España está en el laboratorio
Madrid, AFP
¿Iker Casillas o Víctor Valdés? ¿Cómo regresarán Puyol y Xabi Alonso? ¿Aguantará el depósito de Xavi? ¿Cómo enhebrar a otro centrocampista en alza como Koke? ¿Con Diego Costa a la vista volverá España a jugar con un ariete? A punto de lograr su clasificación mundialista para defender su título, la selección tiene muchas incógnitas, tanto por las bajas, como por una lógica renovación generacional propiciada por el empuje de un caladero que sigue productivo en muchos puestos.
La selección española de fútbol se concentra hoy en Las Rozas con la mirada puesta en el Mundial de Brasil 2014. Al combinado que dirige Vicente del Bosque le separan cuatro puntos de la clasificación matemática que le permitirá defender el título conseguido en 2010 en Sudáfrica. Una victoria y un empate que debería conseguir en los próximos dos partidos, contra Bielorrusia en Palma de Mallorca el próximo viernes y ante Georgia en Albacete, el martes de la próxima semana.
Llega España a los dos últimos partidos con la clasificación en la mano, pese a que un empate ante Francia en el Calderón, en el último minuto (1-1), y un accidente contra Finlandia en Gijón (de nuevo 1-1) le impidan tener los deberes hechos a estas alturas.
En cualquier caso, Del Bosque afronta los dos últimos compromisos sin las angustias con las que encaró los viajes a Francia y Finlandia, resueltos con victorias. Dada prácticamente por hecha la clasificación, lo más relevante será examinar el laboratorio del seleccionador, exigido por las circunstancias, con la sensación de experimentar para crecer. En otra situación, las lesiones de Villa, Jordi Alba, Albiol, Xabi Alonso, Javi Martínez o Thiago, por ejemplo, podrían afrontarse como un drama, pero resulta que eso le abre al técnico salmantino la ocasión de ofrecer oportunidades a gente que pide paso a gritos. Del Bosque mira a la cantera, es decir, a su vivero, la selección Sub 21, y en esa tendencia ha solventado ausencias mirando la base. En esas aparece el lateral sevillano Alberto Moreno, un chaval que va como un tiro, que hace solo ocho meses jugaba en segunda B y que acaba de renovar contrato con el Sevilla. Y también Michu, delantero asturiano del Swansea, más curtido y al que lleva tiempo siguiendo el cuerpo técnico federativo, aunque entró en la lista por un problema de papeles —faltan trámites con la confederación brasileña y con la FIFA para la citación de Diego Costa— y por la lesión de Villa el domingo. Con el andaluz y el asturiano, son 64 los futbolistas que Del Bosque ha llamado a la selección desde que se hizo cargo del equipo después de la Eurocopa de 2008. Pepe Reina, con 79 convocatorias, lidera la clasificación de futbolistas convocados en los 80 partidos de Del Bosque al frente de La Roja.
Decisiones. Con la clasificación en el bolsillo, al seleccionador le da tiempo a tomar decisiones. “Tengo una plantilla muy grande”, sostiene el seleccionador. Cierto, pero ya sea de forma forzada o forzosa, a ocho meses de la cita mundialista en todas las líneas del equipo hay debates. “Buena señal de cómo está el nivel”, dice Del Bosque.
Ni siquiera la portería destila certidumbres. Iker Casillas es suplente, Víctor Valdés está en su mejor temporada y Pepe Reina es el guardián del gran Nápoles de este comienzo de temporada. El panorama no se despeja en la defensa, más allá de que Piqué y Ramos parecen una pareja de centrales cuajada. A la espera de una posible reaparición en plenitud de Puyol y la evolución de Javi Martínez como central, los recambios no están claros. Albiol repunta en Nápoles e Íñigo Martínez apunta alto en la Real Sociedad. Incluso Nacho, primerizo en el Madrid, ha tenido su ocasión.
