Petroleros brasileños inician paro contra de subasta campo Libra
Brasil, Radio Fides
Trabajadores del sector petrolero brasileño iniciaron hoy un paro nacional en demanda de un reajuste salarial y contra la licitación del campo Libra, ubicado en la zona presal en aguas profundas del océano Atlántico.
La Federación Única de Trabajadores (FUP), el sindicato de los Petroleros de Ceará u Piauí (Sindipetro CE/PI) y otros gremios del sector rechazaron una propuesta de alza de los sueldos del 7,1 por ciento y demandaron una mejor oferta a la compañía estatal Petrobras.
El vocero de la FUP, Francisco José de Oliveira, señaló que exigen además la anulación en el Congreso de una iniciativa que da luz verde a la subcontratación del personal, lo cual incrementaría la explotación y rebajaría las pagas.
“Vamos a parar desde el inicio de este jueves de manera indefinida, hasta que sean escuchadas las reivindicaciones y se suspenda la subasta del más importante yacimiento de hidrocarburos del país”, subrayó Oliveira.
El dirigente gremial aseveró que al menos el 90 por ciento de los empleados de Petrobras y otras empresas extranjeras del ramo se sumaron a esta acción de protesta, que busca la defensa de las riquezas del país.
Los trabajadores rechazan la puja prevista para el lunes venidero, por cuanto ese yacimiento fue descubierto por Petrobras, empresa que cuenta con la tecnología y medios para iniciar su explotación.
En la subasta de este campo, con un área de mil 500 kilómetros cuadrados, participarán 11 empresas petroleras, que pagaron con antelación poco más de dos millones de reales cada una (900 mil dólares), según la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Dicha lista incluye a siete compañías de su tipo con el mayor valor de mercado del mundo, como la China National Corporation (CNPC), la anglo-holandesa Shell, la colombiana Ecopetrol, Petrobras, la francesa Total, China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), y la chino-española Repsol/Sinopec (Sinopec).
Los gremios se quejan de la posición del Gobierno, el cual tiene tecnología para extraer un millón de barriles diarios, pero prefiere entregar este campo a las multinacionales.
Trabajadores del sector petrolero brasileño iniciaron hoy un paro nacional en demanda de un reajuste salarial y contra la licitación del campo Libra, ubicado en la zona presal en aguas profundas del océano Atlántico.
La Federación Única de Trabajadores (FUP), el sindicato de los Petroleros de Ceará u Piauí (Sindipetro CE/PI) y otros gremios del sector rechazaron una propuesta de alza de los sueldos del 7,1 por ciento y demandaron una mejor oferta a la compañía estatal Petrobras.
El vocero de la FUP, Francisco José de Oliveira, señaló que exigen además la anulación en el Congreso de una iniciativa que da luz verde a la subcontratación del personal, lo cual incrementaría la explotación y rebajaría las pagas.
“Vamos a parar desde el inicio de este jueves de manera indefinida, hasta que sean escuchadas las reivindicaciones y se suspenda la subasta del más importante yacimiento de hidrocarburos del país”, subrayó Oliveira.
El dirigente gremial aseveró que al menos el 90 por ciento de los empleados de Petrobras y otras empresas extranjeras del ramo se sumaron a esta acción de protesta, que busca la defensa de las riquezas del país.
Los trabajadores rechazan la puja prevista para el lunes venidero, por cuanto ese yacimiento fue descubierto por Petrobras, empresa que cuenta con la tecnología y medios para iniciar su explotación.
En la subasta de este campo, con un área de mil 500 kilómetros cuadrados, participarán 11 empresas petroleras, que pagaron con antelación poco más de dos millones de reales cada una (900 mil dólares), según la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Dicha lista incluye a siete compañías de su tipo con el mayor valor de mercado del mundo, como la China National Corporation (CNPC), la anglo-holandesa Shell, la colombiana Ecopetrol, Petrobras, la francesa Total, China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), y la chino-española Repsol/Sinopec (Sinopec).
Los gremios se quejan de la posición del Gobierno, el cual tiene tecnología para extraer un millón de barriles diarios, pero prefiere entregar este campo a las multinacionales.