David Cameron dice que Snowden y The Guardian dañaron la seguridad nacional
Londres, AFP
El primer ministro británico, David Cameron, dijo este miércoles que la publicación por el diario The Guardian de los documentos secretos que les entregó el estadounidense Edward Snowden hizo daño a la “seguridad nacional”.
“Lo que ocurrió dañó la seguridad nacional y el propio Guardian lo admitió de alguna manera al aceptar, a la educada demanda de mi consejero de Seguridad Interior y mi secretario de gabinete, destruir los archivos que tenían”, dijo Cameron en el Parlamento.
“Así pues, sabían que lo que tenían era peligroso para la seguridad nacional”, agregó.
Es la primera intervención de Cameron sobre la conveniencia de publicar los documentos de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Su gobierno fue objeto de críticas por la detención en el aeropuerto de Heathrow de un brasileño, David Miranda, compañero de Glenn Greenwald, el periodista británico al que Snowden confió los documentos.
La detención durante nueve horas de Miranda, de 28 años, fue tildada de abuso de poder, aunque el gobierno defendió que se ajustó a derecho.
The Guardian aceptó destruir los documentos porque el gobierno británico temía que alguien se introdujera en la red informática del diario para obtenerlos.
“Nos dijeron que temían que los gobiernos extranjeros, en particular Rusia y China, pudieran piratear la red de The Guardian”, explicó el diario, que destruyó los discos duros en presencia de dos representantes del gobierno británico.
Esos documentos revelaron que Washington y Londres espían a gobiernos amigos, como el de Brasil. Su presidenta, Dilma Rousseff, condenó el espionaje ante la Asamblea General de la ONU y suspendió una visita a Washington.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo este miércoles que la publicación por el diario The Guardian de los documentos secretos que les entregó el estadounidense Edward Snowden hizo daño a la “seguridad nacional”.
“Lo que ocurrió dañó la seguridad nacional y el propio Guardian lo admitió de alguna manera al aceptar, a la educada demanda de mi consejero de Seguridad Interior y mi secretario de gabinete, destruir los archivos que tenían”, dijo Cameron en el Parlamento.
“Así pues, sabían que lo que tenían era peligroso para la seguridad nacional”, agregó.
Es la primera intervención de Cameron sobre la conveniencia de publicar los documentos de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Su gobierno fue objeto de críticas por la detención en el aeropuerto de Heathrow de un brasileño, David Miranda, compañero de Glenn Greenwald, el periodista británico al que Snowden confió los documentos.
La detención durante nueve horas de Miranda, de 28 años, fue tildada de abuso de poder, aunque el gobierno defendió que se ajustó a derecho.
The Guardian aceptó destruir los documentos porque el gobierno británico temía que alguien se introdujera en la red informática del diario para obtenerlos.
“Nos dijeron que temían que los gobiernos extranjeros, en particular Rusia y China, pudieran piratear la red de The Guardian”, explicó el diario, que destruyó los discos duros en presencia de dos representantes del gobierno británico.
Esos documentos revelaron que Washington y Londres espían a gobiernos amigos, como el de Brasil. Su presidenta, Dilma Rousseff, condenó el espionaje ante la Asamblea General de la ONU y suspendió una visita a Washington.