Los laterales no son un problema menor. Hasta 14 futbolistas han pasado al menos por los planes de lateral de Del Bosque, que ha llegado a improvisar con Koke en el encuentro de Helsinki. Arbeloa, Azpilicueta, Iraola, Jordi Alba, Monreal han desfilado por el puesto. Arbeloa y Alba parecen partir con ventaja, pero el primero tiene carencias ofensivas y el azulgrana, defensivas.
En el medio campo, donde en los últimos tiempos siempre hubo abundancia, hoy hay inquietudes. La baja de Xabi Alonso resulta capital y su escudero, Busquets, debe regular por culpa de una lesión de pubis. Sin Thiago, fijos como Xavi e Iniesta no han explotado en lo que va de temporada, lo mismo que Cazorla, Silva o Mata, fijos en las listas de Del Bosque. Koke es la mejor noticia para el técnico.
El ataque hace tiempo que es un jeroglífico. Las bandas, cuando el entrenador apuesta por ellas, que no es siempre, tienen la cobertura de Navas y Pedro, pero el nueve es un absoluto rompecabezas, representado hasta ahora ya sea por Cesc, un volante; Torres, fuera de nuevo de la lista; Negredo, que en el Manchester City está enchufado; Soldado, que perdido pujanza en el Tottenham; o Llorente, extraviado por ahora en el Juventus. De ahí que la probable irrupción de Diego Costa no sea un asunto baladí. Pese a los éxitos, a la mejor España siempre le ha costado el gol en los grandes campeonatos.
Así las cosas, España se mide a Bielorrusia y Georgia con puntos en juego y, antes del Mundial el seleccionador dispondrá de tres partidos para ver y decidir, dos en noviembre (iba a jugarse en Kazajistán el 15 pero parece descartado por falta de garantías de cobro) y a finales de febrero, contra Italia en suelo hispano. Hará pruebas, porque la elección está abierta, y en el laboratorio se aceptan nuevas fórmulas para elaborar misma receta, porque eso no se debate.
¿Iker Casillas o Víctor Valdés? ¿Cómo regresarán Puyol y Xabi Alonso? ¿Aguantará el depósito de Xavi? ¿Cómo enhebrar a otro centrocampista en alza como Koke? ¿Con Diego Costa a la vista volverá España a jugar con un ariete? A punto de lograr su clasificación mundialista para defender su título, la selección tiene muchas incógnitas, tanto por las bajas, como por una lógica renovación generacional propiciada por el empuje de un caladero que sigue productivo en muchos puestos.
La selección española de fútbol se concentra hoy en Las Rozas con la mirada puesta en el Mundial de Brasil 2014. Al combinado que dirige Vicente del Bosque le separan cuatro puntos de la clasificación matemática que le permitirá defender el título conseguido en 2010 en Sudáfrica. Una victoria y un empate que debería conseguir en los próximos dos partidos, contra Bielorrusia en Palma de Mallorca el próximo viernes y ante Georgia en Albacete, el martes de la próxima semana.
Llega España a los dos últimos partidos con la clasificación en la mano, pese a que un empate ante Francia en el Calderón, en el último minuto (1-1), y un accidente contra Finlandia en Gijón (de nuevo 1-1) le impidan tener los deberes hechos a estas alturas.
