncia muy complicada en el Stade de France. Será necesario que Francia dinamite a una de las mejores defensas europeas para reservar sus billetes para Brasil. Si no, se esperan dos años y medio de partidos amistosos hasta la Eurocopa de 2016. Como organizador, Francia se clasificará automáticamente. Para los franceses, presentes en todas las fases finales desde 1996, acechará el fantasma de la eliminación ante Bulgaria. El vigésimo aniversario de esta catástrofe se aproxima, es el 17 de noviembre [Francia se quedó sin ir al Mundial de 1994]".
A pesar del pesimismo y los malos augurios, los jugadores intentan mostrarse confiados: "No hay que bajar la cabeza", dijo Mathieu Valbuena. "Estamos contra la pared, pero sabemos que somos capaces de darle la vuelta a la situación", opinó el meta Hugo Lloris.
La web del periódico Le Figaro ha sacado un artículo demoledor sobre los puntos flacos de su selección: "Lecciones de una derrota", titula. La primera fase es un avance de lo que está por venir: "Repetida una y otra vez, la lección nunca se aprende. Mismos problemas, mismas consecuencias (...) Enajenados por un mal cóctel de inhibición y suficiencia, les Bleus se han abonado a la desilusión". A continuación se preguntan: "¿Dónde están los líderes?". Y responden con una clara crítica a Karim Benzema, ayer suplente y que salió en el minuto 70 de partido: "Tras la debacle, algunos jugadores no habían tomado conciencia de lo sucedido. La intervención de Benzema siguió la pura tradición francesa de negar la realidad". A continiación se refiere a los actuales líderes del equipo, con el candidato al Balón de Oro Franck Ribéry, Abidal y Evra a la cabeza: "No han conocido más que fracaso desde que heredaron el estatus".
Todo esto tras haber perdido 2-0, pero con posibilidades de resarcirse en París. Pero, visto lo visto, la que le puede caer a la selección gala si finalmente se queda fuera del Mundial puede ser atronadora.
