Partido de Berlusconi cambia de nombre en medio de divisiones internas
Roma, Reuters
Un grupo de políticos moderados del movimiento de centroderecha de Silvio Berlusconi desistió el viernes de participar de un encuentro del partido, lo que amenaza con una separación que podría poner en riesgo la estabilidad de la coalición de Gobierno del primer ministro de Italia, Enrico Letta.
Los problemas dentro del Pueblo de Libertad (PDL) de Berlusconi podrían dañar aún más la ya débil cohesión política de la coalición gobernante, que está intentando aplicar reformas a una caótica economía sumergida en dos largos años de recesión. Italia es la tercera economía más grande de la zona euro.
El PDL ha estado cerca de desmembrarse ante la creciente tensión entre miembros de la línea más dura que presionan por el fin del vínculo con Letta -cuyo Gobierno nuclea a integrantes de izquierda y de derecha- y un grupo moderado que respalda a su administración, formada tras una elección indefinida en febrero.
Luego de un agrio encuentro entre Berlusconi y el secretario del partido Angelino Alfano, las llamadas "palomas" -incluidos los cinco ministros del PDL que integran el Gobierno- decidieron boicotear un encuentro de los líderes del partido encabezado por Berlusconi.
"Mi contribución a la unidad de nuestro movimiento político, que nunca impediré por razones que tengan que ver con mi rol personal, es no participar, junto con otros colegas, del encuentro", indicó Alfano en un comunicado.
Las divisiones surgieron claramente este mes cuando los moderados dirigidos por Alfano desafiaron las órdenes y respaldaron a Letta en un voto de confianza en el Parlamento, lo que implicó una humillación para Berlusconi y lo obligó a abandonar un intento por derribar al Gobierno.
Si bien no está claro si una división en la centroderecha perjudicaría efectivamente al Gobierno, parece probable que incremente la tensión entre el PDL y el Partido Democrático (PD) de centroizquierda de Letta y retrasaría aún más los planes de cualquier reforma económica sostenida.
Los problemas se han exacerbado por la inminente expulsión de Berlusconi del Parlamento debido a la pena que debe cumplir por fraude fiscal, que tendrá que ser aprobada por una votación en el Senado y que podría exponer al magnate de los medios a quedar bajo arresto por otras causas penales.
Los líderes del PDL se reunían el viernes para cambiar el nombre del partido y recuperar Forza Italia (Fuerza Italia), como se conoció al movimiento original de Berlusconi cuando el multimillonario, hoy de 77 años, ingresó en la política en 1994.
Un grupo de políticos moderados del movimiento de centroderecha de Silvio Berlusconi desistió el viernes de participar de un encuentro del partido, lo que amenaza con una separación que podría poner en riesgo la estabilidad de la coalición de Gobierno del primer ministro de Italia, Enrico Letta.
Los problemas dentro del Pueblo de Libertad (PDL) de Berlusconi podrían dañar aún más la ya débil cohesión política de la coalición gobernante, que está intentando aplicar reformas a una caótica economía sumergida en dos largos años de recesión. Italia es la tercera economía más grande de la zona euro.
El PDL ha estado cerca de desmembrarse ante la creciente tensión entre miembros de la línea más dura que presionan por el fin del vínculo con Letta -cuyo Gobierno nuclea a integrantes de izquierda y de derecha- y un grupo moderado que respalda a su administración, formada tras una elección indefinida en febrero.
Luego de un agrio encuentro entre Berlusconi y el secretario del partido Angelino Alfano, las llamadas "palomas" -incluidos los cinco ministros del PDL que integran el Gobierno- decidieron boicotear un encuentro de los líderes del partido encabezado por Berlusconi.
"Mi contribución a la unidad de nuestro movimiento político, que nunca impediré por razones que tengan que ver con mi rol personal, es no participar, junto con otros colegas, del encuentro", indicó Alfano en un comunicado.
Las divisiones surgieron claramente este mes cuando los moderados dirigidos por Alfano desafiaron las órdenes y respaldaron a Letta en un voto de confianza en el Parlamento, lo que implicó una humillación para Berlusconi y lo obligó a abandonar un intento por derribar al Gobierno.
Si bien no está claro si una división en la centroderecha perjudicaría efectivamente al Gobierno, parece probable que incremente la tensión entre el PDL y el Partido Democrático (PD) de centroizquierda de Letta y retrasaría aún más los planes de cualquier reforma económica sostenida.
Los problemas se han exacerbado por la inminente expulsión de Berlusconi del Parlamento debido a la pena que debe cumplir por fraude fiscal, que tendrá que ser aprobada por una votación en el Senado y que podría exponer al magnate de los medios a quedar bajo arresto por otras causas penales.
Los líderes del PDL se reunían el viernes para cambiar el nombre del partido y recuperar Forza Italia (Fuerza Italia), como se conoció al movimiento original de Berlusconi cuando el multimillonario, hoy de 77 años, ingresó en la política en 1994.