Una española pone a la venta uno de sus riñones para mantener a sus hijos
España, AFP
Una mujer española ha puesto en venta uno de sus riñones para poder mantener a sus dos hijos en medio de la crisis económica que azota al país europeo.
Según informó el portal Sur.es, la malagueña de 36 años es madre soltera y lleva dos años sin empleo, sobrevive gracias a la pensión de su padre.
Sus ingresos se limitan a un subsidio de 426 euros, que apenas le alcanza para pagar la hipoteca de más de 350 euros, sumada a una deuda por un préstamo de 5.000 euros que pidió para evitar un desahucio hace unos meses.
La madre de dos hijos de 5 y 9 años que estuvo diez años empleada en un matadero, envió montones de currículos pero no consiguió ningún trabajo estable.
Desesperada por la ‘asfixia económica’, Reme anunció en una página de Internet que está dispuesta a “donar un riñón a cambio de una compensación económica” que sitúa en al menos 30.000 euros.
El tráfico de órganos está castigado con penas de prisión en España, pero Reme espera que le llamen de un país donde se permitan negocios de este tipo.
“No he matado a nadie, esto lo hago por mis hijos y para que no me quiten la casa”, explicó.
Una mujer española ha puesto en venta uno de sus riñones para poder mantener a sus dos hijos en medio de la crisis económica que azota al país europeo.
Según informó el portal Sur.es, la malagueña de 36 años es madre soltera y lleva dos años sin empleo, sobrevive gracias a la pensión de su padre.
Sus ingresos se limitan a un subsidio de 426 euros, que apenas le alcanza para pagar la hipoteca de más de 350 euros, sumada a una deuda por un préstamo de 5.000 euros que pidió para evitar un desahucio hace unos meses.
La madre de dos hijos de 5 y 9 años que estuvo diez años empleada en un matadero, envió montones de currículos pero no consiguió ningún trabajo estable.
Desesperada por la ‘asfixia económica’, Reme anunció en una página de Internet que está dispuesta a “donar un riñón a cambio de una compensación económica” que sitúa en al menos 30.000 euros.
El tráfico de órganos está castigado con penas de prisión en España, pero Reme espera que le llamen de un país donde se permitan negocios de este tipo.
“No he matado a nadie, esto lo hago por mis hijos y para que no me quiten la casa”, explicó.