Alemania merece más ante Italia, pero se topa con los palos
San Siro esperaba un gran espectáculo entre dos de las selecciones más fuertes del continente y no defraudó. Italia y Alemania medían fuerzas de cara al Mundial de Brasil con novedades en los onces. Low, ante las bajas de Klose y Mario Gómez, jugó con falso nueve. Gotze, era la referencia acompañado por detrás de Schurrle, Muller y Kroos. En la medular, el seleccionador aleman optó por Lahm acompañando a Khedira, en un experimento que ya usa Guardiola en el Bayern, lo que dejó a Ozil en el banquillo. Por su parte, el conjunto azzurro salió con dos puntas, Osvaldo y Balotelli, y Pirlo como brújula del equipo.
Tras un gran inicio de los de Prandelli, en el que Pirlo gozó de un libre directo para abrir el marcador, los germanos aprovecharon su primera llegada al área de Buffon para adelantarse. Córner que bota Kroos y Hummels, tras tocar en el palo, manda al fondo de la red. El tanto dejó tocado a la selección azzurra que, aunque tenía la posesión, no llegaba a los dominios de Neuer. Los de Low dejaban hacer a los italianos para después llegar con facilidad al área rival. Hummels pudo aumentar la ventaja en otro córner que el central remató fuera libre de marca, después fue Khedira el que se encontró con el palo en un tiro desde fuera del área. Parecía que los alemanes podían hacer daño ante una estéril Italia.
Nada más lejos de la realidad. No se había cumplido la media hora de partido cuando Abate recuperó un balón en el lateral del área, hizo la pared con Bonucci y tiró desde dentro del área para batir a Neuer, que nada pudo hacer. Con el empate, el partido se igualó y se abrió. Las ocasiones llegaban en ambas porterías y la tensión era máxima. No parecía un amistoso. Ambos equipos buscaban la portería rival con ahínco, pero sin acierto.
Tras la reanudación, el guión no cambió. Había alternativas en ambas porterías, pero poca puntería. Las llegadas italianas tenían más peligro y cerca estuvieron Montolivo y Balotelli de hacer el segundo. La consistencia en la medular mejoró con la salida de Candreva y los de Prandelli se hicieron dueños del esférico. Low sacó a Ozil y Reus para dar aire a la zona de ataque, pero los alemanes, sin balón, no eran capaces de llegar a los dominios de Buffon. A Alemania no le salía nada y, para más inri, Khedira se tuvo que retirar del campo lesionado al cometer falta sobre Pirlo. El jugador del Real Madrid se hizo daño en su rodilla izquierda.
La fuerza italiana se fue diluyendo y Alemania aprovechó para acercarse cada vez con más peligro a la meta de Buffon. El tiempo se fue agotando y, en el descuento, Howedes se chocó con el palo en una clara ocasión. Ni siquiera el rechace, que cayó entre Bender y Reus, pudo llegar a la red. Fue la última. Empate en San Siro con buenas sensaciones para Italia y poca fortuna para Alemania que acabó con tres palos y Khedira lesionado…
