Hijos de haitianos podrían regularizarse si demuestran que nacieron en Dominicana

Santo Domingo, AFP
República Dominicana regularizará la situación de los hijos de extranjeros que demuestren haber nacido en el país y que no hayan violado las leyes, algo que podría beneficiar a decenas de miles de haitianos que viven en el país y carecen de documentos.
"A las personas que el inventario refleja que se encuentran en una situación irregular, la sentencia 0168-13 y el Estado Dominicano les garantiza que si demuestran arraigo en la República, si demuestran haber nacido en el país y no haber violado las leyes, sus documentos serán regularizados", aseguró el titular de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario.
Rosario hizo sus declaraciones el jueves al divulgar un informe sobre los hijos de extranjeros ordenado por el Tribunal Constitucional en un fallo del 26 de septiembre, que niega la nacionalidad dominicana a los hijos de inmigrantes.
Ese fallo puso de relieve la dramática situación que enfrentan, según cifras oficiales, 240.000 descendientes de haitianos.
Relevamiento
La revisión de los libros de nacimientos del Registro Civil desde 1929 a la fecha ordenada por el Tribunal Constitucional halló que 24.392 hijos de extranjeros fueron anotados de forma irregular desde ese año, al no presentar sus padres documentos de identidad válidos, dijo Rosario en conferencia de prensa.
De ellos "sólo 13.672 corresponden a hijos de nacionales haitianos no residentes", indicó.
En 4.859 de los casos, los padres presentaron una ficha de identificación que el Estado les daba a los braceros haitianos que importaba para trabajar la caña de azúcar.
En 5.296 casos, los padres presentaron sus pasaportes y en 14.237 "otros" documentos, detalla el informe de la JCE.
El relevamiento halló 53.455 registros de hijos de extranjeros, que representa el 0,57% de una población de 9,4 millones de personas, según el censo de 2010. El reporte no indica cuántos pueden haber fallecido.
De ellos, los documentos de 29.455 son de condición regular, hijos de residentes de 98 nacionalidades, de los cuales 22.689 son hijos de haitianos, dijo Rosario.
Sueños desbaratados
Durante el apogeo de la industria azucarera dominicana, a partir de la década de 1910, República Dominicana traía obreros de Haití sin darles más documentos que una ficha, y no los devolvía luego a su país.
Esa situación histórica ha provocado la irregular situación legal de los descendientes de haitianos, que llevó al Tribunal Constitucional a emitir su polémico fallo.
"Desbarató nuestros sueños (...), las aspiraciones que teníamos", dijo a la AFP días atrás Yuly Paredes Senfa, de 23 años, a quien el fallo le truncó la posibilidad de firmar un contrato con un equipo de béisbol.
Días atrás, el presidente Danilo Medina recibió a un grupo de defensores de los derechos de los descendientes de haitianos, ante quienes se excusó por este fallo y se comprometió a iniciar "un proceso de consulta para ver qué podríamos hacer en coordinación con los órganos competentes".
El ejército dominicano vigila estrechamente la frontera con Haití, país con el que comparte la isla La Española, y en los últimos 13 meses ha repatriado a 47.700 haitianos indocumentados.
La situación ha generado el rechazo no sólo de organizaciones nacionales, sino también de personalidades y entidades internacionales, incluidas la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Organización de Estados Americanos (OEA), que han instado a proteger los derechos humanos de los haitianos.
Asimismo, República Dominicana enfrenta en la Corte Interamericana de Derechos Humanos denuncias de un grupo de 27 personas de origen haitiano expulsados del país entre 1994 y 2000 por presuntas cuestiones raciales.
El polémico fallo del Tribunal Constitucional ha generado asimismo rechazos y adhesiones dentro del país.
El lunes pasado, centenares de personas se manifestaron en Santo Domingo con consignas, pancartas y canciones patrias en apoyo a la sentencia, con el discurso común de que República Dominicana tiene el derecho soberano de fijar sus propias leyes de migración sin injerencias.
Asimismo, calificaron de traidores a quienes defienden los derechos de los afectados, como el Centro Bonó, un instituto de jesuitas que defiende los derechos de la población de ascendencia haitiana.

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