El juez dicta prisión provisional para el líder de Aurora Dorada
Quedan en libertad con cargos tres de los cuatros parlamentarios del partido neonazi detenidos
M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL)
Atenas, El País
Varias horas después de lo previsto, y jaleado por un centenar de partidarios concentrados ante el tribunal —entre ellos algunos de los diputados puestos en libertad por la mañana—, a las 19.30 de este miércoles compareció ante el juez el líder máximo del partido neonazi griego Aurora Dorada (AD), el exmilitar Nikos Mijaloliakos (o el Führer, como se le denomina en el auto judicial). Tras una larga declaración, finalmente el juez ha dictado prisión provisional contra él.
En su declaración, Mijaloliakos ha subrayado que el juicio contra AD es político y ha rechazado toda forma de violencia. "Lamento el asesinato de [Pavlos] Fisas. Lo condeno como condeno la violencia en general. No soy nazi. (...) No sé si miembros de AD tienen un comportamiento irregular. AD desarrollaba solo una acción parlamentaria", dijo el dirigente ultra, informa la edición digital del diario Kathimerini. Junto con Mijaloliakos han sido trasladados al tribunal otros cinco de los 22 detenidos en la operación policial contra el partido, entre ellos el responsable del mismo en Nikea, barrio donde fue asesinado el rapero Fisas. Al plato fuerte del caso seguirá la declaración, el jueves, del lugarteniente o número dos de AD Jristos Papás.
El partido no ha mostrado ni propósito de enmienda ni asunción del golpe contra su organización o sus personas. Varios diputados de AD detenidos el sábado por asociación criminal volvieron este miércoles a las andadas, a las amenazas y la violencia, al recobrar la libertad tras casi 20 horas de declaración ante el juez. De los cuatro parlamentarios que el lunes comparecieron en el tribunal de Evelpidon, tres —Ilias Kasidiaris, portavoz del partido; Ilias Panayiótaros y Nikos Mijos— fueron puestos ayer en libertad con cargos y sometidos a la prohibición de abandonar el país. Otro de ellos, Yanis Lagós, fue enviado a prisión acusado de trata de blancas y extorsión.
“Dejad pasar, no grabéis o empiezo a romper cosas”, amenazó entre manotazos y patadas a los informadores Kasiadiris una vez en la calle. “Sólo las balas podrán detener a Aurora Dorada”, gritó, ensoberbecido, por si quedaban dudas de que la ofensiva judicial hubiera hecho alguna mella en la organización. Panayiótaros y Mijos también forcejearon con los camarógrafos que aguardaban a la salida de los juzgados.
Aunque la declaración se celebró a puerta cerrada, ha trascendido la línea argumental de la defensa: negar toda evidencia de nazismo —“No hay símbolos nazis en el partido; algunos los llevan en las camisetas igual que otros lucen al Che Guevara”, dijo Kasidiaris— y, también, cualquier implicación en la comisión de delitos, pese a los explícitos informes de los servicios secretos en su contra. “No somos neonazis, somos nacionalistas griegos”, repitió Kasidiaris la cantinela favorita del partido desde que irrumpió en el Parlamento en 2012. El portavoz de AD también explicó que se financian con fondos públicos (este año deberían recibir 1,5 millones, si la ley que prepara el Gobierno no lo impide) y con un 20% del sueldo de cada uno de sus 18 cargos electos. Por último, confirmó que el partido da clases de defensa personal a sus miembros, pero no para formar escuadrones de asalto, como le acusaba la fiscalía.
La puesta en libertad causó decepción en amplios sectores de la opinión pública, que se preguntaba, casi al tiempo que conocía la detención de un exjefe policial por sus vínculos con AD, qué más pruebas son necesarias para poner fuera de juego a los ultras.
“Esto es una solución a medias, parece una simple limpieza de los elementos más impresentables mientras se salva al resto del partido, porque Samarás necesitará la colaboración de AD tras las próximas elecciones dado el empate técnico de Nueva Democracia [en el Gobierno] con Syriza en las encuestas”, opinaba ayer el politólogo Babis Kugemitros.
El Gobierno, mientras, declinó valorar la decisión judicial y desanduvo lo andado —su firme promesa de combatir a los neonazis, hace un par de días—, recordando que “los únicos extremistas son los que quieren sacar al país de la OTAN y de la UE”, en referencia a los grupos contrarios al rescate, el izquierdista Syriza entre ellos.
