A la Iglesia le preocupa la ola de violencia, narcotráfico, alcoholismo y la violencia familiar
La Paz, Oxígeno
Al finalizar la 96 Asamblea de Obispos en la ciudad de Cochabamba, el clero manifestó su preocupación respecto a varios temas como el crecimiento de la violencia, narcotráfico, alcoholismo y violencia intrafamiliar. Sin embargo destaca los avances de hubo en el país.
Cerrando el “año ge la fe”, los obispos ven signos alentadores en el país que indican mejores condiciones de vida y de desarrollo para el pueblo en general como la mayor liquidez económica, mejoramiento de los servicios básicos y ayuda a los sectores más débiles por medio de bonos que les alivian en algunas necesidades.
A esto se suma la toma de conciencia acerca de la necesidad de preservar el medio ambiente, ante el impacto socio ambiental de la contaminación por la explotación inadecuada de los recursos naturales y el calentamiento global. También se destaca el proceso de inclusión y participación de grupos y personas que, marginados, no tenían acceso a la vida social, económica y política en la sociedad.
Sin embargo existe inquietud y temor en la sociedad por los hechos de muerte que siembran dolor como “la creciente ola de violencia, los asesinatos atroces como en Palmasola y Apolo, los linchamientos cada vez más frecuentes, la amenaza a la vida de los no nacidos, a la dignidad humana y a la familia”.
En el documento que emitieron los obispos manifiestan su preocupación por “el narcotráfico con sus secuelas nefastas hasta en los jóvenes y niños; el alcoholismo con sus repercusiones; la violencia intrafamiliar, las violaciones a menores y la falta de una justicia equitativa e imparcial para todos”.
También se refieren al descrédito de la Justicia “al igual que muchos otros ciudadanos, los religiosos acusados sufren una malintencionada retardación de justicia”.
Así mismo lamentan que “tantos otros ciudadanos son víctimas de una persecución judicial, que los envuelve en un sin fin de juicios que buscan destruir a las personas en vez de instaurar la verdad de los hechos”.
Piden que las cárceles sean espacios de rehabilitación humana y donde se respeten los derechos y la dignidad de los privados de libertad, esperan que estos centros dejen de ser lugares donde campea la ilegalidad y la ley del más fuerte.
En el tema de la educación a tiempo de destacar la formación de los docentes a través del Programa de Formación Complementaria (Profocom) hasta el nivel de licenciatura, se observa con preocupación que en diferentes materiales se emiten juicios de valor respecto a la opción religiosa.
“Tampoco se puede admitir que la implementación del nuevo modelo educativo esté marcada por una ideología totalitaria que se parcializa e impone el propio punto de vista, disminuyendo los derechos fundamentales de la sociedad y sus derechos en la educación, en especial de la familia como primera responsable, por derecho natural, de la educación escolar de sus hijos”, dice parte del documento.
Los obispos exigen que se aclare, en base a una investigación objetiva y libre de toda presión, los últimos robos que se dieron en algunos templos.
Al finalizar la 96 Asamblea de Obispos en la ciudad de Cochabamba, el clero manifestó su preocupación respecto a varios temas como el crecimiento de la violencia, narcotráfico, alcoholismo y violencia intrafamiliar. Sin embargo destaca los avances de hubo en el país.
Cerrando el “año ge la fe”, los obispos ven signos alentadores en el país que indican mejores condiciones de vida y de desarrollo para el pueblo en general como la mayor liquidez económica, mejoramiento de los servicios básicos y ayuda a los sectores más débiles por medio de bonos que les alivian en algunas necesidades.
A esto se suma la toma de conciencia acerca de la necesidad de preservar el medio ambiente, ante el impacto socio ambiental de la contaminación por la explotación inadecuada de los recursos naturales y el calentamiento global. También se destaca el proceso de inclusión y participación de grupos y personas que, marginados, no tenían acceso a la vida social, económica y política en la sociedad.
Sin embargo existe inquietud y temor en la sociedad por los hechos de muerte que siembran dolor como “la creciente ola de violencia, los asesinatos atroces como en Palmasola y Apolo, los linchamientos cada vez más frecuentes, la amenaza a la vida de los no nacidos, a la dignidad humana y a la familia”.
En el documento que emitieron los obispos manifiestan su preocupación por “el narcotráfico con sus secuelas nefastas hasta en los jóvenes y niños; el alcoholismo con sus repercusiones; la violencia intrafamiliar, las violaciones a menores y la falta de una justicia equitativa e imparcial para todos”.
También se refieren al descrédito de la Justicia “al igual que muchos otros ciudadanos, los religiosos acusados sufren una malintencionada retardación de justicia”.
Así mismo lamentan que “tantos otros ciudadanos son víctimas de una persecución judicial, que los envuelve en un sin fin de juicios que buscan destruir a las personas en vez de instaurar la verdad de los hechos”.
Piden que las cárceles sean espacios de rehabilitación humana y donde se respeten los derechos y la dignidad de los privados de libertad, esperan que estos centros dejen de ser lugares donde campea la ilegalidad y la ley del más fuerte.
En el tema de la educación a tiempo de destacar la formación de los docentes a través del Programa de Formación Complementaria (Profocom) hasta el nivel de licenciatura, se observa con preocupación que en diferentes materiales se emiten juicios de valor respecto a la opción religiosa.
“Tampoco se puede admitir que la implementación del nuevo modelo educativo esté marcada por una ideología totalitaria que se parcializa e impone el propio punto de vista, disminuyendo los derechos fundamentales de la sociedad y sus derechos en la educación, en especial de la familia como primera responsable, por derecho natural, de la educación escolar de sus hijos”, dice parte del documento.
Los obispos exigen que se aclare, en base a una investigación objetiva y libre de toda presión, los últimos robos que se dieron en algunos templos.