El Borussia desplaza al Nápoles y se apunta el goalaverage
El Dortmund fue un vendaval. El asunto se le puso de cara por un penalti ingenuo de Fernández sobre Lewandowski, que no marcó pero fue una amenaza constante y asistió a Aubameyang en el último gol del partido.
Pero el verdadero héroe fue el pequeño armenio, gran jugador, Mkhitaryan, que justificó sobradamente las razones por las que ha sido el fichaje más caro en la historia del vigente subcampeón de la Champions. La inversión está plenamente justificada. Y será rentable. Mkhitaryan está llamado a ser una pieza codiciada por los grandísimos de Europa. Lo tiene todo, y todo lo enseñó esta noche. Destrozó al Nápoles por técnica, velocidad, verticalidad y pegada. Un jugador al que, hoy, fue difícil distinguir del mejor Messi.
Reus es otro al que no hay que perder de vista. Su capacidad para armar contraataques es proverbial. Lo hace con dos toques. Control y pase. Claro que le ayuda el movimiento constante de sus compañeros y el ofrecimiento de los laterales. Ante ese abanico de recursos Reina puso remedio. Le hicieron tres goles, pero evitó otros cuatro.
Quizá la historia hubiera sido otra si Callejón no se hubiera encontrado con el poste en lo que pudo ser el 1-1. Luego falló otra ocasión Higuaín. Pero fue mejor el Dortmund.
Tras este triunfo, el Dortmund es segundo del Grupo F con los mismos puntos que el Nápoles, al cual supera por el enfrentamiento global ya que ambos están empatados a nueve puntos. Los de Klopp dependen de sí mismos para lograr el pase en la sexta jornada cuando visiten al Marsella, mientras que los de Benítez se la jugaran contra el Arsenal. Si el Dortmund gana en Marsella, el Nápoles necesitará ganar al Arsenal por tres o más goles.
