El presidente de Paraguay no irá a la próxima cumbre de Mercosur
Madrid, EP
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha anunciado que no irá a la próxima cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) y ha reiterado su rechazo a la incorporación de Venezuela, a pesar de la reciente normalización de las relaciones bilaterales.
Cartes ha explicado que no ha habido cambio de postura en el Gobierno de Paraguay en lo que respecta a la entrada de Venezuela a Mercosur, insistiendo en que debe respetarse el Estado de Derecho, según ha informado el diario 'ABC Color'.
Así, ha adelantado que no irá a la cumbre de Mercosur prevista para el próximo 13 de diciembre en Caracas, puesto que el Parlamento no le ha dado autorización para ello debido a los problemas en torno a la membresía del bloque económico.
No obstante, se ha mostrado dispuesto a buscar una solución jurídica. "El Gobierno tiene toda la predisposición y ojalá se resuelva pronto porque no hay problemas entre países, sino diferencias coyunturales", ha sostenido.
A este respecto, ha negado los rumores que apuntan que Paraguay pretende vincular la negociación de su deuda con la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) a las negociaciones sobre la organización regional.
"Algunos quieren instalar (la negociación sobre) la deuda de PDVSA, pero no, de ninguna manera. Que sea por el camino derecho, para que si saben encontrar, si tienen la sabiduría, encuentren el camino para que nadie salga golpeado", ha aclarado.
En este contexto, aunque ha prometido hacer su mejor esfuerzo, ha apuntado que "ellos (los venezolanos) son de hecho los que tienen que instalar (el diálogo), ponerle madurez (a la situación) para que las naciones puedan estar en buenas relaciones".
NUEVOS EMBAJADORES
Estas declaraciones se producen justo un día después de que Paraguay designara como nuevo embajador en Caracas a Enrique Jara, dando un paso más en las normalización de las relaciones bilaterales. Hace un mes, Venezuela ya nombró a Alfredo Murga como jefe de su misión diplomática en Asunción.
La crisis bilateral comenzó en junio de 2012, cuando el Congreso de Paraguay decidió destituir a Fernando Lugo como presidente del país sudamericano por mal desempeño de sus funciones, en lo que éste calificó como un "golpe de Estado express".
Muchos países de la región, incluido Venezuela, decidieron romper sus relaciones bilaterales en apoyo a Lugo y aislar al nuevo Gobierno de Paraguay, presidido por Federico Franco, suspendiendo su participación en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y Mercosur.
Venezuela aprovechó la suspensión de Paraguay en Mercosur para relanzar su ingreso en el bloque económico, al que Asunción se oponía firmemente desde 2005, y lo consiguió, gracias al apoyo unánime de los otros miembros: Argentina, Uruguay y Brasil.
Paraguay cargó contra la incorporación de Venezuela a Mercosur al considerar que se violaron los estatutos de la organización regional, que exigen la unanimidad de todos los países para decidir las cuestiones de membresía.
La tensión se rebajó con la llegada de Cartes a la Presidencia de Paraguay, tras ganar las elecciones presidenciales celebradas el pasado 21 de abril. Desde entonces, los países de la región han ido normalizando sus relaciones con Asunción.
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha anunciado que no irá a la próxima cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) y ha reiterado su rechazo a la incorporación de Venezuela, a pesar de la reciente normalización de las relaciones bilaterales.
Cartes ha explicado que no ha habido cambio de postura en el Gobierno de Paraguay en lo que respecta a la entrada de Venezuela a Mercosur, insistiendo en que debe respetarse el Estado de Derecho, según ha informado el diario 'ABC Color'.
Así, ha adelantado que no irá a la cumbre de Mercosur prevista para el próximo 13 de diciembre en Caracas, puesto que el Parlamento no le ha dado autorización para ello debido a los problemas en torno a la membresía del bloque económico.
No obstante, se ha mostrado dispuesto a buscar una solución jurídica. "El Gobierno tiene toda la predisposición y ojalá se resuelva pronto porque no hay problemas entre países, sino diferencias coyunturales", ha sostenido.
A este respecto, ha negado los rumores que apuntan que Paraguay pretende vincular la negociación de su deuda con la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) a las negociaciones sobre la organización regional.
"Algunos quieren instalar (la negociación sobre) la deuda de PDVSA, pero no, de ninguna manera. Que sea por el camino derecho, para que si saben encontrar, si tienen la sabiduría, encuentren el camino para que nadie salga golpeado", ha aclarado.
En este contexto, aunque ha prometido hacer su mejor esfuerzo, ha apuntado que "ellos (los venezolanos) son de hecho los que tienen que instalar (el diálogo), ponerle madurez (a la situación) para que las naciones puedan estar en buenas relaciones".
NUEVOS EMBAJADORES
Estas declaraciones se producen justo un día después de que Paraguay designara como nuevo embajador en Caracas a Enrique Jara, dando un paso más en las normalización de las relaciones bilaterales. Hace un mes, Venezuela ya nombró a Alfredo Murga como jefe de su misión diplomática en Asunción.
La crisis bilateral comenzó en junio de 2012, cuando el Congreso de Paraguay decidió destituir a Fernando Lugo como presidente del país sudamericano por mal desempeño de sus funciones, en lo que éste calificó como un "golpe de Estado express".
Muchos países de la región, incluido Venezuela, decidieron romper sus relaciones bilaterales en apoyo a Lugo y aislar al nuevo Gobierno de Paraguay, presidido por Federico Franco, suspendiendo su participación en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y Mercosur.
Venezuela aprovechó la suspensión de Paraguay en Mercosur para relanzar su ingreso en el bloque económico, al que Asunción se oponía firmemente desde 2005, y lo consiguió, gracias al apoyo unánime de los otros miembros: Argentina, Uruguay y Brasil.
Paraguay cargó contra la incorporación de Venezuela a Mercosur al considerar que se violaron los estatutos de la organización regional, que exigen la unanimidad de todos los países para decidir las cuestiones de membresía.
La tensión se rebajó con la llegada de Cartes a la Presidencia de Paraguay, tras ganar las elecciones presidenciales celebradas el pasado 21 de abril. Desde entonces, los países de la región han ido normalizando sus relaciones con Asunción.