La ONU anuncia la primera conferencia de paz sobre Siria para enero

La cumbre tendrá lugar en Ginebra y participarán representates del Gobierno de El Asad y opositores

Carmen Rengel
Jerusalén, El País
Ginebra albergará el próximo 22 de enero la primera conferencia internacional de paz sobre Siria, con presencia tanto de miembros del Gobierno de Bashar el Asad como de los principales grupos opositores. Este primer cara a cara entre las partes en lucha desde hace 32 meses es una “misión de esperanza”, como la ha definido el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, al anunciar hoy el encuentro en una comparecencia en Nueva York. Con más de 100.00 muertos y nueve millones de desplazados, la solución negociada a la crisis es una obligación de la comunidad internacional, ha añadido Martin Nesirky, portavoz de Ki-Moon.


La ONU ha confirmado que el encuentro se basará en las conclusiones acordadas también en Ginebra, en junio de 2012, por el Grupo de Acción sobre Siria, el primer atisbo de entendimiento entre la comunidad internacional y los opositores al régimen, en el que no participó abiertamente el gabinete de Asad. Entonces se acordó la creación de un órgano de Gobierno de transición “con plenos poderes ejecutivos”, también con control sobre el Ejército y los cuerpos de Seguridad del Estado, un paso que debe ir acompañado del cese de las hostilidades en los dos bandos y que debe abrir las puertas a una nueva constitución y unas elecciones libres. Como ha reiterado Ki-Moon, el objetivo es “claro”: que los sirios logren sus “legítimas aspiraciones de libertad y dignidad” y que se les “garantice su seguridad y protección”.

La incógnita ahora está en saber quién está llamado a participar en esta conferencia. El secretario general de la ONU no ha dado la lista de los participantes en su comparecencia sin preguntas de la prensa. Sólo ha pedido la implicación “significativa” de los socios regionales e internacionales. Irán era el invitado de la discordia. Estados Unidos siempre se ha negado a integrarlo en el grupo de debate, como aliado incondicional de Siria que es, suministrando apoyo militar y humano al régimen, y la condición para su presencia es que acate las conclusiones de Ginebra de hace casi año y medio, una exigencia compartida por Reino Unido y Francia.

Rusia, otro gran valedor de Asad, apostaba en cambio por que Irán esté en la mesa, sin condiciones. Su vicecanciller, Gennady Gatilov, ha asegurado a la agencia Interfax que aún no se ha aclarado a quién se va a convocar, mientras un alto funcionario de la Unión Europea citado por Reuters afirma que no puede “imaginar” que EEUU vaya a seguir oponiéndose a la presencia de Irán después de que el domingo se firmase un acuerdo entre las principales potencias occidentales y Teherán sobre su programa nuclear.

La cita de Ginebra lleva posponiéndose desde mayo, cuando por primera vez pareció viable. Luego se comenzó a hablar de diciembre y ahora se cierra para enero. Sin embargo, fuentes de los Comités de Coordinación Local en Turquía sostienen que se ha puesto fecha sólo para obligar a las partes a sentarse en la misma mesa, pero no porque las posturas estén más próximas ahora que en primavera. La convocatoria se ha anunciado después de que el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Lahkdar Brahimi, se haya entrevistado con altos funcionarios norteamericanos y rusos. No ha trascendido el contenido de este encuentro.

El titular de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha mandado desde Roma un mensaje a los opositores sirios, reclamándoles que actúen con “responsabilidad” y eviten nuevos “retrasos” en las negociaciones. Presión que su colega británico, William Hague, carga por el contrario sobre los hombros del régimen de Damasco. “Una transición política significa que Asad no puede tener ningún papel en el futuro de Siria”, insiste. Esa es una de tras tres condiciones previas que ha exigido la opositora Coalición Nacional Siria para acudir a la conferencia: que Asad no esté dentro del ejecutivo de transición, que se libere a los presos políticos de estos dos años y meedio de conflicto (que cifran en no menos de 400.000) y que se alivie el cerco en las ciudades sitiadas por el Ejército. Laui Safi, su portavoz, ha pedido el apoyo de todos los rebeldes, incluso de los afines a Al Qaeda como el Frente Al Nusra, antes de empezar a dialogar.

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