En cualquier caso, Del Bosque afronta los dos últimos compromisos sin las angustias con las que encaró los viajes a Francia y Finlandia, resueltos con victorias. Dada prácticamente por hecha la clasificación, lo más relevante será examinar el laboratorio del seleccionador, exigido por las circunstancias, con la sensación de experimentar para crecer. En otra situación, las lesiones de Villa, Jordi Alba, Albiol, Xabi Alonso, Javi Martínez o Thiago, por ejemplo, podrían afrontarse como un drama, pero resulta que eso le abre al técnico salmantino la ocasión de ofrecer oportunidades a gente que pide paso a gritos. Del Bosque mira a la cantera, es decir, a su vivero, la selección Sub 21, y en esa tendencia ha solventado ausencias mirando la base. En esas aparece el lateral sevillano Alberto Moreno, un chaval que va como un tiro, que hace solo ocho meses jugaba en segunda B y que acaba de renovar contrato con el Sevilla. Y también Michu, delantero asturiano del Swansea, más curtido y al que lleva tiempo siguiendo el cuerpo técnico federativo, aunque entró en la lista por un problema de papeles —faltan trámites con la confederación brasileña y con la FIFA para la citación de Diego Costa— y por la lesión de Villa el domingo. Con el andaluz y el asturiano, son 64 los futbolistas que Del Bosque ha llamado a la selección desde que se hizo cargo del equipo después de la Eurocopa de 2008. Pepe Reina, con 79 convocatorias, lidera la clasificación de futbolistas convocados en los 80 partidos de Del Bosque al frente de La Roja.
Decisiones. Con la clasificación en el bolsillo, al seleccionador le da tiempo a tomar decisiones. “Tengo una plantilla muy grande”, sostiene el seleccionador. Cierto, pero ya sea de forma forzada o forzosa, a ocho meses de la cita mundialista en todas las líneas del equipo hay debates. “Buena señal de cómo está el nivel”, dice Del Bosque.
Ni siquiera la portería destila certidumbres. Iker Casillas es suplente, Víctor Valdés está en su mejor temporada y Pepe Reina es el guardián del gran Nápoles de este comienzo de temporada. El panorama no se despeja en la defensa, más allá de que Piqué y Ramos parecen una pareja de centrales cuajada. A la espera de una posible reaparición en plenitud de Puyol y la evolución de Javi Martínez como central, los recambios no están claros. Albiol repunta en Nápoles e Íñigo Martínez apunta alto en la Real Sociedad. Incluso Nacho, primerizo en el Madrid, ha tenido su ocasión.
Los laterales no son un problema menor. Hasta 14 futbolistas han pasado al menos por los planes de lateral de Del Bosque, que ha llegado a improvisar con Koke en el encuentro de Helsinki. Arbeloa, Azpilicueta, Iraola, Jordi Alba, Monreal han desfilado por el puesto. Arbeloa y Alba parecen partir con ventaja, pero el primero tiene carencias ofensivas y el azulgrana, defensivas.
En el medio campo, donde en los últimos tiempos siempre hubo abundancia, hoy hay inquietudes. La baja de Xabi Alonso resulta capital y su escudero, Busquets, debe regular por culpa de una lesión de pubis. Sin Thiago, fijos como Xavi e Iniesta no han explotado en lo que va de temporada, lo mismo que Cazorla, Silva o Mata, fijos en las listas de Del Bosque. Koke es la mejor noticia para el técnico.
El ataque hace tiempo que es un jeroglífico. Las bandas, cuando el entrenador apuesta por ellas, que no es siempre, tienen la cobertura de Navas y Pedro, pero el nueve es un absoluto rompecabezas, representado hasta ahora ya sea por Cesc, un volante; Torres, fuera de nuevo de la lista; Negredo, que en el Manchester City está enchufado; Soldado, que perdido pujanza en el Tottenham; o Llorente, extraviado por ahora en el Juventus. De ahí que la probable irrupción de Diego Costa no sea un asunto baladí. Pese a los éxitos, a la mejor España siempre le ha costado el gol en los grandes campeonatos.
Así las cosas, España se mide a Bielorrusia y Georgia con puntos en juego y, antes del Mundial el seleccionador dispondrá de tres partidos para ver y decidir, dos en noviembre (iba a jugarse en Kazajistán el 15 pero parece descartado por falta de garantías de cobro) y a finales de febrero, contra Italia en suelo hispano. Hará pruebas, porque la elección está abierta, y en el laboratorio se aceptan nuevas fórmulas para elaborar misma receta, porque eso no se debate.