Ribéry dirige el enésimo recital del Bayern en Europa


Munich, As
Al Bayern se le quedan ya pequeños estos retos menores de Champions. Todo el trayecto que le separa de los octavos, por ser cautos no diremos semifinales, es un plácido paseo para el equipo de Guardiola, como lo era antes con Heynckes. Si los bávaros arrasaron hace dos semanas al Manchester City en su casa, era difícil pensar que el Viktoria Plzen tendría opciones de rascar algo en el Allianz. Pero fútbol es fútbol y, como los puntos no se regalan, el Bayern se puso el mono de faena y, casi sin darse cuenta, arrolló al equipo checo. Una muesca más y pie y medio en la siguiente fase.


El Pzlen no llegó chutar a puerta. Apenas se dejó caer por el área de Neuer en un par de ocasiones y sacó un córner, su mayor logro en ataque. El Bayern disparó 34 veces, 21 de ellas a puerta, cinco acabaron en gol. Los datos elevan a Kozácik como el héroe checo que dejó lo que pudo ser un resultado escandaloso en una goleada leve. Poco más bueno se puede decir del Viktoria, atado de pies y manos por el campeón desde el minuto 1.

No es que los checos se encerraran, es que el Bayern no le quiso dejar salir.

El centro del campo fue un ejemplo de cómo la posesión sirve para hacer daño y no sólo para marear. También de movilidad: Robben arrancó en la derecha y Ribéry en la izquierda, pero asomaban por todas partes haciendo mucho daño. Los laterales, Rafinha y Alaba, eran extremos y acumulaban tantas ocasiones de gol como los delanteros. Lahm, mediocentro, era omnipresente. Kroos y Schweinsteiger arrinconaban a su rival y Mandzukic ofrecía infinitas soluciones arriba: al remate o al apoyo.

El goteo de oportunidades locales empezó bien pronto. A los dos minutos, Alaba rozó el gol con un libre directo. Luego, una retahíla: Robben, Mandzukic, Ribery, los laterales... Todos lo intentaban y Kozácik hacía lo que podía. Hasta el 25': Hubnik derribó en el área a Robben y Ribéry marcó de penalti. Él guión no varió nada y en el 37', Alaba hizo el segundo con un disparo cruzado desde la frontal.

La cuesta arriba se le puso imposible al Plzen, que ya perdió hasta las ganas. El asedio no cesó tampoco en la segunda parte y tal desquilibrió sólo dejaba lugar a una incógnita: ¿cuántos más marcará el Bayern? Ribéry se recreó en el tercero, recortando a Reznik en una baldosa y picándola sobre Kozacik. Tres minutos después, Schweinsteiger recibió de Kroos en el área, se revolvió y fusiló. Ribéry se retiró ovacionado, pero el rodillo quiso más. Cerró la manita Götze, que fusiló tras una soberbia asistencia de Robben. La goleada quedó en 5-0 como pudieron ser el doble. El Bayern se gustó, se exhibió y no dio opción a un Viktoria Plzen con quien se volverá a ver dentro de un par de semanas. Nueve de nueve y pensando ya en febrero: al Bayern tendrán que complicarle la tarea...

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