El City pasa a octavos al ritmo de Agüero y Negredo
A la tercera fue a la vencida y el Manchester City estará en los octavos de final de la Champions después de ganar 5-2 al CSKA. Decía Pellegrini en la previa del encuentro que pasar la fase de grupos “es lo mínimo” que se le puede exigir a este equipo y no le falta razón. Porque con futbolistas como el Kun, Touré y Silva lo raro fue lo que ocurrió con Mancini al mando y no lo de hoy; un festival ofensivo 'citizen' que terminó con otra goleada, la segunda de la semana tras el 7-0 al Norwich en la Premier.
Pero no todo es fiesta y júbilo en la casa de Pellegrini. Habrá quién piense que el chileno ya ha logrado más méritos que su antecesor pero lo cierto es que, habiendo hecho bastante, aún tiene mucho trabajo por delante.
El equipo juega bien en ataque, mucho mejor que con el italiano al mando, pero sigue pecando de inocente a la hora de defender. Así, tras marcar tres goles y perdonar un cuarto en se dejó hacer el 3-1 justo antes del descanso.
A los tres minutos el Kun adelantó a su equipo al convertir un penalti provocado sobre David Silva y el propio delantero argentino anotó el segundo poco después en un derroche de talento. Regateó a su marcador con un control orientado de tacón y definió al palo largo del portero para conseguir su noveno gol en sus últimos seis partidos.
Negredo se sumó a la orgía goleadora apoyándose en el Kun para hacer el 3-0 y Silva rozó el cuarto poco después. Sin embargo, el canario perdonó y en la primera ocasión peligrosa de los rusos Doumbia aprovechó un error de Demichelis para ganar la espalda a los centrales y acortar distancias.
De nada sirvió. La segunda mitad siguió el mismo guión. El City disfrutó e hizo disfrutar a su afición pero no tanto a su técnico, que se tiraba de los pelos en cada ocasión en contra. Negredo continúo la goleada al culminar un magistral pase de Touré a Nasri. Luego, Doumbia forzó un penalti ante Clichy y él mismo convirtió el 4-2 antes del último gol de Negredo. Su hat-trick y la culminación perfecta a un encuentro en el que fue elegido mejor jugador del partido. Premio merecido.