M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL)
Atenas, El País
Varias horas después de lo previsto, y jaleado por un centenar de partidarios concentrados ante el tribunal —entre ellos algunos de los diputados puestos en libertad por la mañana—, a las 19.30 de este miércoles compareció ante el juez el líder máximo del partido neonazi griego Aurora Dorada (AD), el exmilitar Nikos Mijaloliakos (o el Führer, como se le denomina en el auto judicial). Tras una larga declaración, finalmente el juez ha dictado prisión provisional contra él.
En su declaración, Mijaloliakos ha subrayado que el juicio contra AD es político y ha rechazado toda forma de violencia. "Lamento el asesinato de [Pavlos] Fisas. Lo condeno como condeno la violencia en general. No soy nazi. (...) No sé si miembros de AD tienen un comportamiento irregular. AD desarrollaba solo una acción parlamentaria", dijo el dirigente ultra, informa la edición digital del diario Kathimerini. Junto con Mijaloliakos han sido trasladados al tribunal otros cinco de los 22 detenidos en la operación policial contra el partido, entre ellos el responsable del mismo en Nikea, barrio donde fue asesinado el rapero Fisas. Al plato fuerte del caso seguirá la declaración, el jueves, del lugarteniente o número dos de AD Jristos Papás.
El partido no ha mostrado ni propósito de enmienda ni asunción del golpe contra su organización o sus personas. Varios diputados de AD detenidos el sábado por asociación criminal volvieron este miércoles a las andadas, a las amenazas y la violencia, al recobrar la libertad tras casi 20 horas de declaración ante el juez. De los cuatro parlamentarios que el lunes comparecieron en el tribunal de Evelpidon, tres —Ilias Kasidiaris, portavoz del partido; Ilias Panayiótaros y Nikos Mijos— fueron puestos ayer en libertad con cargos y sometidos a la prohibición de abandonar el país. Otro de ellos, Yanis Lagós, fue enviado a prisión acusado de trata de blancas y extorsión.
“Dejad pasar, no grabéis o empiezo a romper cosas”, amenazó entre manotazos y patadas a los informadores Kasiadiris una vez en la calle. “Sólo las balas podrán detener a Aurora Dorada”, gritó, ensoberbecido, por si quedaban dudas de que la ofensiva judicial hubiera hecho alguna mella en la organización. Panayiótaros y Mijos también forcejearon con los camarógrafos que aguardaban a la salida de los juzgados.
Aunque la declaración se celebró a puerta cerrada, ha trascendido la línea argumental de la defensa: negar toda evidencia de nazismo —“No hay símbolos nazis en el partido; algunos los llevan en las camisetas igual que otros lucen al Che Guevara”, dijo Kasidiaris— y, también, cualquier implicación en la comisión de delitos, pese a los explícitos informes de los servicios secretos en su contra. “No somos neonazis, somos nacionalistas griegos”, repitió Kasidiaris la cantinela favorita del partido desde que irrumpió en el Parlamento en 2012. El portavoz de AD también explicó que se financian con fondos públicos (este año deberían recibir 1,5 millones, si la ley que prepara el Gobierno no lo impide) y con un 20% del sueldo de cada uno de sus 18 cargos electos. Por último, confirmó que el partido da clases de defensa personal a sus miembros, pero no para formar escuadrones de asalto, como le acusaba la fiscalía.
La puesta en libertad causó decepción en amplios sectores de la opinión pública, que se preguntaba, casi al tiempo que conocía la detención de un exjefe policial por sus vínculos con AD, qué más pruebas son necesarias para poner fuera de juego a los ultras.
“Esto es una solución a medias, parece una simple limpieza de los elementos más impresentables mientras se salva al resto del partido, porque Samarás necesitará la colaboración de AD tras las próximas elecciones dado el empate técnico de Nueva Democracia [en el Gobierno] con Syriza en las encuestas”, opinaba ayer el politólogo Babis Kugemitros.
El Gobierno, mientras, declinó valorar la decisión judicial y desanduvo lo andado —su firme promesa de combatir a los neonazis, hace un par de días—, recordando que “los únicos extremistas son los que quieren sacar al país de la OTAN y de la UE”, en referencia a los grupos contrarios al rescate, el izquierdista Syriza entre ellos.