En una ráfaga, Tigre dejó a Arsenal sin nada


Buenos Aires, Clarín
Lo festejó con todo Tigre. Por la estatura del rival, que venía de coronarse en la semana en la Copa Argentina y que por la derrota se quedó sin nada. Fue 2-1 para el local, que consiguió destrabar en una ráfaga una historia que pintaba adversa. Del otro lado, los de Alfaro se fueron masticando una derrota pesada que los privó de la chance de treparse a la punta del campeonato o al menos acortar distancias con Newell’s. Aunque, claro, todavía haya mucho por escribir en el torneo.

La defensa de Tigre arrancó con el pie izquierdo el partido: se mostró insegura ya en el primer minuto de juego, cuando Cosaro despejó con pifia un pelotazo largo que iba a las manos de Javier García. La pelota le quedó en el borde del área a Caraglio, quien sacó un buen remate que obligó a una buena intervención del arquero. Y a los 6 minutos otra vez estuvo cerca el gol de Arsenal, con un mano a mano que otra vez García tapó muy bien, contra Sperdutti.

El local mostró a los 10 que también quería más, cuando una maniobra muy buena terminó con un remate de Janson desde el borde del área que pegó en el travesaño. Y un minuto más tarde Sperdutti sacudió un muy buen tiro desde afuera que volvió a controlar García. Era un comienzo prometedor para el partido en Victoria.

La historia siguió entretenida, porque los dos pusieron sus esfuerzos en la creación y no sólo en cortar los circuitos del rival. Pero a pesar de que hubo buenas llegadas de ambos lados, un poco por la impericia de los delanteros y otro por la buena actuación de ambos arqueros -sobre todo Javier García- se fueron los dos en cero a los vestuarios.

La primera jugada clara del primer tiempo fue para Tigre. A los 3 minutos, Araujo quedó mano a mano y Campestrini tapó su violento remate desde una posición cercana al vértice del área grande. Y dos minutos después perdonó Janson, al que Pérez García había dejado solo con un pase perfecto. El remate del volante salió muy liviano y desviado, pero la chance era muy concreta.

Tigre dominó ese tramo del partido, pero no pudo liquidar. Y, como suele pasar en el fútbol, lo sufrió en el arco propio. Con una pelota parada, a los 21 minutos, Caraglio cabeceó y logró poner arriba a Arsenal gracias a una floja respuesta de Javier García.

No era justa la ventaja de los de Alfaro, que parecía que con su oficio para defender iban a llevarse otro buen resultado, tan valioso que los dejaba como punteros del torneo. Pero en un minuto loco se dio lo impensado: primero a los 31, toda la suerte que le había faltado a Tigre apareció cuando un tiro desde afuera de Pérez García dio en un defensor y descolocó a Campestrini para el empate; y luego a los 32, un cabezazo de Bordacahar -en posición dudosa- puso el 2-1 que llevó al local al delirio.

Arsenal sintió mucho el golpe de ese minuto dramático. Tanto que prácticamente no volvió a inquietar a Javier García. Fue finalmente triunfo para los locales, que se quedaron celebrando una victoria muy trabajada. Aunque todo, finalmente, se haya destrabado en un minuto.

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