El nazi más buscado estaría enterrado en un cementerio judío de Berlín

Berlin, EP
El exjefe de la Gestapo Heinrich Mueller, el nazi de mayor rango cuyo paradero se desconoce, murió en Berlín en 1945 y está enterrado en un cementerio judío, según el historiador alemán Johannes Tuchel, que ha dado por "resueltos" todos los misterios en torno a la figura de este ideólogo del Holocausto.


Mueller, al frente de la Policía secreta nazi antes y durante la Segunda Guerra Mundial, fue visto por última vez en el búnquer donde Adolf Hitler se quitó la vida en 1945. Dijo que nunca se dejaría capturar y, desde entonces, los investigadores han sido incapaces de determinar si murió en la caída de Berlín o se escapó, como tantos otros nazis, a Sudamérica.

Ahora, el director del Centro de Recuerdo de la Resistencia Alemana, Johannes Tuchel, ha afirmado que tiene pruebas que demuestran que Mueller murió en Berlín en 1945.

Según esta versión, los restos del exjefe de la Gestapo fueron sepultados de forma provisional en un jardín de la Luftwaffe y, posteriormente, trasladados a un cementerio judío. "Desde mi punto de vista, todos los misterios en torno a Heinrich Mueller quedan resueltos", ha subrayado Tuchel en declaraciones a Reuters.

El académico estaba investigando una de las masacres ordenadas por Mueller cuando, al comprobar los vacíos sobre su muerte o desaparición, comenzó un análisis aparte. Las pesquisas le llevaron a la declaración de un enterrador que recordaba haber sepultado en un cementerio judío a un general nazi.

La Policía de la Alemania del Este no se interesó entonces por este caso, pero Tuchel ha analizado documentos e insignias militares y ha cruzado las informaciones recabadas con los servicios de Inteligencia alemanes y estadounidenses para confirmar el paradero de los restos de Mueller.

El cementerio, cuyo origen data del siglo XVII, fue profanado por los nazis y albergó 16 fosas comunes para enterrar a unas 2.700 personas fallecidas durante los bombardeos de los aliados y la caída de Berlín.

El presidente del Consejo Central de Judíos, Dietter Graumann, ha reconocido que es "de muy mal gusto" que un "sádico nazi" esté enterrado en un cementerio hebreo junto a sus víctimas. En este sentido, ha advertido de que se trata de "un insulto a la memoria de las víctimas".

Sin embargo, el misterio seguirá sin resolverse del todo en la medida en que las costumbres judías prohíben la exhumación de cuerpos y que, en caso de que se tratase de sacar sus restos, sería tratar de localizar los restos de un cadáver entre miles.

"Las leyendas no mueren y, si alguien dice mañana que ha visto a Mueller en el Ártico, no le replicaré", pero "el estudio histórico y la especulación son cosas muy diferentes", ha zanjado Tuchel.

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